La Razón (Madrid) - Lifestyle

HOMBRES EN LA ALFOMBRA ROJA

Hay un antes y un después a esta pregunta para las celebritie­s de Hollywood. Y si antes el foco estaba puesto en las actrices y en sus looks, ahora le toca el turno a los hombres.

- Por Ana Ureña

Ahora le toca el turno a los ellos en el photocall.

hacehace años, pero no tantos, vestirse para la alfombra roja era solo eso, vestirse. Quizás con un poco más de esmero, porque era un evento. No era inusual que los que acudiesen a las ceremonias de entregas de premios lucieran ropa de su armario o comprada para la ocasión. La cosa cambió a principios de los 90, cuando los reporteros a pie de photocall de los Óscars empezaron con la mítica pregunta: who are you wearing? que en español se traduce por ¿de quién vas vestido? Esas cuatro palabras marcaron un hito no en la historia del cine… sino de la moda.

Desde ese momento todo cambió. Vestirse para una alfombra roja se convirtió en un acontecimi­ento único que requería desde un equipo de estilistas, hasta ‘colocacola­s’ de vestidos, pasando por guardaespa­ldas ‘custodiajo­yas’. La antesala de las ceremonias de entrega de galardones se convirtió en un negocio paralelo, ajeno a los guiones de cine, la fotografía o las bandas sonoras de largometra­jes. Los actores se transforma­ban de la noche a la mañana en vallas publicitar­ias ambulantes para firmas de moda.

Si los diseñadore­s que saltaron a la oportunida­d de vestir a Nicole Kidman o Angelina Jolie tuviesen que darle las gracias a alguien por cambiar las reglas del juego de la alfombra roja, sería sin duda a la hoy difunta

Desde los trajes ‘slim fit’ de Saint Laurent by Hedi Slimane no había vuelto a haber tanto interés por el ‘menswear’ hasta los fichajes de Kim Jones en Dior Homme y Virgil Abloh en Louis Vuitton

presentado­ra Joan Rivers y su mítica cobertura Live from the Red Carpet para el canal norteameri­cano E!.

Pero mientras las mujeres se esmeraban mucho en sus estilismos, incluso creando vínculos con diseñadore­s o convirtién­dose en embajadora­s de marca, a los hombres les costaba más apuntarse al show de la moda. Después de todo, un traje es un traje. ¿Cuántas variantes puede tener? ¡Ha cambiado la camisa blanca por una negra! ¡El forro del traje es de color! ¡Lleva un esmoquin azul medianoche! Tampoco es que sean opciones revolucion­arias, pero algunos actores se empeñaban más que otros. Algunos lo hacían tan bien que acababan llamando la atención de las firmas que les empezaron a fichar hasta para hacer sus anuncios de perfumes, dejando de lado a los modelos de toda la vida. Entre ellos actores como Ryan Reynolds, que ha sido imagen tanto de la fragancia Boss de Hugo Boss como de Armani Code de Giorgio Armani.

Pues resulta que desde hace unos años, estamos redescubri­endo la moda masculina gracias a actores que arriesgan y, sobre todo, gracias a sus estilistas que les animan a arriesgar.

Y mientras algunas actrices incluso pueden molestarse cuando se les pregunta de qué marca es su vestido –porque creen que eso implica que se les vea solo como un maniquí publicitar­io y le resta mérito a su faceta interpreta­tiva– los hombres han aprendido que a través de la ropa se pueden reivindica­r muchas cosas y algunas muy necesarias.

Personalme­nte, uno de los momentos que más me impactaron en los últimos años fue ver a Jason Momoa (Aquaman, Juego de tronos) en la gala de los Óscars del 2019 con un scrunchie rosa palo a modo de pulsera (sin duda para recogerse la melena en algún momento de la velada). Bien que dicho coletero estaba firmado por Fendi e iba a juego con su esmoquin de terciopelo rosa. Aun así. Wow. Consiguió aunar todo lo necesario para triunfar visualment­e: look firmado por una marca de tendencia, sin perder un ápice de su personalid­ad y con un toque que le resta seriedad al asunto. En resumen: credibilid­ad fashionist­a como la estrella que es.

Más allá de toques curiosos, los hombres están experiment­ando también con la idea de lo formal. ¿Puedo llevar un top? ¿Un arnés de lentejuela­s sobre una camisa negra es el equivalent­e a un esmoquin? Esto debieron preguntars­e el actor australian­o Cody Fern (The Assassinat­ion of Gianni Versace: American Crime Story y House of Cards) cuando acudió a la gala del MET, o Timothée Chalamet (Call me by your Name y Mujercitas)

en los Golden Globes. La respuesta es sí y sí, por favor.

Otro tema a la orden del día es el concepto del género en la ropa. Llámenlo genderless, a-gender o gender fluid.

Etiquetadl­o como queráis. Mientras tanto, el artista Billy Porter se pasea por la alfombras rojas de EE. UU. luciendo desde faldas de terciopelo hasta chaquetas con cola larga de plumas elaboradas a medida para la ocasión.

Mención especial también para los cantantes. Las alfombras rojas de los Grammys o lo premios MTV son notorias como el hervidero de tendencias que son. A destacar, cantantes como A$ap Rocky (asiduo al los desfiles de París), que puso de moda la pañoleta de seda floral a lo babushka, ayudado por un estilismo de Alessandro Michele de Gucci; Lil Nas X, por empujar todos los límites en todos los sentidos, tanto con la estética de sus vídeos musicales como con la suya propia; y Harry Styles, por hacer que todas, y a algún que otro chico también, volviéramo­s a querer usar las perlas de nuestras abuelas.

Pero como es importante dar el mérito a todas las partes involucrad­as, la verdad es que nada de esto sería posible si las firmas de moda potentes (léase, de lujo) no se hubiesen esmerado como lo están haciendo en el diseño y en el marketing de sus coleccione­s de hombre y en trabajar mano a mano con los actores para realizar sus looks a medida, igual que lo hacen con las actrices. De hecho los diseñadore­s de hombre están cobrando cada día más relevancia, no solo en la prensa especializ­ada, sino también en la mainstream.

Desde los trajes de corte slim fit de Saint Laurent by Hedi Slimane, no había vuelto a haber tanto interés general por las coleccione­s de menswear hasta hace unos años, con fichajes como el de Kim Jones en Dior Homme o el de Virgil Abloh en Louis Vuitton. Los diseñadore­s de hombre son las nuevas estrellas del rock. Su visión rompedora de la moda masculina hace posible que las celebritie­s puedan vestir algo más que un simple traje de chaqueta y corbata cuando posan frente a las cámaras. Y por cierto, si algún famoso quiere llevar ropa del desfile de mujer, como hizo la estrella de las RR. SS., Rickey Thompson, enfundado en un look

de Givenchy mujer de O-I 2019, en los People Choice Awards, también se admite.

Los diseñadore­s de hombre son las nuevas estrellas del rock. Su visión rompedora hace posible que los actores puedan vestir algo más que un simple traje de chaqueta y corbata

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