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San Juan Aislamientos: 25 años de relación con el poliestireno
La empresa de Carballo creció bajo el paraguas del ladrillo, pero se reinventó y ganó cuota en el sector de la alimentación
El complicado mundo del aislamiento tiene un líder sólido: San Juan Aislamientos y Embalajes. El 7 de julio de 1997, justo cuando se implantaba el peaje en la autopista AG-55, que enlaza Carballo con A Coruña, nacía un negocio de la mano del carballés José Antonio Alonso y de otros tres socios, que edificaron en la parroquia de Bértoa. Lo que empezó como una empresa pequeña y de ámbito meramente local es hoy un líder en Galicia en el sector de los aislamientos en la construcción y se abre poco a poco a otras líneas de trabajo, operando con el poliestireno expandido, un revestimiento de plástico espumado.
Sus instalaciones ocupan 12.000 metros cuadrados de extensión, emplea a 18 personas y, como proyectos próximos, espera ampliar sus instalaciones para su área de reciclaje. Entre unas y otras actividades, la facturación anual ronda los ocho millones de euros.
La diversificación y especialización han sido claves del éxito desde el primer momento. El bum de la construcción ayudó en su despegue, y con la crisis económica del 2008 tampoco le fue mal, porque las rehabilitaciones han sido otro nicho de actividad. Los nuevos estándares de eficiencia energética, que obligan a unos aislamientos de calidad, también ayudan a que el negocio no decaiga.
De forma paralela, la producción de cajas de pescado (también embalajes para muebles, decoración...) es otra de sus líneas básicas, además del reciclaje de envases, que incluye su recogida, valorización y producto final. Desde las instalaciones de Bértoa salen cada año unos tres millones de cajas de poliestireno para el sector pesquero.
El poliestireno expandido se ha usado, sobre todo, para productos vinculados a la construcción o a las cajas de pescado. Pero tiene muchas más aplicaciones y posibilidades: está aumentando y lo va a seguir haciendo en los próximos años. Desde la empresa explicaron recientemente que los cambios sociales, económicos y medioambientales son los grandes retos a los que hay que enfrentarse a corto y medio plazo.
Entre otros motivos, porque la hoja de ruta elaborada en el ámbito europeo promueve, por ejemplo, mejorar la eficiencia energética de los edificios, y esto se consigue en gran parte con un buen aislamiento. La modernización de los inmuebles cobra más interés para mejorar, principalmente, su eficiencia energética y así reducir los gastos, un aspecto cada vez más a tener en cuenta.
Pero hay más líneas de trabajo, especialmente la de los envases para la alimentación. La importancia de estos recipientes es primordial, ya que permiten el almacenamiento, transporte y conservación del alimento, prolongando su vida o reduciendo su pérdida y ofreciendo una importante barrera de protección
La empresa carballesa es centro ECO-EPS de referencia, y realiza recogidas de poliestireno expandido a los clientes que se lo solicitan para su posterior reciclado, dándole una segunda vida al material. El poliestireno expandido es 100 % reciclable si se dan las condiciones de aceptación de los residuos.
Además, trabajan con puntos limpios por toda Galicia para la recogida de poliestireno procedentes de los hogares, como los embalajes de los electrodomésticos. Envase, embalaje y edificación son los cometidos principales en los que se va mejorando la calidad y añadiendo soluciones que cubran las necesidades que surgen, lo que implica modernizar tanto la fábrica como los medios de producción.
En lo que a mercados se refiere, una quinta parte de la producción de San Juan Aislamientos y Embalajes tiene como destino Portugal. Y dentro de su plan de expansión el grupo carballés se hizo en el 2020 con la histórica cantera Lista de Arteixo, y a finales del 2021 adquirió Inosa, la planta de Sabón que factura 4 millones de euros y es una de las principales firmas en España en la transformación del poliestireno. Cuenta con líneas de trabajo en los puertos de A Coruña, Ribeira y Burela.