LA CIENCIA EN EL VESTIR
“DEBEMOS TENER EN CUENTA QUE LA ROPA ES TAMBIÉN UNA MASCARILLA DE NUESTRO CUERPO”, AFIRMA EDUARDO DIMAS, DIRECTOR GENERAL DE JAVIER SIMORRA
Moda y tecnología convergen de manera más tangible en las últimas décadas para encontrar soluciones creativas e innovadoras a los actuales problemas de la industria. Materias primas sorprendentes, impresión 3D, nuevas herramientas digitales y la última revolución del sector: los tejidos inteligentes que protegen de agentes patógenos. Una batalla más, que da alas al sector para librarse del mal del coronavirus.
La pandemia ha obligado a la industria textil a reinventarse para sobrevivir, propiciando que las firmas de moda reactiven sus departamentos de investigación y desarrollo para encontrar soluciones innovadoras que les ayuden a reposicionarse para salir del bache. Varias empresas han aprovechado estos meses de desaceleración para desarrollar asombrosas tecnologías que afectan a sus procesos de fabricación y, en concreto, muchas de ellas se han centrado al desarrollo de telas que repelen y destruyen las bacterias y los virus, creando así un nuevo nicho de mercado, hasta ahora casi inexistente.
UNA BARRERA DE PROTECCIÓN CONTRA LOS VIRUS
En España, una de las firmas punteras en este aspecto ha sido Javier Simorra. La pasión por los tejidos y la innovación que abandera la firma barcelonesa desde hace más de 40 años la llevó a crear hace 10 años Simorra Lab, un área comprometida con la innovación y el diseño que ha lanzado esta temporada ‘Urban Protect’, la primera colección de prendas confeccionadas con tejidos que bloquean los agentes patógenos. Un nuevo proyecto que ofrece a sus clientes protección y prevención frente a los efectos de la crisis sanitaria. “Queríamos crear prendas que no fueran un traje de buzo ni de quirófano, que incorporaran propiedades protectoras hasta ahora insospechadas sin renunciar al diseño, la comodidad y la calidad”, explica Eduardo Dimas, director general de la firma.
“NUESTROS TUBULARES TIENEN UNA EFICACIA DE FILTRACIÓN DEL 98% DE LOS AGENTES PATÓGENOS”, CUENTA DÁNAE MALET, PRODUCT MANAGER DE BUFF EN ESPAÑA “LOS TEJIDOS INCORPORAN MICROCÁPSULAS POLIMÉRICAS QUE TIENEN LA CAPACIDAD DE ABSORBER, MANTENER Y LIBERAR CALOR”, EXPLICA JÚLIA G ESCRIBÀ, DISEÑADORA DE SU FIRMA HOMÓNIMA
Esta propuesta, en formato cápsula y en edición limitada, la forman prendas exteriores como gabardinas, chubasqueros, trenchs, montgomerys y, por supuesto, capas. Todas ellas diseñadas con los acabados y los detalles que caracterizan a la marca. “No hay diferencias estéticas respecto a las colecciones anteriores y, además, los tejidos de ‘Urban Protect’ han sido testados frente al Covid-19, con una eficacia del 99%”, añade Dimas.
Para el desarrollo de este proyecto textil han participado empresas de diferentes países, como Suiza y Japón, que han cooperado de forma internacional en esta colección cápsula con la aplicación de agentes químicos que ya se usan en hospitales y sistemas sanitarios. “Incorporamos un compuesto capaz de inactivar virus y bacterias que entran en contacto con el tejido en apenas 5 minutos, en un proceso tecnológico testado, certificado y homologado, garantizando la efectividad”, cuenta el director de Javier Simorra. ‘Urban Protect’, que se comercializa en tiendas y puntos de venta de El Corte Inglés, es la punta de la lanza de lo que está por venir en tecnología de protección. “Debemos tener en cuenta que la ropa es también una mascarilla de nuestro cuerpo”, concluye.
Javier Simorra no es el único que innova al aplicar tecnologías que repelen y destruyen los virus. Hay otros ejemplos actuales, como Sepiia y sus camisas ‘inteligentes’. Esta empresa española de moda sostenible ha creado un tejido especial que muestra una actividad antiviral del 95% frente a coronavirus tras dos horas de contacto. Eso se debe, según aseguran, a las nanopartículas de plata contenidas en los hilos del tejido. Por su parte, la empresa mallorquina de textiles de decoración EGEA ha desarrollado un material repelente para implementarlo en el sector de la hostelería.
FILTRACIÓN BACTERIANA
Quien también aplica innovaciones tecnológicas contra agentes patógenos es BUFF, dedicada a los tubulares que protegen cuello y cabeza, entre otros accesorios. La firma ha lanzado recientemente el innovador Buff Filter Tube, una alternativa creativa a las mascarillas higiénicas convencionales que cuenta con un sistema de filtros reemplazables y un diseño ergonómico sin costuras que se ajusta a todo tipo de fisonomías. “Hemos unido esfuerzos para desarrollar una solución que fuera tan cómoda como eficaz”, explica Dánae Malet, product manager de Buff. En este nuevo producto, los filtros utilizados se han desarrollado en Alemania y cumplen con los requisitos de funcionamiento de eficacia de filtración bacteriana y respirabilidad de la norma para mascarillas quirúrgicas con una gran promesa. “Tienen una eficacia de filtración del 98%, lo que significa que filtran prácticamente todas las partículas mayores de 3 micras”, añade Malet. Además, este nuevo tubular está fabricado con un 95% de poliéster reciclado, un compromiso con la sostenibilidad que la marca catalana abandera desde hace tiempo. TECNOLOGÍA TERMORREGULADORA INSPIRADA EN LA NASA
Así como los grandes de la industria aceleran varios procesos de investigación para poner las últimas tecnologías al servicio de la moda, los new talents del diseño tampoco se quedan atrás. Júlia G Escribà debutó con 20 años en la pasada edición del 080 Barcelona Fashion con una sorprendente colección termorreguladora elaborada con una tecnología desarrollada para la NASA y que, para ello, cuenta con la homologación de la fundación espacial norteamericana. “Esa tecnología hace que la ropa se adapte a la temperatura que tu cuerpo necesita, posibilitando un cambio en el contexto actual de la moda”, explica la creadora catalana. La propuesta JGE Future Team es la expresión de su misión como diseñadora: moda urbana sostenible con prendas utilitarias que se adapten climáticamente con mecanismos termorreguladores. “Los tejidos incorporan microcápsulas poliméricas que tienen la capacidad de absorber, mantener y liberar calor”, detalla Escribà sobre el proceso creativo que incubó durante el confinamiento del pasado mes de marzo. De hecho, su propuesta es innovadora en nuestro país. “Somos una de las primeras marcas de ropa en el mundo que trabaja con esta tecnología y nuestra misión es acercar los smart textiles de una manera real a los usuarios”, añade. Escribà continúa investigando sobre esta nueva tecnología aplicada en moda en la próxima colección, que ya está diseñando para el año que viene.
IMPRESIÓN TRIDIMENSIONAL
Dejando de lado los tejidos inteligentes, otra de las últimas revoluciones del sistema de la moda es la impresión tridimensional. Aunque aún queda trabajo por hacer para que sea una realidad factible para la mayoría de consumidores, hay varias empresas que llevan años centrando su interés en esta tecnología. Por ejemplo, la modista holandesa Iris van Herper fue una de las pioneras en experimentar, en 2009, con la impresión tridimensional, elaborando complejas texturas, formas arquitectónicas y diseños que más tarde se subieron a la pasarela. El diseñador de joyas, decoración y vestuario escénico Michael Schmidt también sentó las bases al producir el primer vestido impreso en 3D totalmente articulado en Los Ángeles. Lo lució como nadie Dita Von Teese, la reina del burlesque, en un reconocido hotel californiano. El sombrerero londinense Philip Tracy también experimentó con esta tecnología aplicada en estos accesorios para la cabeza y, en Tokio, Issey Miyake se atrevió a elaborar los primeros prototipos en 4D. En España, otro joven diseñador le da la vuelta a este concepto y lo fusiona con la artesanía, creando un innovador concepto de moda femenina, fabricada bajo pedido, que abraza de la misma manera píxeles con puntadas. Eso es lo que hace Quique Vidal con su proyecto Becomely. “Al final, la impresión no deja de ser artesanía. Todas las piezas se acaban de manera manual, y se fabrican de una en una, preparándolas como si fueran únicas antes de montarlas”, cuenta Vidal. De momento, el diseñador valenciano produce su ropa femenina bajo demanda y, en paralelo, fabrica detalles y joyería en 3D que acompañan a la perfección sus diseños atrevidos, que mezclan color con tejidos sorprendentes. El futuro del joven creador pasa por explorar nuevos caminos. “De momento, sigo trabajando en nuevos productos impresos y estamos estudiando varias colaboraciones”, concluye Vidal.
“LA IMPRESIÓN 3D NO DEJA DE SER ARTESANÍA”, SEGÚN QUIQUE VIDAL, DISEÑADOR DE BECOMELY