DIME CÓMO LLEVAS TU Birkin Y TE DIRÉ QUIÉN ERES
A algunas les cuesta sacarlos de su caja naranja, a otras les falta tiempo.
EnEn moda, existen dos tipos de usuarias de lujo, las que no quitan las protecciones de plástico de los herrajes de metal a su Birkin y las que lo apoyan en el suelo de los aeropuertos. Para entendernos, las que lo exponen en una estantería de su vestidor a modo de pieza de coleccionista y las que lo usan como bolso diario. ¿Qué es lo correcto? Realmente, no hay una respuesta definitiva a la pregunta “¿Cómo debes usar un bolso de Hermès? Ni existe un manual de uso. Es cuestión de cómo se entiende el lujo.
Uno de los comentarios más agudos sobre el tema es un tweet que dice: “La única usuaria de Birkins de la que me fío es Mary Kate Olsen, los trata como si fueran bolsas de tela del supermercado”. Fan.
Si nos remontamos a la historia del bolso en sí y de la mujer que inspiró su diseño en los años 80, la actriz Jane Birkin, aprendemos que ella misma los maltrataba. Y es que parte del charme de este accesorio de lujo era que podías sobrecargarlo sin piedad. El único límite, el del peso que podía aguantar tu brazo. La it girl francesa es conocida por haber llevado siempre el mismo, hasta que se desgastase.
Las gemelas Olsen parecen seguir esta tradición, solo que ellas tienen más de uno, tanto Birkin como Kelly (el otro modelo superventas de la Maison), y algunos los llevan al borde de la destrucción. ¿Su lema de vida? Cuanto más machacados, más chic. Empezaron a lucirlos así en la época en la que pusieron de moda el look ‘falso pobre’ y desde entonces no han mirado atrás.
Es sabido entre los estilistas de Hollywood que Ashley compraba sus bolsos en la tienda Maxfield de Melrose Avenue en Los Ángeles. Hasta hace unos años eran conocidos por tener la colección más extensa de bolsos de segunda mano fuera de Hermès. Cuenta la leyenda que un día entró y compró 12 de golpe. Hoy en día los puedes encontrar en toda web de lujo de segunda mano que se precie. Se venden tanto los que están sin estrenar como los magullados. Lo que tú hagas con él es asunto tuyo. Como si lo quieres usar como bolso de playa, estilo Marc Jacobs. El diseñador norteamericano ya es famoso por llevar sus Birkins de cuero XXL a La Voile Rouge en Saint Tropez para cargar toallas de lujo ultraesponjosas y cremas solares. ¿Otros usos curiosos? La modelo Kate Moss usaba su Birkin blanco para llevar los pañales de su hija Lila cuando era bebé.
MSCHF ha ido tan lejos como reciclarlos. El colectivo de moda afincado en Brooklyn, Nueva York, ha usado el cuero proveniente de Birkins y las suelas de corcho de Birkenstocks para hacer sandalias. Las primeras birkinstock de la historia, sin el consentimiento ni de Hermès ni de Birkenstock, claro. Cuestan entre 34 000 y 76 000 dólares dependiendo de la piel. Kylie Jenner tiene un par. Y si crees que es un intento de concienciar sobre la economía circular en la moda, no te adelantes. “Sentimos fascinación por destrozar cosas caras y crear algo nuevo con ellas,” dijeron en su día al New York Times. Igual ahí tenemos nuestra respuesta al uso correcto de los bolsos más caros del mercado. Haz lo que quieras con tu bolso, mientras hablen de ti.