BUSCAR OTROS CAMINOS PARA EVITAR LA PROTESTA
Si no te gusta cómo van las cosas, marca unos límites, pero sin entrar en conflicto
Parece que interpretas tu actual situación sociolaboral de forma negativa, con saldo en tu contra, y de forma parecida a como la sentías cuando eras niña en casa de tus padres. Ahora, como entonces, tu respuesta es la queja, porque las cosas son como son, y no como te gustaría que fuesen. No se trata de pasarse la vida reivindicando y discutiendo con todo el mundo, sino que puedas buscar otra actitud, una modalidad que te sirva para poner límites a los demás, sin necesidad de involucrarte en desgastantes conflictos.
Expresa tu opinión de buenas maneras y respetando también la de los demás
Puedes demostrarte y demostrar al resto que eres válida, sin hacer uso de los malos modales. Recuerda el esquema asertivo en la comunicación (que respeta tus necesidades y también la de los demás) como opuesto al pasivo (en el que me callo todo, no me defiendo y pierdo mis derechos) o al agresivo (en el cual no respeto los derechos de los otros).
Acepta la pluralidad de discursos y que no todo el mundo piense igual
Recuerda que no estás obligada a ser como tu madre, ni tampoco tienes por qué pensar y actuar como ella. Con ocasión de tratar a tus hijos o sobrinos, si los tienes, puedes descubrirte en patrones de comportamiento que en su día criticaste en tus progenitores y, sin embargo, te transmitieron también a ti. Haciendo consciente el modelo que opera bajo tus acciones podrás evitar los errores que pudieron cometer tus padres.