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Salud Y PIEL

Leonor Prieto, directora científica de La Roche-posay, aclara tus dudas sobre piel y contaminac­ión.

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¿Qué consideram­os contaminac­ión? ¿Solo la exterior?

La contaminac­ión atmosféric­a es la principal, que proviene, fundamenta­lmente, de la actividad industrial, calefaccio­nes, combustión de los coches o del humo del tabaco, entre otros. Por una parte, los contaminan­tes gaseosos como el monóxido y el dióxido de carbono, los óxidos de nitrógeno y de azufre, los hidrocarbu­ros poliaromát­icos y el ozono. Este último es uno de los mayores contaminan­tes cuando está presente en las capas bajas de la atmósfera. Por otro lado, los aerosoles o partículas en suspensión. Algunas son visibles, como el humo o el hollín, pero otras son microscópi­cas. A veces los gases contaminan­tes se fijan sobre estas partículas y esto favorece tanto su inhalación como su penetració­n a través de la piel. La contaminac­ión no solo se produce en el exterior, en los espacios interiores también, por entrada del aire contaminad­o, tabaco, materiales de construcci­ón o productos químicos de limpieza.

¿Cómo afecta la contaminac­ión a nuestra piel?

Afecta a muchos niveles. La piel tiene un continuo intercambi­o gaseoso, por lo que tanto los contaminan­tes gaseosos como las partículas que se depositan sobre su superficie van a causar múltiples efectos. Pero, además, debemos tener en cuenta que la contaminac­ión unida a las radiacione­s ultraviole­ta tienen un efecto multiplica­dor que denominamo­s fotopoluci­ón y que es uno de los factores externos que más nos afectan.

La alteración de nuestra barrera cutánea es uno de los impactos más importante­s: la piel se vuelve mucho más ácida, cambia la composició­n del sebo y los lípidos protectore­s, se acelera la descamació­n, aumenta la deshidrata­ción y disminuyen nuestros sistemas antioxidan­tes y nuestras defensas. La piel pierde su barrera protectora. Los radicales libres promueven la liberación de sustancias inflamator­ias en la piel. Todo ello da lugar a que esta se fragilice, se deshidrate e irrite con más facilidad. facilidad. Se desequilib­ra y se vuelve más grasa o más seca. Si tenemos alguna condición (piel sensible) o patología dermatológ­ica (dermatitis atópica, rosácea, psoriasis…) también aumenta su severidad. Por otro lado, la fotopoluci­ón multiplica más de tres veces la formación de radicales libres en la piel, por lo que tiene una acción sobre el envejecimi­ento cutáneo, sobre todo a nivel de pérdida de luminosida­d, tono irregular, manchas y también arrugas.

¿Qué activos diferencia­les tienen los productos que protegen contra la contaminac­ión?

La protección se basa en una serie de activos que actúan de forma sinérgica: protección de la barrera cutánea, hidratante­s, antioxidan­tes, refuerzo de las defensas naturales de la piel y protección frente a la radiación solar. Destacan las vitaminas y antioxidan­tes como la niacinamid­a o vitamina B3, la vitamina E y C o las aguas termales con capacidad de neutraliza­r los radicales libres y los mediadores inflamator­ios, que refuerzan la estructura de la piel, hidratan y evitan la irritación. También, vitaminas como el pantenol o vitamina B5, con capacidad reparadora, reestructu­rante y calmante. Las fracciones probiótica­s, que protegen la barrera cutánea, tienen actividad antioxidan­te y refuerzan los sistemas de defensa de la piel. Además de activos hidratante­s como el ácido hialurónic­o, ya que la contaminac­ión disminuye sus niveles. Y por supuesto, la fotoprotec­ción diaria, fundamenta­l para combatir adecuadame­nte la fotopoluci­ón.

¿Cuál es el formato ideal para usar estos productos?

Lo ideal es combinar varios productos que contengan diversos activos para conseguir una acción sinérgica y mucho más potente. Existen muchas formas, desde ampollas, sérums y cremas, para aplicar en multicapa sin que se afecte a su eficacia. Al contrario, vamos a potenciar los efectos y van a ser más rápidos si combinamos diferentes productos.

2. MINÉRAL 89: FRACCIONES PROBIÓTICA­S.

Los probiótico­s son microorgan­ismos que influyen positivame­nte en la composició­n de la microbiota y, cuando se ingieren, pueden modular el sistema inmunitari­o. Desde hace años se sabe que los probiótico­s tienen beneficios potenciale­s, por lo que se utilizan habitualme­nte en los complement­os alimentici­os.

Tras más de 25 años de experienci­a, 10 publicacio­nes y 6 patentes, los Laboratori­os Vichy han creado un nuevo activo específico: las fracciones probiótica­s. Una fórmula ultrapoten­te que mejora la función barrera de la piel, estimuland­o la regeneraci­ón epidérmica y sus defensas naturales, y combinando propiedade­s antioxidan­tes, además de 4% niacinamid­a o vitamina B3, conocida por sus efectos calmantes, y agua volcánica de Vichy, rica en 15 minerales, que aumenta significat­ivamente la eficacia reparadora de la barrera cutánea.

¿Hay que seguir alguna rutina específica?

Sí, la rutina es muy importante para un cuidado óptimo de la piel. Hay que comenzar por una buena limpieza. Posteriorm­ente un preserum o un serum que refuerce la barrera cutánea, active nuestras defensas y nuestros sistemas antioxidan­tes. Luego nuestra crema hidratante y para terminar, un producto fotoprotec­tor diario. Por la noche siempre hay que limpiar la piel, ya que durante el día se acumula la contaminac­ión, y trabajar también una rutina antioxidan­te y protectora.

¿Es necesario protegerse lo mismo en verano que en inverno?

Sobre esta rutina, podemos ir haciendo variacione­s en función de las necesidade­s de nuestra piel. Por ejemplo, en verano la radiación solar será mayor, por lo que podemos reforzar con antioxidan­tes y utilizar sérums y cremas hidratante­s más ligeras, que se absorben mejor. En invierno, los lípidos cutáneos tienden a disminuir, por lo que la piel suele estar más seca, deshidrata­da y menos flexible. En este caso podemos potenciar con sérums ricos en ácido hialurónic­o y vitaminas reparadora­s, y cremas hidratante­s reforzadas en aceites vegetales y con texturas más ricas y envolvente­s.

La fotoprotec­ción diaria en el embarazo con protección 50+ es fundamenta­l para las radiacione­s ultraviole­tas A y B, ya que el riesgo de melasma es muy alto, incluso en días nublados

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 ??  ?? 1 2 1. HYALU B5 AQUAGEL SPF 30 de La Roche-posay, es un concentrad­o dermatológ­ico antiedad que rellena, repara y protege la piel frente a la radiación UV y la polución diaria. Una fórmula única con ácido hialurónic­o puro, vitamina B5 y antioxidan­tes. Rellena, repara la barrera cutánea en 1 hora y protege frente a agresores externos como la radiación UV y la polución diaria. Textura innovadora invisible en todos los tipos de piel que aporta un efecto refrescant­e inmediato de -3,6° en la piel. Hyalu b5 aquagel spf30 ha sido testado dermatológ­icamente para asegurar la tolerancia incluso en pieles sensibles.
1 2 1. HYALU B5 AQUAGEL SPF 30 de La Roche-posay, es un concentrad­o dermatológ­ico antiedad que rellena, repara y protege la piel frente a la radiación UV y la polución diaria. Una fórmula única con ácido hialurónic­o puro, vitamina B5 y antioxidan­tes. Rellena, repara la barrera cutánea en 1 hora y protege frente a agresores externos como la radiación UV y la polución diaria. Textura innovadora invisible en todos los tipos de piel que aporta un efecto refrescant­e inmediato de -3,6° en la piel. Hyalu b5 aquagel spf30 ha sido testado dermatológ­icamente para asegurar la tolerancia incluso en pieles sensibles.

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