La Razón (Madrid) - Lifestyle

MÁS QUE BRUNCH

- Por Tatiana Ferrandis

Desde un desayuno tardío con espectácul­o hasta un almuerzo a media mañana con sesión de entrenamie­nto, el ‘brunch’ se recicla con propuestas de lo más apetecible­s. Compuesto por bocados fríos y calientes, salados o dulces, simples o sofisticad­os, alargarlo hasta media tarde, cóctel en mano, está de moda.

segúnsegún cuenta la leyenda, el brunch nació en el siglo XIX en Inglaterra. Se trata de una costumbre que hemos he-redado he-redado de las grandes familias inglesas, que degustaban un suculento banquete, preparado por sus empleados, antes de disfrutar de su día libre. ¿Sabíais que la primera vez que se escribió sobre este tipo de bufé, fue en una revista británica en 1896? Se trata de la unión de las pa-labras pa-labras breakfast y lunch y también se convirtió en hábito en Estados Unidos en la década de los años 30, época en la que, como a día de hoy, no faltaban los bloody mary, al parecer, para apaciguar la resaca junto a unos tan emblemátic­os huevos bene-dictine bene-dictine sobre el clásico muffin. Desmigamos los brunch que están revolucion­ando Madrid. Show-brunch es el plan para los domingos del

Gran Hotel Inglés. Se trata de una propuesta que une gastronomí­a y espectácul­o. ¿Lo mejor? Está diseñada para acudir y repetir, ya que cada semana los comensales habituales se encuentran con un show diferente en un espacio ambientado en los años 20 y con las pequeñas delicias con el sello de Fernando Pérez Arellano. Para no perderse son los huevos benedictin­e sobre muffin inglés con salmón o aguacate y el sándwich de pastrami con queso de tetilla para armonizar con

una copa de Mumm. Después, el grand dessert, una selección de pequeños dulces para compartir, llega antes de la sobremesa, momento perfecto para un cosmopolit­an (45 euros). Apasionado­s de la música, tomad nota. El The Westin Palace acompaña el suyo con ópera al idear una programaci­ón programaci­ón que rinde homenaje a las grandes artistas que han marcado la historia del género lírico. Finaliza en diciembre con Plácido Domingo, pero antes, otros artistas interpreta­rán las piezas con las que triunfaron en los grandes teatros del mundo. Abril es el mes de Luciano Pavarotti; mayo, el de María Callas, y junio, el de Tito Gobbi. Actuación que tiene lugar cada domingo en La Rotonda, bajo la cúpula de vidrieras, donde, a partir de la una y media, comienza el desfile de bocados salados y dulces (90 euros). Recuerda, el jueves hay cocido en tres vuelcos, que se disfruta con Arienzo, de Marqués de Riscal (50 euros).

En Coolrooms Palacio de Atocha, sin embargo, quien disfruta del preparado por Diego Alonso (35 euros) lo hace en la terraza, que resulta ser un oasis en pleno centro de Madrid, con la única música de fondo que el sonido del agua de la fuente, al tiempo que comienza el desfile: café, smoothie de fresa y plátano, yogur con frutos rojos, huevos benedictin­e con tosta de aguacate y salmón, tarta de queso… Como novedad, novedad, Hard Rock Hotel Madrid nos anima a llevar una vida saludable. A hacer deporte y a llevar una buena alimentaci­ón. De ahí que ponga a disposició­n de los visitantes el Roxy Garden, un jardín de 1100 metros cuadrados en el que hacer las sesiones al aire libre del entrenador Miguel Miguel Lordán. El healthy brunch consta de panes integrales con salmón o pavo, fruta variada, tosta de aguacate y salmón o un poke bowl de quinoa y salmón marinado con chili garlic. El 9 de abril, el 21 de mayo y el 2 de junio son las próximas fechas confirmada­s (99 euros).

Lo reconocemo­s. Nos encanta la fórmula de los hermanos Mario, Diego y Rafa en Coquetto Bar (45 euros). Nos referimos a The Table Brunch, su sugerencia de cada domingo con la que hace desaparece­r desaparece­r la carta y, como bienvenida, nos sirven una copa de G.H. Mumm, una mimosa o el cóctel llamado Bajo el sol de la Toscana antes de abrir apetito al comensal con un brioche a la plancha con mermelada ecológica de fresa o unas migas. Después, es el momento de los huevos (benedictin­os, (benedictin­os, revueltos o fritos) antes del carpaccio de tomate rosa con vinagreta de aguacate, mango, pepino, papaya, piñones y cebolla morada. El toque toque dulce lo pone el milhojas crujiente con fresas. Divertidís­imo es el Monkey Brunch, de Salvaje, cuya ecuación ya ha obtenido un éxito arrollador en Miami. ¿El motivo? Es posible pedir a la carta y siempre disfrutar del crispy salmón Benedict, Benedict, un arroz crunchy con tartar de salmón spicy, spicy, huevo de codorniz y salsa holandesa de yuzu, ideado por Fermín Azkue, junto al cóctel Monkey blood, con base de champagne Perrier Jouet, agitado por el barman Borja Goikoetxea, mientras escuchamos la música de timbales, la música de un dj y un show protagoniz­ado por el peculiar simio mascota del “brunch”. No prescindir del Monkey colada, con Zacapa 23, ron de coco, sirope de agua de coco y pandam, lima y piña al curry nos llevó a alargarlo. Para señalar en el calendario es el de Viva Madrid, ya que Víctor Camargo solo lo prepara el último domingo de cada mes y siempre consta de un menú diferente, que llama a repetir la visita (28 euros). El bao de pato confitado con reducción de naranja y vino de Jerez y los pinchos preparados a la robata, como el de mollejas de cordero marinadas en soja dulce y el de langostino­s adobados en mojo de hierbas aromáticas son solo algunos ejemplos de los manjares, que anteceden a la tarta de queso con mermelada de higos y aceitunas aceitunas y a las mezclas que llevan el nombre de Diego Cabrera. Entre ellos, el bloody Sipsmith a catar al ritmo del dj Toni Aparisi.

Hambriento­s de brunch, en Barbara Ann también se sirve los sábados, así que desde la una del mediodía es posible rendirse a los clásicos huevos benedictin­e con salmón ahumado ahumado y aguacate braseado o con pavo, trufa y queso parmesano, y al pancake con helado de vainilla, fresas y sirope de arce (28 euros). En

Bule Bule, sin embargo, destacan la hamburgues­a hamburgues­a y los chicken and waffles con bacon y la tarta rota de chocolate. Y en Bibo, las propuestas viajeras de Dani García (39 euros). Nos gusta el imprescind­ible brioche de rabo de toro y el guacamole para abrir boca y continuar con la hamburgues­a de pollo y con el helado del día con nitrógeno. En el Escondite de

Villanueva es posible viajar a México con el Jalisco en mano, una quesadilla con jamón ibérico con tres quesos, guacamole, pico de gallo gallo y crema agria, y a Amsterdam, con el bagel veggie con aguacate, huevo, espinacas y salsa holandesa. Cuesta 22 euros e incluye café o te y refresco o zumo de naranja.

Del emblemátic­o Café Comercial nos gusta la calidad-precio de su propuesta (28 euros), claro, claro, pero también degustarla en su terraza. Inspirada Inspirada en la tradición inglesa, ¿qué os parece empezar el día con unos huevos fritos con bacon y patatas risoladas? Y, ¿con el pastrami casero y parmesano de Pepe Roch? El cocinero utiliza huevos gallegos de corral, que cocina a 57º, de tal forma que la yema queda jugosa y temblorosa, perfecta para fundirse con la cremosa salsa holandesa. El fin de fiesta lo pone la burrata con tomate ibérico y el carpaccio de frutas con frambuesa, granada y hierbabuen­a.

El de La Magdalena de Proust lo componen componen varias opciones a precio cerrado (16 euros) y está disponible todos los días. Hemos probado la tosta de aguacate con café, bowl de grano con yogur y fruta, tostada de aguacate, financier y el zumo Vita C. De Sanísimo, sin embargo, nos gusta El Aristócrat­a, que incluye un tan de moda bowl de açaí, dos tostadas de pan sin gluten con tomate y aceite de oliva y zumo de remolacha, naranja y zanahoria recién exprimidos.

Por último, si viajáis a Barcelona, sabed que el Majestic presume de servir el mejor desayuno de hotel en Europa al obtener el premio Villégiatu­re. Villégiatu­re. El suyo es el concepto Farm to Table o de la granja a la mesa, una tendencia que impulsa el empleo de productos locales o de km 0 y que, además, hayan sido adquiridos a través del comercio comercio directo con productore­s locales. Es el espíritu del Brunch Gourmet, del restaurant­e SOLC, en el que destaca el estilo creativo de Nandu Jubany y el buen hacer de David Romero. Así que, apuntaos apuntaos a la copa de Moët&chandon Brut Imperial, al paté en croûte, a las navajas del Delta, al canelón canelón de pollo de granja y a la lubina en costra de hojaldre con salsa Chorón. Bon appétit.

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