Salud Y PIEL
La doctora Mar Lázaro, experta en medicina estética, de la Clínica Dra. Mar Lázaro, en Zaragoza, nos habla de los tratamientos más recomendados para rejuvenecer el rostro.
“Tras el confinamiento, al reabrir la consulta hemos notado que la gente quiere volver a la normalidad cuanto antes, y ello implica verse igual que antes de la pandemia, tanto anímica como físicamente”, afirma la Dra. Lázaro, experta en medicina estética. “Durante el encierro, aumentaron las videoconferencias, donde nos vemos estéticamente peor, distorsionados, y ello conllevó una mayor demanda de retoques naturales. Además, las mascarillas incrementaron las ojeras y las miradas se volvieron más tristes. Por otro lado, también se ha disparado la demanda del rejuvenecimiento labial, debido a que como nos maquillamos menos, queremos vernos mejor sin el apoyo del maquillaje. Para ello, hidratamos sin aportar volumen, aportamos simetría o realzamos, en función de lo que desee el paciente, pero siempre bajo la premisa de la naturalidad”.
Si hablamos de los tratamientos más demandados, “se busca, desde mi punto de vista, una mejoría global del aspecto, mucho más descansado, más joven. En mi consulta me solicitan, sobre todo, toxina botulínica y corrección de arrugas con ácido hialurónico, rellenos o reposicionamiento de pómulos y retoque de labios. Al paciente le explico al detalle en qué consiste el ácido hialurónico, sus distintas densidades, y sobre todo, que este material es su aliado, que sirve para mejorar aspectos, realzar volúmenes que bajan con el paso del tiempo, etc., pero buscando una sensación de confort y buena cara. Se llevan las caras naturales, dinámicas, que hablen de uno mismo en su mejor versión y no de alguien a quien parecerse. Respecto al bótox, yo lo utilizo para relajar las arrugas, no para plancharlas”; y en cuanto a los inyectables, “todo son beneficios”, desliza la Dra. Lázaro. “De por sí, el uso de la aguja estimula el colágeno, y después, un material como el ácido hialurónico hidrata, da volumen si se busca, mejora la textura, etc. ¿Inconvenientes? Quizá un pequeño hematoma, una mínima molestia, sensación de disconfort mínima y controlada. Pero el paciente suele repetir porque se siente bien, que en esta sociedad es fundamental”, asegura. “Se ponen cada vez a edades más tempranas. En gente muy joven hacemos mesoterapia con ácido hialurónico, entre otros componentes, porque nos aporta mejor textura e hidratación al cutis. No suelo empezar con rellenos a no ser que haya una alteración de la forma labial. Y a partir de los 40, comienzo con las arrugas de los surcos, los pómulos que van desapareciendo, el óvalo que se desdibuja o las arruguitas en el cuello. Sobre todo, me centro en la prevención, no solo voy al tratamiento en sí”. Es importante que el paciente tenga en cuenta es que cualquier tratamiento que se aplique consta de dos partes: “El procedimiento en consulta y la continuación en casa. Si sigue cuidándose en su domicilio, el resultado clínico será más duradero y de mayor calidad”, afirma la Dra Lázaro.
Tras la pandemia, ha aumentado la demanda de medicina estética, “sobre todo en los más jóvenes; el resto, entre 40 y 60, consolida su demanda, y aunque vienen cada vez más jóvenes y más mayores, la edad se flexibiliza. Al mismo tiempo, acuden muchos más hombres, la mayoría animados por sus mujeres, deseando eliminar el aspecto de fatiga ante todo”. En definitiva, el objetivo de un tratamiento es conseguir “mejorías progresivas, sin cambios bruscos, que la gente te vea guapa pero no sepa qué te has hecho y, sobre todo, evitar la cara de cansancio”, concluye la Dra. Lázaro.
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