Mila, inventora de un género televisivo
Su aparición en ‘Aquí hay tomate’ en 2003 hablando de Isabel Pantoja inició una nueva etapa televisiva que ella dominó como nadie
FinalesFinales de agosto de 2003. Una mujer con la voz rasgada por el tabaco y la rabia irrumpe en la pantalla de televisión lanzando bombas contra Isabel Pantoja: “Isabel es rara, siniestra, extraña, oscura”. El impacto en la retina colectiva fue enorme. Todos queríamos más de esa droga que nos había servido ‘Aquí hay tomate’, un programa en ese momento en peligro de extinción por sus bajas audiencias y que, gracias a la hasta entonces desaparecida exmujer de Manolo Santana, remontó y ocupó durante cinco años un digno espacio en la parrilla. El equipo del ‘Tomate’, con Jorge Javier al frente, empezaron a referirse a ella en privado como Santa Mila porque había obrado el mi-lagro mi-lagro de salvar el espacio de la hoguera. En realidad, fue la historia de una salvación conjunta que culminó, curiosamente, con un programa titulado así: ‘Sálvame’.
UN PERSONAJE MUY QUERIDO
Desde el infierno personal en el que vivía, Mila fue la inventora de un género televisivo. Después de ella, ya no servía que unos colaboradores endomingados contaran en televisión lo que habían visto la noche anterior en la fiesta de turno. Mila se abrió en canal y vertió toda una vida de dolor a través de la pantalla. Lo suyo siempre fue verdad, y la verdad es una sustancia que, por escasa, engancha. En ocasiones tuvo que pagar un precio por esa exposición, pero la audiencia la premió convirtiéndola en un personaje muy querido. Llegó a las finales de ‘Supervivientes’ y ‘GH VIP’, desfiló en la Madrid Fashion Week y, cómo no, protagonizó exitosas portadas de LECTURAS.