En esta etapa los hijos están en permanente cambio físico y psicológico. Saber llevar la situación es un reto para los padres
Los hijos nos sorprenden a veces con mensajes inesperados o planteamientos inimaginables. En todas las edades, y en especial en la etapa de la adolescencia, en su proceso de diferenciación, pueden plantear aspectos propios variados y alejados de las costumbres y vivencias de sus progenitores.
LOS HIJOS, ESA CAJA DE SORPRESAS
De repente podrían proponerse como candidatos a una elección laboral que a la familia se le antoja surrealista, o desmarcarse con una postura política que jamás escuchó defender en casa. Los hijos también pueden desconcertarnos en materia de sexualidad y sus opciones. En tu caso, no parece que la posible opción sexual de tu hija, en caso de que se decantase por la homosexualidad, estuviera incluida en tus esquemas previos; ni tampoco, en los de tu esposo. Parece que lo podríais vivir como un disgusto o problema; si fuera así, tendrías que preguntarte por qué.
AFECTOS AMBIVALENTES
Los afectos que se constituyen en la primera infancia se reparten fundamentalmente para cualquier niño/a entre su madre y su padre. Van dirigidos a la vez, en sus dos vertientes de amor y rechazo, hacia ambos y con cada uno de ellos. En este sentido, partimos todos de una bisexualidad afectiva de base, con amores ambivalentes hacia los dos referentes parentales.