TENDER SIEMPRE LA ROPA EN EL EXTERIOR
Hay estudios que demuestran que tenderla en el interior de forma habitual puede provocarnos trastornos varios, como asma, rinitis, infecciones respiratorias y alergias. La razón es que se generan unos niveles de humedad dentro de casa demasiado altos. Además, el ambiente templado facilita la proliferación de ácaros, hongos y moho tanto en los muebles como en la propia ropa. Si por la razón que sea no queda otra opción, la mejor solución es hacer la colada a primerísima hora del día, antes de que la familia salga de casa para acometer sus respectivas ocupaciones, y tender la ropa en el lugar más amplio y ventilado que podamos. Llegado el caso, además, centrifuga dos veces las prendas para que estén menos húmedas.