La contraportada
Moda clandestina
UnaUna paradoja donde las haya: un desfile secreto del cual todo el mundo ha oído hablar. Y quizás ese haya sido el brillante propósito de Daniel Lee, director creativo de Bottega Veneta desde el 2018 al presentar su colección de otoño-invierno de forma clandestina a un grupo de amigos de la casa. Las modelos desfilaron sobre una alfombra azul acanalada enfundadas en prendas excéntricas como monos adornados con plumas de marabú. A Lee le conocerás por ser el responsable en poner de moda ese botín híbrido entre botas para podar y Hunters que ha sacado en todos los colores y que llevan las fashionistas, pero ese es otro tema. Volviendo al desfile, el lugar elegido fue el mítico club berlinés Berghain, conocido por su secretismo. Sus sesiones, que duran todo el fin de semana de forma ininterrumpida, son el santo grial de los amantes de la música electrónica. Pero entrar es todo un reto. Y una vez dentro, está prohibido grabar o hacer fotos. De ahí su notoriedad y su atractivo. Para saber lo que pasa, tienes que estar. Lo mismo ocurrió con el desfile de Bottega. Si no fuiste, no lo viste, ni en redes sociales, ni en webs especializadas, ni en sus plataformas propias… ya que para rematar, Lee cerró todas las cuentas online que tenía la firma.
Unos meses más tarde lanzaron un fashion film, después desembargaron las fotos para los medios y ya, por fin, la colección está en las tiendas.
Siguiendo este concepto de máxima discreción, la firma de lujo italiana abrió en julio una tienda pop up en Shanghái que los locales bautizaron como la tienda invisible. Gracias a un juego de espejos, la boutique de 100 metros cuadrados situada en el centro comercial de lujo Plaza 66 casi no se veía.
Lo de ‘no querer enseñar’ es un concepto curioso en la era de la inmediatez de las noticias y la sobreexposición de las redes sociales. Pero quizás forme parte de una nueva tendencia, la de que si te lo estás pasando bien, no grabas, aunque también si estás haciendo algo mal… Recordemos que algunas discotecas han empezado a poner una pegatina en las cámaras de los móviles de los asistentes en la entrada para que no tengan la tentación de documentar lo que está sucediendo a su alrededor… por si alguien incumple alguna normativa covid free y el local es culpabilizado o linchado en redes sociales. Sea como sea, la conclusión es que hoy en día hay que estar presente. En el momento. Y no esperar a que te lo cuenten. Hay que vivir la experiencia in situ, siempre con distancia de seguridad, pero no en las redes. Las botas de agua son opcionales.