Un amor turbulento que marcó su vida
Mila y el tenista Manolo Santana, una de las parejas de moda de los 80, compartieron en Marbella una vida de “fiestas y excesos” de la que ella, según nos contó, decidió huir
“Me da pena que la historia con Manolo fuera tan corta”
“Aunque muchas veces me hayáis oído decir lo contrario, lo cierto es que me casé enamoradísima. Pero fue una relación muy complicada”
EllaElla llevaba ya años en Madrid, donde llegó de Sevilla con solo 18 años. Él era el tenista del momento, el Rafa Nadal de su época. Mila Ximénez y Manolo Santana se conocieron en una cena en la que estaba también Ángel Nieto, que fue testigo del primer encuentro de la pareja.
LA PAREJA DE MODA MARBELLÍ
Lo suyo fue un flechazo y en 1983 celebraban una multitudinaria boda civil y, un año después, nació su única hija, Alba. Santana se relacionaba con la flor y nata del país, y la pareja viajaba en jet privado con el Rey. Manolo estaba divorciado de Fernanda González-Dopeso, con la que tenía tres hijos, y la pareja decidió que se casaría por la Iglesia más adelante, cuando Santana tuviera la nulidad. Nunca llegaron a hacerlo, la pareja
“Cuando me casé con Manolo mi vida era perfecta, era un mundo ideal, pero yo quería salir corriendo de ahí”
“Me encontré en un mundo tóxico, amoral e inmoral. Era una noria de fiestas y de excesos”
se separó en 1987. La pareja se instaló en Marbella, donde, según confesó Mila años después en LECTURAS, su vida se convirtió “en una noria de fiestas y de excesos” que Mila no pudo aguantar. “Era un mundo ideal, pero yo quería salir corriendo de ahí”, nos contó.
UNA DIFÍCIL DECISIÓN
Todos la conocían entonces como Mila Santana, un apellido que le abrió muchas puertas, pero del que pronto Mila quiso alejarse. “He luchado a muerte por recuperar mi nombre”, nos contaba en 1987. “Cuando me separé, mucha gente huyó, me encontré sin trabajo. Yo he dormido en un coche”, nos contó años después.
“Cuando me separé de Manolo, me encontré sin trabajo, me cerraron muchas puertas. Yo he dormido en un coche”