Mucha vida en las SEYCHELLES
Descubrir Seychelles puede convertirse en un sueño hecho realidad. Es el anhelado viaje que permite quitarse de un plumazo la fatiga pandémica.
La arena entre los dedos de los pies, el sonido de las olas de fondo, el sol dándote calorcito y un paisaje que invita a dejar el móvil en la habitación del hotel. Las islas Seychelles son un paraje natural de increíbles playas paradisiacas en mitad del océano Índico donde con cada bocanada de aire que das, se te hinchan los pulmones con muchísima vida. Pero no todo son playas y calas. El archipiélago esconde espacios naturales de montaña y bosque donde las rutas nos mostrarán un espacio de flora y fauna indescriptibles.
Seychelles cuenta con 115 islas de las cuales muchas son privadas o reservadas a la investigación. Aun así, existen muchas otras islas que poder descubrir como turistas, siendo Mahé, Praslin y La Digue las principales. Moverse entre ellas es relativamente fácil gracias al transporte en barco y aunque suponga una inversión de tiempo y dinero, sin duda merece la pena. ¿Por qué? Ahora te lo contamos.
ANSE LAZIO
Es seguramente uno de los sitios más concurridos de la isla de Praslin, pero una vez ahí, te das cuenta del porqué. Pasear entre palmeras, descubrir la fina arena blanca manchada con sus enormes rocas y llegar hasta el azul celeste de la playa es una de las sensaciones más increíbles que podrás sentir.
Aquí, la playa es relativamente larga, razón por la cual llega bastante gente, pero recomendamos ir al extremo izquierdo de la playa y cruzar unas grandes rocas bañadas por el agua. Allí descubrirás una playita incluso más pequeña y que normalmente acoge a menos visitantes.
Tumbarse mirando al mar, echar la vista atrás y solo ver una pared de palmeras es algo que sin duda hará que te llenes de vida, pero esto solo es el principio.
BAHÍA DE TERNAY
Al oeste de la isla de Mahé existe un lugar alejado de las personas. Desde Port Launay, siguiendo la única carretera en dirección a Cabo Matoopa, se llega a una playa dentro del Parque Nacional Bahía de Ternay, un lugar donde no se diferencia la realidad de un sueño.
Aquí los últimos árboles de la selva te cobijarán bajo su sombra en la fina arena de la playa. La vista, con una lengua de océano adentrándose en la isla, hace que nos sintamos pequeños bajo los imponentes montes que abrazan el mar.
Un consejo: no hay prisa. De verdad. No la hay. Al menos en cuanto pongas un pie aquí. Porque aquí parece que se pare el tiempo. Que no existe nada más. Que no hay nada que pueda perturbar ese momento. Es el sitio perfecto para
relajarse y ver cómo el cuerpo se va llenando poco a poco de vida. Y cuando esto ocurra, a seguir.
ISLA CURIEUSE
Llegamos a uno de los puntos más interesantes de este viaje a las Seychelles. La Isla Curieuse es una isla muy pequeña a menos de un kilómetro de la costa norte de Praslin, pero a pesar de sus escasas dimensiones, quizá sea la que albergue más vida en su litoral.
La isla deja atrás una larga historia desgarradora de la cual aún se pueden ver algunas cicatrices: se exterminó su población de tortugas, fue completamente quemada para recoger cocos y utilizada como colonia para leprosos. Por suerte, el gobierno decidió declararlo un Parque Nacional y desde entonces su entorno está protegido.
Hoy en día la isla alberga a cientos de tortugas gigantes terrestres y miles de palmeras del Coco de Mer, todo un icono de las islas. También en esta isla se encuentra el Museo de Ecología e Historia de las Seychelles, comúnmente conocido como Doctor House, que está ubicado en una gran villa colonial restaurada; un claro ejemplo de arquitectura colonial.
MUCHA VIDA SUBMARINA
Enfundarse un traje de neopreno, unas gafas de bucear y adentrarse en el mundo submarino es una de las mejores experiencias que nos ofrecen las islas Seychelles. Aunque la mejor época para bucear sea entre abril y mayo o entre octubre y noviembre debido a la mayor visibilidad y mejor temperatura del agua, se puede realizar durante todo el año y maravillarse con todo lo que nos ofrece el océano.
La biodiversidad de las islas nos permitirá ver especies tan increíbles como tortugas, rayas, tiburones de arrecife o peces napoleón, además de bucear envuelto en enormes bancos de peces o asombrarnos con los colores de los arrecifes.
Tienes muchas posibilidades para bucear en las Seychelles. Existen alrededor de 25 puntos de inmersión a unos 15 minutos en lancha de la isla de Mahé y otros 50 puntos que requieren una excursión de día completo, como las islas Praslin, La Sigue o Silhouette. Para los más atrevidos también existe la posibilidad de realizar inmersiones nocturnas descubriendo un lado del mar que nunca nos habríamos imaginado.
ATARDECERES DE ENSUEÑO
Dejemos una cosa clara: cualquier lugar de las islas donde veas un atardecer, será único. La luz naranja del sol descendiendo incendia el cielo y, a su vez, tiñe de naranja el océano generando una paleta de colores inimaginable sombreada solo por la silueta de las palmeras de la isla.
Son varios los lugares favoritos para ver el atardecer: Anse la Passe, en la isla Silhouette, con sus increíbles cielos manchados por las lejanas montañas en medio del mar o la increíble simplicidad de West Beach en la isla Bird, compuesta de una larga franja de arena que separa el mar de la vegetación.
Sin embargo, si hay un lugar que destaca por encima del resto es Sunset Rocks, en la playa Anse Carle de la isla Mahé. Un espacio que contrasta la finura de su arena, la fortaleza de las gigantes rocas, la majestuosidad de la vegetación y la inmensidad del océano, todos ellos coloreadisfrutar, dos por un cielo en llamas. Sin duda, uno de los planes más atractivos es ver cómo se esconde el sol con un pícnic al lado y dejarse llevar por el tiempo y el sonido de las olas.
SENDERISMO DE INTERIOR EN LAS ISLAS
Las Islas Seychelles son mundialmente conocidas por sus playas pero, una parte muy desconocida de ellas y especialmente atractiva es su interior. Las islas tienen un corazón escarpado y húmedo, donde adentrarse en la selva por las rutas de senderismo puede ser una actividad que os sorprenda por su belleza.
Existen multitud de rutas de todo tipo, desde algunas cortas como subir al mirador de Glacis Trois Frères que nos llevará alrededor de una hora, hasta algunas más complejas como la ruta de Cassedent que, tras una dura caminata, termina en una piscina natural bañada por una preciosa cascada.
Ya sea en sus playas paradisiacas o descubriendo su interior, las Islas Seychelles están esperando para llenar de vida a todos los visitantes. 150 islas que nos mostrarán la naturaleza en su estado más libre y donde solo necesitarás tiempo y ganas de disfrutar de un lugar como nunca habrás visto.