El diseñador internacional
Autor de chimeneas escultóricas, Dominique Imbert es uno de los más reconocidos diseñadores de este tipo de accesorios. Guiado por la intuición, Imbert estudió Literatura en París y Londres, y en su carrera profesional destacan ámbitos tan diversos como haber sido etnólogo, ayudante de cocina, doctor en Sociología y profesor de Literatura. Tras refugiarse en un pueblo medieval al norte de Montpellier (Francia), se volcó en la forja, esculpido y martilleado del hierro, diseñando chimeneas verdaderamente poéticas que conectan a las personas con su entorno.
Es noticia
Patricia Urquiola, una de las referencias en diseño en España, ha debutado en el diseño de chimeneas, reinterpretando este elemento como objeto arquitectónico. Ha trabajado en el desarrollo de la estufa de pellets Wall de MCZ. “Para nosotros las fuentes de CO2 neutrales son esenciales”, describe la diseñadora española, que para este proyecto ha trabajado con un concepto cilíndrico muy sobrio, ocultando las tuberías para un resultado lleno de esencialidad. De este modo consigue una chimenea en diálogo con el espacio, convirtiendo la estufa en un elemento decorativo. Además, esta estufa se puede gestionar directamente desde el smartphone. “En poco tiempo, estas conversaciones con los objetos estarán más presentes en nuestros hogares”, vaticina Urquiola.
¿Calienta de verdad?
Más allá del valor estético, una chimenea es un punto de calor verdaderamente útil en los interiores. Irradia y difunde el calor y las que son de acero se benefician de este material como conductor térmico. No obstante, la calidad de la madera donde se instala una chimenea juega un papel muy importante. Según explican en la empresa de chimeneas de diseño MCZ, las chimeneas de diseño no son solo una opción estética, sino también “unos potentes equipos de calefacción, capaces de calentar con facilidad un ambiente o incluso toda la casa”.