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Un año de cambios para el Camino de Santiago
Los peregrinos abarrotaron la ruta en Lugo en meses atípicos y perdieron fuerza antes de los 100 kilómetros de Sarria
El Camino de Santiago marcó un año más la vida de gran parte de la provincia porque es el principal motor económico de muchos concellos. Sin embargo, la ruta no se mantiene igual y este 2023 manifestó algunos cambios con más fuerza. Mientras históricamente los meses de verano era los más fuertes, el Camino Francés decayó en julio, pese a ser el Día de Galicia, y en parte de agosto. Esta vez no se vieron las largas colas a primera hora de la mañana para conseguir sitio en los albergues o a los peregrinos durmiendo al raso. Quizás por estas circunstancias, explicaban los hospitaleros de Lugo, la tendencia cambió y arrasaron los meses de mayo, septiembre u octubre.
Al final, ha sido un buen año, con nuevas cifras récord que siguen empezando mayoritariamente en Sarria. Cada vez más agencias de viajes potencian especialmen
te paquetes de ofertas de los últimos cinco días del itinerario. Aun así, el inicio del trayecto en la localidad de los 100 kilómetros está llevando a menos la ruta de larga distancia. Por eso los gobiernos locales ya incluyeron en sus líneas de trabajo luchar por el peregrino de larga distancia, trabajando incluso con los alcaldes de la comunidad de Castilla y León. En los concellos de Pedrafita do Cebreiro o Triacastela, los albergueros aseguraron este año que la afluencia de caminantes va a menos antes de los 100 kilómetros obligatorios. Relatamos en La Voz el primer cierre de uno de los negocios de la ruta situado antes de Sarria; así como el adiós de tiendas icónicas como Peter Pank en Paradela porque considera que el Camino ha perdido parte de su esencia con la gran aglomeración de gente a partir de Sarria. La ruta tiene por delante muchos éxitos y también muchos retos.