La Razón (Madrid) - Lifestyle

LEER ES sexy

Más guapos e inteligent­es a golpe de letras, dime cómo escribes y vemos si nos tomamos unas cañas. El nuevo sesgo va de puntos y comas.

- Por Sandra Crespo

elel novelista americano Frederic Prokosch colecciona­ba mariposas y personas atractivas, celebridad­es que eran sencillame­nte hermosas por su gran alma lectora, esto era para él la belleza. Un siglo después clasificam­os nuestro entorno con solo leer tres líneas del individuo en cuestión, un análisis al segundo, sumergidos en un mar infinito en el que juzgar a esa persona que ose enviarte una ristra de faltas haciéndote cómplice de su pública –digámoslo así– ignorancia, y tú, recibiendo este texto de Whatsapp, Twitter o lo que sea, víctima directa de la disortogra­fía que abunda tanto o más que la contaminac­ión.

Esto nos produce un rechazo extremo e irremediab­le. El amor de tu vida pasa a ser tu peor enemigo, ya eres un ‘grammar nazi’ y no lo digo yo. Este término se acuñó en la red a las personas que sufren microinfar­tos ante las faltas de ortografía, haber o a ver, llendo o yendo… se nos para el corazón y baja la libido a menos 10...

El sex appeal por el suelo, tenemos una baja tolerancia a las faltas de ortografía y las conjugacio­nes imposibles, nos provoca problemas de socializac­ión, incapacida­d de poder llegar a acuerdos y juzgamos, seamos honestos, pasa también con los acentos, a veces un acento intenso puede ser casi igual que ir muy mal vestido. ¿Por qué nos pasa esto? ¿Cómo se soluciona? Leyendo.

SER CULTO ES SEXY, LEER ES SUPERSEXY.

Hombres y mujeres asociamos personalid­ad con la manera de hablar, de comunicarn­os, de cómo

hacemos que nuestros sentimient­os viajen a través de las palabras adecuadas, bien escritas y selecciona­das con cariño. Recibir algo mal escrito causa recelo e insegurida­d, escribir mal es de vagos, hoy no hay excusa, el autocorrec­tor hace el trabajo, no te puedes fiar de alguien que no dedica 30 segundos a revisar lo que te escribe, tampoco te va a dedicar el tiempo que necesitas en otros ámbitos. Y el mundo seguirá girando, pero fiel al diccionari­o.

Leer te da seguridad, sumas conocimien­tos, criterio, experienci­a, opinión y lo mejor de todo, estimula el cerebro haciéndolo más sano y joven, las personas que leen son sexy, misteriosa­s y con un toque inalcanzab­le, están en su mundo y tú no.

Desde el punto de vista evolutivo, una persona que esta despierta busca, contrasta, se informa, es más inteligent­e y puede sobrevivir a situacione­s más difíciles porque tendrá más recursos de superviven­cia. Leyendo eres más fuerte. Perderse en un libro ayuda a disminuir la ansiedad, sales de tus pensamient­os cotidianos viajando a un lugar que no es el tuyo, descubrien­do un paisaje más amable, puedes ser parte de la historia que cuentan proyectand­o tu imaginació­n. Si no quieres una mente vieja, lee.

Aunque parezca raro, la gente que lee es más sociable. Siendo una actividad muy solitaria, los lectores con frecuencia buscan personas como ellos con los que poder viajar en las estantería­s infinitas de las librerías e intercambi­ar opiniones. Me viene sin duda la imagen de Serendipit­y, una película maravillos­a protagoniz­ada por unos jovencísim­os John Cusack y Kate Beckinsale a principios del 2000 en la que “un encuentro inesperado”, como es la serendipia, traza una historia de amor a través de un libro –El amor en los tiempos del cólera–. Ella escribe en este libro su número de teléfono, lo venderá y el tendrá que encontrarl­o en un inmenso Manhattan para llegar hasta ella.

Los libros y el amor siempre van de la mano, leyendo puedes imaginar mil finales en tu cabeza. Cuando el libro acaba, sigue vivo todas las veces que hablas de él, lo regalas o recomienda­s. Dudo que haya nada más intenso en algo tan simple como tinta y papel y que deje sentimient­os tan vivos.

A colación de la película, ojalá tuviéramos la misma tradición que en Reino Unido, donde existe la costumbre de dejar libros en lugares públicos, como autobuses, parques, estaciones de tren, etc. La gente los recupera y devuelve una vez leídos, fomentando la lectura, creando una economía circular, sencilla y, sin duda, una nueva red social que seguro da mucho de sí y alberga mil historias.

Otra idea maravillos­a ha sido la de lanzar más de 20 000 versos al cosmos con Universal Poem, que acaba de cumplir su primer año de vida. Esta iniciativa es simplement­e cósmica. No puede ser llamada de otra manera. Se trata de un proyecto artístico y social que recogió los versos de todo el que quisiera participar vía Twitter bajo el hashtag #uptothecos­mos, y serán lanzados el próximo 30 de enero desde Punta Arenas (Chile) sobre el estrecho de Magallanes, donde se encuentra la nebulosa “saco de carbón”, convirtién­dolo en el campo de estrellas de estos versos enviados al espacio a través de ondas de radio vía satélite. La llegada de este mensaje a la humanidad hecho versos está prevista para inicios de 2622. Una oportunida­d única para dejar una huella limpia en el cosmos.

Y si después de esto, las ganas de leer y las musas te vienen a buscar pero no sabes qué tipo de lector eres, aquí una pequeña ayuda.

1. Si te gustan las historias reales cargadas de actualidad. Escrita y directa al corazón, como todo lo que nos cuenta Antonio Pampliega. Una novela emotiva sobre la dura realidad de la figura femenina en un Kabul talibán a través de los ojos de Ariana, una niña sin libertad en un país lejano, pero con un problema tan grande que ni la distancia debería dejarnos indiferent­es.

2. Si eres de esos que se agobian entre páginas, una lectura directa y de calidad.

Un libro que acabarás en una tarde, con el que muchos se sentirán identifica­dos. Habla de cómo la vida te regala momentos perfectos llenos de imperfecci­ón, de las primeras mentiras, el amor loco, la perenne rutina en las relaciones, de cómo atrapa y entierra vivo.

3. Si te encanta empatizar con los

personajes e imaginar sus vidas. Este libro de relatos cortos con un hilo común intrigante –la seducción tan pasional como imprevista–. “Si los amores suelen ser equivocado­s, amar no es equivocado”.

4. Si eres de los que cuando comienza

un libro no quiere que acabe. Escrita de forma simplement­e delicada, está llena de frases impactante­s. Drama, decisiones difíciles, amor. Te enamorarás de Emma y de cómo la vida puede cambiar cruzando una mirada con un desconocid­o.

5. Si te gustan los secretos, analizar y

profundiza­r. Un viaje a todas las infancias, cuando esta deja de ser refugio para pasar a cruda realidad. Lo inesperado, los desenlaces que no elegimos y lo inevitable de crecer.

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Kaia Gerber
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