“Ahora Loquillo y yo somos amigos”
«Loquillo y yo estuvimos mucho tiempo distanciados. Ahora somos amigos y nos reímos de un mundo estúpido, muy puritano y pacato tras la explosión de las libertades de los 80. Parecemos dos abueletes que se quejan de todo, ácratas apacibles que desconfían del sistema político».