La contraportada
Euphorismos
ExistenExisten series de televisión que marcan un antes y un después en nuestros fondos de armario y en nuestra manera de entender la moda. Un claro ejemplo es Sexo en Nueva York, que hizo que todas quisiéramos llevar un tutú a la oficina o un traje de alta costura para ir a tomar un café con leche. Pues la serie del momento, la que ha revolucionado la estética actual de nuestro día a día, es Euphoria.
Más que un drama pensado para la genera-ción genera-ción Z, se ha convertido en una estética a seguir. Dirigida por el enigmático Sam Levinson, nos adentra en el mundo de un grupo de adoles-centes adoles-centes desbocados, entregados al hedonismo puro y duro, con cat eyes en colores fosforito y uñas de 10 centímetros con pedrería. Estilismos que no estarían fuera de lugar en una rave, con ombligos a la vista y tacones… todo esto a las 9 de la mañana de un lunes en el instituto. Más de un padre habrá pensado que ese colegio debería imponer un uniforme. Lo que no saben es que Maddy o Cassie, dos de sus protagonistas, serían capaces de sacarle partido a las faldas escocesas y las camisas blancas y convertirse en colegialas sexy sacadas de un manga japonés.
La responsable del vestuario, Heidi Bivens (dos veces nominada a un Emmy) ha clavado cada look, tanto que la moda se ha convertido en un personaje más de la serie.
Al inspirarnos en la estética ‘Euphoria’ para nuestra portada y producción de belleza belleza de este mes, quisimos dar protagonismo tanto al maquillaje como a las uñas. Para ello contamos con la experta maquilladora Noemí Nohales y las artistas del templo de manicura Siberia Salón de Madrid. Recrearon el nail art de la serie al milímetro. Menos mal que nuestra modelo, Mishel Gerzig, está acostumbrada acostumbrada a llevar las uñas largas en su día a día, como amante de las manicuras actuales (piensa en Rosalía), y no le impedían abrir y cerrar los broches de las joyas de Cartier.
El look ‘Euphoria’ forma parte de una estética global que ha marcado la moda de esta temporada temporada y de las que vienen. Llegan las prendas irreverentes, la costura canalla, los cut outs, la Lycra y el maximalismo desenfrenado. Hasta la casa de costura de Chanel ha sucumbido al momento momento trash, aunque sin perder la elegancia que caracteriza a la Maison. Las tiras de la braguita del bikini se asoman desde faldas a lo Bad Gyal, bodies dorados desenfadados se llevan bajo chaquetas chaquetas de tweed formales y el cuero perdura para el verano. Las que tengan segunda residencia o veraneen en Marbella están de suerte, porque en abril abre su pop up estival en el mítico Marbella Club, con todo esto y más.