LA ETERNA MODA DE SER periodista
Son muchos los periodistas que han inspirado libros y películas. Pero de un tiempo a esta parte, lo que interesa es contar las historias de quienes se dedican a contar las de los demás. En España, la serie Reyes de la noche entra en los estudios de radio, Jennifer Aniston lo hace en el de la tele con The Morning Show y las protagonistas de The Bold Type, en el de las revistas femeninas. El periodismo está de moda… al menos en la ficción.
DecíaDecía Ryszard Kapuscinski, uno de los maestros del oficio periodístico, que “las malas personas no pueden ser buenos periodistas”. Sin ánimo de quitar veracidad a su afirmación, todo el que haya pisado alguna vez una redacción sabe que ser excelente no está directamente relacionado con tener éxito. Quizá por eso, a lo largo de la historia del cine, los guionistas han dibujado muchas veces al periodista de turno como un ser ambicioso que solo busca el reconocimiento. Cintas como Ciudadano Kane y El precio de la verdad han mostrado las vergüenzas de una profesión que, si bien es cierto que adolece casi siempre de un exceso de ego, también tiene mucho de oficio. Y también, por qué no decirlo, de pelea para que el único foco que brille lo haga para arrojar luz sobre lo que se quiere revelar. Esa pelea la han mostrado con maestría películas como Spotlight o Los papeles del Pentágono. Ambas dejaron claro que hay profesiones que solo se pueden ejercer honestamente desde la vocación. De esa pasión por contar historias tenía un poco Lois Lane en cada entrega de Superman, y también Robert Redford en Todos los hombres del presidente, aunque no la gestionaran de igual modo. La vocación es un torbellino capaz de arrasar con todo a su paso y reconfigurar el mundo. Quizá por eso, genera tanto interés también entre quienes no se dedican ello.
Decía Ryszard Kapuscinski que “las malas personas no pueden ser buenos periodistas”. Sin ánimo de quitar veracidad a su afirmación, todo el que haya pisado una redacción sabe que ser excelente no está directamente relacionado con tener éxito.
LA VIDA EN UNA REDACCIÓN.
Esa fascinación por el periodismo se ha visto reflejada de forma cíclica en la pantalla. Al principio se contaban solo las grandes historias, hasta que los creadores de ficción descubrieron el filón que suponía contar lo que sucedía dentro de las propias redacciones, porque suelen funcionar como microcosmos. Igual que sucede con los hospitales, los medios de comunicación parecen generar su propio campo gravitacional, atrapando a quienes allí trabajan en ese universo paralelo tan fascinante como vertiginoso: los horarios van al revés, la rutina es aquello que para otros resulta excepcional y eso los convierte en fuente inagotable de historias. Así que, cada cierto tiempo, los guionistas vuelven a poner la vista en los medios para retratarlos.
LA RADIO DE LOS 80.
En unos días Movistar + estrenará una de sus apuestas de la temporada, Reyes de la noche, con Javier Gutiérrez, Itsaso Arana y Miki Esparbé a la cabeza de un reparto que, en clave de comedia, se aproximará al mundo de la radio y lo hará de una forma que a más de uno le generará cierta nostalgia. La serie, que llega este mes de mayo a la cadena, juega a mostrarnos lo que habitualmente no vemos: lo que sucede dentro de los estudios. La ficción se centra en la época dorada de la radio deportiva, los años 80, y recrea todo ese ambiente con dos hombres que pelean por estar a la cabeza en las ondas, lo que generará situaciones más que cómicas. En todo ese universo masculino se cuela una mujer, Marga Laforet, a quien da vida Itsaso Arana, que tendrá que abrirse paso con uñas y dientes en un mundo plagado de testosterona. Cuenta la propia Itsaso que su personaje “es una periodista de raza, muy preparada, la primera de la clase”, que se da de bruces con la realidad cuando ve que su presente no concuerda con sus aspiraciones y la relegan a la noche, a un formato que no le gusta demasiado. Asegura que para preparar su papel escuchó las voces de mujeres que marcaron una época en la radio. “Estuve viendo muchas entrevistas de Julia Otero, de Isabel Gemio… Y tuve la suerte de poder hablar con Gemma Nierga, que fue la que prácticamente inventó Hablar por hablar”, comenta con admiración. Es innegable que hay un cierto paralelismo entre su personaje y lo que a Nierga le tocó vivir en sus comienzos, cuando, según refleja Itsaso, era tan joven que “muchas veces tenía que dar consejos a personas de cosas que ella no conocía”. Una similitud que también se refleja en la época, porque a Nierga le tocó vivir los años que Reyes de la noche intenta retratar. Ellos lo hacen desde la radio deportiva, un mundo dominado por los hombres en el que el personaje Arana aterriza y tiene que pelear por hacerse oír: “Ella ve el periodismo como una forma de transformar el mundo. Está frustrada y está tratando de pisar todo lo fuerte que puede y abrirse paso en ese mundo tan masculino”, reflexiona la actriz cuando hablamos con ella sobre este proyecto.
LA VOZ DE LAS MUJERES.
Del papel de las mujeres en el mundo de la comunicación y de la necesidad de que se las escuche se está hablando mucho últimamente. Especialmente en Hollywood. Nicole Kidman, Charlize Theron y Margot Robbie se encargaron de poner en el mapa cinematográfico lo sucedido en Fox News con El Escándalo en 2019. Y después, Jennifer Aniston y Reese Witherspoon han hecho lo propio en televisión con The Morning Show, aunque desde otro ángulo y con una historia ficticia. La serie de Apple TV supuso el regreso de Aniston a la pequeña pantalla y la convirtió en la presentadora de un programa matinal en plena batalla por no ser despedida por su edad. Mientras, mostraba las relaciones entre los miembros del equipo y sus reacciones cuando el presentador estrella es acusado de acoso. La primera temporada fue un éxito, por lo que la cadena ya tiene en marcha la segunda, que además cuenta con Julianna Margulies –protagonista de The Good Wife –como fichaje estrella–. Parece que aún no hay prevista una fecha de estreno, lo que sí que está claro es que están dispuestos a darle voz, de nuevo, a las mujeres maduras que tienen que luchar para que su edad no pese más que su currículo. Vamos, para recibir el mismo trato que sus homólogos masculinos.
LA VERSIÓN MÁS FASHION.
De las voces milenial en el periodismo se está encargando otra serie que en España podemos ver en Netflix. Se trata de The Bold Type, una ficción con tres jóvenes como protagonistas a la que muchos ya califican como la heredera de Sexo en Nueva York, para desgracia de los seguidores de Emily in Paris. La serie cuenta cómo las protagonistas intentan hacerse un nombre en el mundo de la comunicación trabajando en una revista femenina llamada Scarlet mientras lidian con los dramas de su época: desde encontrar su posición frente a la política, las fake news, hasta lidiar con el acoso en las redes sociales.
Al parecer, aunque el medio sea ficticio, la trama está inspirada en las vivencias de Joanna Coles, quien fuera directora de la edición americana de Cosmopolitan, así que algo de cómo funcionan los medios parece que saben los guionistas. Como corresponde a su época y al universo que refleja, la ficción tiene un enfoque feminista. Eso implica que, con muy buen ojo, en esa redacción no hay una jefa que actúe como una tirana como sucedía con Miranda Priestly en El diablo viste de Prada. Eso sí, como sucedía en la película, aquí también viene todo adornado con una buena dosis de glamour y un vestuario minuciosamente seleccionado. Porque el armario de la revista es un personaje más y la moda, un lenguaje con el que comunicar. Las protagonistas hacen toda una declaración de intenciones al saber interpretar el vestuario en clave política y dejan patente que se puede pisar fuerte con tacones de 15 centímetros. También, que todo sirve a la hora de contar una historia. Porque puede que, al final, la moda, el periodismo y el cine sean solo tres formas de hacer lo mismo: representar el mundo tal y como lo percibimos.