Lecturas

El diario de Jorge Javier

- EL DIARIO DE JORGE JAVIER

“Mercedes Milá me hace unas lentejas y repito”.

Lentejas

Almorzamos con María R. en casa de Mercedes Milá. Lentejas. Cuando era pequeño mi madre tuvo que dejar de hacerlas porque mis hermanas y yo le montábamos unos pollos de campeonato. Ante el plato hacíamos que nos daban arcadas y demás guarrerías. Así que adiós lentejas. Las de Mercedes estaban buenísimas y encima repito. ¡Ay,

si me viera mi madre! Veo a la Milá pletórica. Contenta, combativa, guerrera. Está al tanto de todo lo que hacemos en la tele. Más que yo, incluso. Una cosa que me encanta de ella: que habla muy bien de muchos compañeros. No soporto a los que no ven ningún mérito ni talento en los demás. Le ha parecido brutal lo de Rocío Carrasco y lo comentamos al detalle. Alabamos a Carlota Corredera y ponemos verde a otra gente, tampoco os vayáis a pensar que ahora nos hemos tragado los dos a la Madre Teresa de Calcuta. Confeccion­ar trajes a compañeros de la profesión es muy edificante porque así no tienes que estar permanente­mente fingiendo delante de la cámara que todo el mundo es bueno. Porque no es así. Es más. No te fíes tú de los que van de bondadosos porque te la acabarán clavando. Le digo a Mercedes el nombre de una persona a la que yo considero un sepulcro blanqueado y se echa las manos a la cabeza. “No puede ser. No lo parece”. Y luego se descojona. Me gusta Mercedes porque es una mujer apasionada. A la hora de ponerse ante una cámara se entrega por entero y es capaz de ingeniarse las mil y una para que el interés no decaiga. Si te gusta la televisión debe gustarte Mercedes Milá, no te queda otra.

María Patiño

¿Ha sido siempre María Patiño tan intensa? Creo que sí,

pero con los años ha ido a más, lo cual me parece algo digno de elogio. Porque con el tiempo uno tiende a volverse más escéptico, más laxo, menos involucrad­o. Pero a María la vida no solo la ha vuelto más descreída, sino que no concibe levantarse por las mañanas sin haberse comprometi­do previament­e con el aire que respira. Es más,

yo creo que dormida negocia con su subconscie­nte el contenido de sus sueños.

Conozco a pocas personas tan entregadas al análisis como María. Yo la envidio porque a veces tengo que hacer verdaderos esfuerzos para que no se me note un poquitito de tedio vital, pero ella, inasequibl­e al desaliento, se enfrenta diariament­e a la realidad con un ímpetu olímpico. Hay algo de infantil en el comportami­ento de María, pero en plan bien. Conserva la curiosidad y las ganas de preguntars­e continuame­nte el porqué de las cosas. A mí en el trabajo me divierte mucho porque se ha convertido en todo un referente de la televisión de entretenim­iento. Se pone como las cabras con las trampas que le ponen en ‘Sálvame’, se enfada, se muestra herida, airada, menospreci­ada cuando no se le deja hablar más de media hora seguida sin interrupci­ón. Pero luego tiene la capacidad de pasar del cabreo a la risa, porque los años le han enseñado que en el fondo nuestro trabajo tiene mucho de ridículo. Y cuanto más claro se tenga, mejor lo haces. María Patiño está en racha. No conviene perderle la pista.

“Hay algo de infantil en María Patiño... Conserva esas ganas de preguntars­e continuame­nte el porqué de todo”

Indultos

Rosa Díez y Cayetana Álvarez de Toledo han montado una ‘manifa’ contra los indultos para el próximo 13 de junio. Madre mía, ya son ganas de hacérselo pasar mal a la gente que vaya. Con el caloraco que cae en Madrid por esas fechas yo hubiera esperado a septiembre u octubre, que es una época en la que la capital está preciosa y justo has vuelto a ella renovado después de las vacaciones. Pero es que el 13, a final de temporada, con la gente cabreada y hastiada por todo lo que llevamos pasado, pues no es plan. Yo no voy a ir, lo tengo muy claro. Si fuera a favor de los indultos sí que iría porque el ambiente sería más festivaler­o, que es lo que me pide el cuerpo en estos momentos. Un buen festival. Pero

para ver a gente con las caras largas, enfadada y cargando contra Pedro Sánchez ya tengo muchos

programas de televisión. A mí es que, además, me parece que la gente que no está a favor de los indultos tiene muy poca compasión aunque luego presuman de lo contrario. Tú cuando indultas es porque confías en que va a ser para bien, digo yo. O sea, que es una manera de seguir creyendo en el género humano. Y si no indultas es porque consideras que los castigos deben ser eternos, como el infierno. Pero teniendo en cuenta que Francisco –que es un papa de lo más moderno– ya se encargó de decirnos que el infierno no existe, no entiendo por qué hay gente que se opone a que se apliquen medidas que aspiran a mejorar relaciones. Vaticinan que no servirán para nada, pero a mí eso me suena mucho a ‘Minority Report’, una peli de Tom Cruise en la que se arrestaba a los maleantes antes de que fueran malos siguiendo unos algoritmos o yo qué sé. Pero los algoritmos o lo que fuera se equivocaba­n, claro. O se utilizaban mal, no me acuerdo muy bien. Yo es que

con los años me he hecho muy ‘melapelist­a’, que es una corriente filosófica basada en que te la suden –o te la pelen, de ahí el término– esos discursos grandilocu­entes que intentan meternos el miedo en el cuerpo

con desmembram­ientos territoria­les y demás chorradas. Yo quiero que la gente sea lo más feliz posible y, sinceramen­te, no creo que la férrea unidad de España contribuya a que segreguemo­s más serotonina. Otra cosa muy distinta sería que estuviéram­os debatiendo la posibilida­d de que nos robaran el sol y la playa. Por ahí sí que no claudico porque porque yo soy muy de defender lo esencial.

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 ??  ?? “Me gusta Mercedes porque es una mujer apasionada... Si te gusta la televisión debe gustarte Mercedes Milá, no te queda otra”.
“Me gusta Mercedes porque es una mujer apasionada... Si te gusta la televisión debe gustarte Mercedes Milá, no te queda otra”.

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