LA CONTRAPORTADA

ANA UREÑA

Anécdotas, preparativos, personajes y contratiempos. Desvelamos algunos de los detalles de la realización de esta revista.

Atocha, Madrid, recepción del hotel Only You, siete de la mañana, noche cerrada. Nos disponemos a hacer fotos a Amaia Aberasturi, nominada a mejor actriz protagonista en los Goya 2021 por su trabajo en Akelarre.

Estamos esperando a que nos den la llave para subir a la habitación y empezar con el maquillaje. “¿No está el talent?” pregunta alguien del equipo. El talent, talento en español, la actriz, para que nos entendamos. “Estoy aquí”. Una voz tímida se oye entre los maletones con la ropa y los accesorios de estilismo y todo el material fotográfico todavía en sus fundas ad hoc. Entre el cambio de look (de morena de pelo largo a rubia con melena por los hombros), la mascarilla XXL, su discreción y sus 23 años, podía haber sido una estudiante de Erasmus alojándose en el hotel. Además de hacerle madrugar, también le hicimos pasar un poco de frío en la azotea del hotel a 12 grados con un minivestido de seda. Pero ni una queja. Solo buena disposición. Si hubiese un Goya a mejor actitud, yo se lo daba.

Las fotos de portada con Maxi Iglesias se hicieron esperar. “Habré cogido 1500 vuelos en mi vida y jamás he perdido uno”. Siempre hay una primera vez. Maxi se estrenó en la aventura de viajes fallidos con Lifestyle. Llegar, llegó, al hotel Bless, que es lo que importa, y de muy buen humor.

Y todo esto a pesar de tener la planta de los pies con alguna que otra púa de erizo, como souvenir de su momento surfero en Canarias. Cero quejas y posando con sonrisa. “Tengo el umbral del dolor muy alto”, asegura. Y cuando indago me dice que lo que más ilusión le haría es un viaje de expedición. Es más, que le apetece participar en un programa de aventura. Productores de programas de supervivencia extrema, ahí os lo dejo. Maxi Iglesias a lo Robinson Crusoe. Creo que es el contenido que merecemos.