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Acuerdos para una nueva Dona Urraca y la casa torre
Los edificios serán una sede artística y un centro de formación hostelero
La primera sede del Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC) y un centro de formación de hosteleros en un edificio del siglo XII al lado de un Patrimonio de la Humanidad. Son dos de los proyectos que el Concello acordó este año para edificios históricos del entorno de la Muralla que se encuentran en ruinas.
El primero de ellos es la casa torre de A Tinería, el antiguo hospital de San Miguel, cuyas obras se anunciaron en junio de este año. La rehabilitación permitirá reabrir un tramo del paseo interior de la Muralla. Será un pasadizo por el que se pueda transitar y salir al otro lado de la casa. Además, tendrá un ascensor que permita subir al adarve a personas con limitación de movimientos. Lo que fue el hospital del siglo XVII son ahora dos edificios pegados que conforman un solo volumen. La obras afectarán al inmueble competo y se estimó un presupuesto de 610.000 euros y un plazo de ejecución de ocho meses. Sin olvidar la delicadeza y valor de un inmueble histórico, los restos arqueológicos de interés que se encuentren a medida que se realice la obra serán musealizados mediante forjados de cristal y se expondrán en el propio edificio. El uso de esta especial construcción será cedida a la Asociación Provincial de Hostelería para que disponga allí de su sede o un centro de formación para profesionales del sector, dependiendo de lo que finalmente permita el espacio.
Dona Urraca
A pesar de que las promesas sobre la rehabilitación del pazo y la zona de Doña Urraca se remonta a años atrás, en enero del 2020 empezaron a coger más fuerza mientras el edificio tenía que ser apuntalado por su mal estado. A mediados del primer mes del año, el Concello tuvo de destinar casi 14.000 euros a afianzar la seguridad de la estructura del edificio. Fue en febrero cuando los socialistas del gobierno local y los populares de la Xunta anunciaron el nuevo proyecto para la zona del pazo. El organismo autonómico rehabilitará el pazo y el Concello colaborará en la incorporación de solares próximos para poder recuperar una zona más amplia, por lo que adquirirá tres viviendas próximas y un par de edificios anexos al pazo. La función del propio inmueble será, en un principio, una sede del
CGAC. Un uso único al igual que las propias obras, que aplicarán por primera vez la Ley de Rehabilitación de Galicia, que empezó a funcionar en el 2019, para modificar el Pepri del lugar.