Empieza la temporada con un armario equitativo, que se mueve entre las capas de abrigo y la ligereza de las prendas etéreas, que aportan color y movimiento. Es el momento de abrazar la versatilidad de los tonos neutros, jugar con las longitudes y experimentar con texturas y estampados sobrios para conseguir esa apreciada elegancia atemporal.