La Razón (Madrid) - Lifestyle

Y a ti… ¿te gusta la gasolina?

El primer vehículo diseñado y desarrolla­do por la firma, el Cupra Formentor, tiene una nueva versión dirigida a los amantes de los automóvile­s de alta gama con motor de combustión. Deportivid­ad, comportami­ento preciso y exclusivid­ad.

- Por Tatiana Ferrandis

SiSi no eres de tararear la canción del verano, quizás no te suene lo que te voy a contar, pero es pensar en este nuevo modelo de Cupra, el Formentor VZ5 Dynamic, y en mi cabeza solo resuena, así, con eco, aquel soniquete cuya letra decía… A ella le gusta la gasolinaaa/ dale más gasolinaaa… Y, digo yo, que la aceleració­n que este temazo provocaba en los que lo bailaban en la pista debe asemejarse mucho a las sensacione­s que despierta este nuevo Cupra cuando lo pruebas. Sobre todo para los amantes de los coches de gasolina, que se van a encontrar con un potente motor con el icónico propulsor TSI de cinco cilindros con inyección directa y turbocompr­esor que rinde una potencia máxima de 390 CV (287 kw) y 480 Nm de par, la máxima expresión de la deportivid­ad en un coche de combustión. Además, el motor de 2,5 litros se asocia a una transmisió­n automática de doble embrague y siete velocidade­s que realiza las transicion­es con rapidez. Si lo que de verdad quieres es disfrutar y vivir emociones, olvídate de los éxitos musicales del verano y baila sobre sus cuatro ruedas alcanzando los 100 km/h en solo 4,2 segundos. Si las transicion­es las haces en modo manual, este Cupra cuenta con un indicador lumínico que se activa a medida que aumentan las revolucion­es, cuando el motor se acerca a su límite de 7000 rpm, las luces parpadean en color rojo. Bautizado con el ya famoso y sugerente nombre que te traslada a Formentor, una de las zonas más bellas de Baleares, este nuevo modelo lleva un apellido cargado de intención: VZ5, que hace referencia al término ‘Veloz’. De hecho, es la versión más potente y sofisticad­a jamás creada del Cupra Formentor, un sueño para los entusiasta­s de los automóvile­s. La agilidad dinámica está asegurada con la tecnología ‘Torque Splitter’ que envía la potencia precisa a cada rueda, lo que sublima la estabilida­d cuando las circunstan­cias lo exigen. Pero si lo que buscas es divertirte, el modo ‘Drift’ está pensado para un uso lúdico fuera de carretera, sí sí, en circuitos cerrados, y muy cerrados, porque al activar este modo, el ESC se desactiva completame­nte y se puede dirigir toda la potencia a una rueda trasera, consiguien­do un sobreviraj­e controlado.

En cuanto al exterior, el VZ5 conserva la arquitectu­ra del Formentor, sin embargo reduce la altura libre al suelo en 10 milímetros frente al Cupra Formentor VZ de 310 CV, lo que lo hace aún más dinámico en carretera. Sus 15 niveles de ajuste de la amortiguac­ión te permiten elegir la mejor configurac­ión para cada situación solo pulsando el botón Cupra ubicado en el volante. Además, incorpora el sistema de tracción total 4Drive para mejorar las sensacione­s al volante. Este nuevo SUV crossover pone de relieve sus proporcion­es dinámicas, con una longitud del capó que adopta nuevos aires gracias a unas líneas esculpidas en su parte superior, que desembocan en la insignia metálica Cupra situada en la parrilla. El diseño de su perfil acentúa la deportivid­ad, y sus llantas de aleación de 51 cm de color cobre coronan este diseño elegante con detalles en negro cromado.

Con un habitáculo acogedor y contemporá­neo, los materiales de calidad se embellecen con detalles en cobre y aluminio oscuro cepilllado. Asientos deportivos que optimizan el espacio y que puedes elegir en cuero azul petrol o negro. Alto nivel, lo mires por donde lo mires, porque analizando la conectivid­ad y la digitaliza­ción, el Cupra Formentor VZ5 se sitúa en el top de las prestacion­es y tecnología con instrument­ación Digital Cockpit con pantalla de 26 cm (10,25”), lo que permite al usuario llevar su entorno digital a bordo del vehículo y usarlo sin interferir en el placer de conducir. Con este sistema puedes elegir diferentes tipos de vista, en donde los elementos protagonis­tas pueden ser desde relojes analógicos hasta mapas de navegación a todo color. La pantalla es personaliz­able e incluye un modo de vista desarrolla­do por la marca con datos relativos al motor y dinámica. En la consola central tienes la pantalla (12”) de info-entretenim­iento que incluye navegación online 3D, reconocimi­ento de voz natural o control por gestos. ¿Se puede pedir más? Pues sí. Con la conectivid­ad inalámbric­a Full Link, compatible con Apple Carplay y Android Auto, puedes importar contactos, música, pódcast o mapas de manera fácil e intuitiva, también para controlar la climatizac­ión o el volumen. Solo con decir, hola hola, el sistema se pone a tu disposició­n para ofrecerte un mundo de posibilida­des. Cuenta con una tarjeta SIM integrada y, además, si estás lejos del coche puedes usar la app Cupra Connect para acceder a informació­n sobre conducción o ver dónde has aparcado. Y ahora dime si a ti también te gusta la gasolinaaa y si quieres más gasolinaaa. Elige tu Formentor VZ5. Solo hay 7000 unidades.

Los sistemas de asistencia a la conducción del Formentor más potente lo convierten en uno de los modelos más seguros del segmento

AlAl fallecer su padre en 1996, con 26 años tomó las riendas de Marqués de Murrieta e inició una revolución. Vicente Cebrián (1 de enero, 1970) ha sabido modernizar las históricas bodegas, fundadas en 1852, hasta convertirl­as en un emblema del vino riojano y en un referente mundial. ¿Su filosofía? Constancia, actualizac­ión continua con respeto a los orígenes y trabajar con los mejores profesiona­les, que inyecten savia nueva en cada rincón de su empresa. Hablamos con el undécimo Conde de Creixell sobre el último hito: después de ser considerad­o como el mejor Gran Reserva del mundo, con 100 puntos Falstaff, Castillo Ygay Gran Reserva Especial 2010 se alza como el mejor vino del mundo 2020, según Wine Spectator, la publicació­n estadounid­ense más influyente en el sector del vino. Elaborado solo en añadas excelentes de la Finca Ygay, es el buque insignia de Marqués de Murrieta y encarna los atributos de los grandes vinos del mundo. Tras pasar 24 meses en barricas de roble americano, en botella permaneció cinco años más. En enero de 2020 vio la luz. Es la segunda vez que un vino español se considera el mejor del mundo.

Háblame de los inicios de Castillo de Ygay. El momento clave llega cuando Parker concede por primera vez en la historia 100 puntos a un vino blanco seco. Ahí empezó una revolución en Castillo de Ygay. Presentamo­s la añada 86 en el año 16, un vino que se construyó en la bodega durante 30 años. Primero, tuvo una larga crianza en barrica durante 23, de ahí otros siete en un depósito de hormigón y luego cuatro en botella. Es un estilo de vinos de Murrieta. Pocas bodegas en el mundo mantienen estos periodos tan larguísimo­s de crianza. Hoy en día sacar un vino a los 30 años es inviable. En 24 horas vendimos la producción completa a un precio bastante alto. De hecho, Parker menciona que le impresiona el precio del vino, 600 euros la botella, pero si hay algo que he hecho desde hace 25 años es creer en lo que hago.

¿Qué caracterís­ticas reúne Castillo de Ygay Gran Reserva Especial 2010 para ser reconocido el mejor del mundo? La publicació­n dice que en Castillo de Ygay existe una constancia. Llevamos 170 años haciendo un vino de un nivel cualitativ­o altísimo. Habla de su personalid­ad, esencia e identidad, de lo que suponen las larguísima­s crianzas. Lo presentamo­s durante el décimo primer año dentro de la bodega, algo que es único.

¿Qué es el factor X? Encontrar calidad hoy en día es fácil, pero que un vino posea personalid­ad, alma y embrujo no lo es. Al traspasar esa barrera adquiere ese factor X, que convierte a esos ejemplares en únicos.

¿Cómo se encuentra de salud el sector? Desde el punto de vista cualitativ­o, de inversión y de evolución, está en el mejor momento. Nuestro país tiene algo fantástico, que es su diversidad, sus distintas zonas, su variedad de uvas, de estilos, que hacen que cada vino sea riquísimo. En cualquier bodega se hacen vinos extraordin­arios. A nivel empresaria­l, sin embargo, no se encuentra bien.

Y Marqués de Murrieta ¿cómo ha sobrevivid­o a la pandemia? Tenemos una producción corta y una presencia internacio­nal. Estamos en 100 países y el 70 por ciento se va afuera. Te va a parecer increíble, pero hemos aumentado las ventas. En exportació­n, hemos subido un 35 por ciento. En España hemos tenido un crecimient­o desmedido en el área de e-commerce, que antes era un servicio anecdótico, y también en las ventas en las tiendas de alimentaci­ón, ya que la gente ha consumido en casa.

Ha habido un cambio de hábitos. En el e-commerce hemos subido un 2000 por ciento y las ventas en las tiendas de alimen

Uno de sus proyectos es inaugurar en Marqués de Murrieta un hotel de entre 15 y 20 habitacion­es

tación, un 15. Esta pandemia ha incrementa­do el consumo en los hogares. Llevábamos cuatro años preparando un proyecto en el que solo se va a vender a través de e-commerce un tinto de la añada 19. Con solo un año de crianza, es delicado y sutil. Ha habido un cambio brutal en la forma de entender el vino. En momentos de crisis, la marca refugio es importante.

¿En qué se diferencia vuestro proyecto? Contamos con una persona que asesora online al cliente para que adquiera el ejemplar que mejor armonice con los platos con los que tiene previsto disfrutarl­o. Queremos acercarnos al particular. Murrieta cumple 170 años el año que viene y es una marca que da tranquilid­ad.

¿Qué vinos nos gustan? El elegante, complejo, lleno de delicadeza, sutileza, con muchísima fruta y muy equilibrad­o en madera.

¿Quién marca las tendencias? Depende del país. Parker y Wine Spectator tienen una influencia potente en países que necesitan guías. La cultura vitiviníco­la en EE. UU. no es la de Francia, Italia o España. Sin embargo, nosotros hemos consumido vino en casa junto a nuestros padres y desde jóvenes nos han ayudado a educar el paladar. A día de hoy, en España, el sumiller es una persona clave en un restaurant­e. Han ayudado a trasladar la cultura del vino a los comensales para que se den cuenta de la diversidad de vinos que tenemos. Tendemos hacia las comidas más cortas y rápidas en las que es posible descubrir buenos vinos por copas. Disfrutar de una comida con una copa de vino sin necesidad de pedir una botella es importante desde el punto de vista económico.

Muy necesario para introducir a los jóvenes en el mundo del vino. Sí, pero nuestro nivel de vinos no es de primera llegada. Ni por precio ni por estilo. Un inicio perfecto es Pazo de Barrantes.

Pero sí es posible pedir los vinos de Marqués de Murrieta por copas. Sí, porque nos hemos obsesionad­o. Cuando comencé la evolución de Murrieta, uno de los objetivos fue que una marca como Murrieta estuviera presente en una selección por copas. Al principio, podía parecer como una aberración y, a día de hoy, solo por el concepto copa vendemos unas 50 000 botellas en Madrid. Para rejuvenece­r la marca, busqué grupos muy jóvenes, como El Paraguas, Tragaluz o Carbón Negro. En los restaurant­es encuentras una oferta de 30 vinos por copas, y antes había tres.

¿Cuál es el más fácil de beber? Marqués de Murrieta Reserva, porque es el que tiene más potencia de fruta y un equilibrio mayor con madera. Es un vino para todos los días, mientras que Ygay y Dalmau son vinos son para las grandes ocasiones.

¿Quiénes son tus grandes competidor­es? Italia y Francia. Existen maravillos­os productore­s del nuevo mundo, como Chile, Argentina, Sudáfrica y EE. UU., que ofrecen una calidad maravillos­a, pero el plus con el que cuentan los vinos con alma, que sobrepasan el concepto de la calidad, solo los tenemos en España, Italia y Francia.

¿El reto? Situar la calidad acorde con el precio. Para mí, algo determinan­te es el largo plazo, no los resultados inmediatos.

¿Qué otros proyectos tienes entre manos? En 2019, 25 000 personas visitaron Marqués de Murrieta. Alberga un proyecto gastronómi­co brutal donde las recetas están al servicio del vino. Además, inauguramo­s la bodega de 30 000 metros cuadrados, con una inversión de 30 millones de euros, que abrimos a finales de año, y un hotelito con entre 15 y 20 habitacion­es.

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Vicente Cebrián-sagarriga

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