La contraportada
Twinning: la moda ‘copy paste’
El año era 2001. El lugar, la alfombra roja de los American Music Awards. La pareja, Britney Spears y Justin Timberlake. El look, ambos iban enfundados en tela vaquera. Ella, con un vestido largo realizado en denim (bolso a juego incluido) y él con traje chaqueta de la misma tela, a conjunto. La Barbie y el Ken del pop de esa época.
Muchas han sido las parejas que a lo largo de los años han hecho twinning (de gemelos en inglés) en ocasiones, desde Brangelina hasta David y Victoria Beckham, quizás en un intento de enseñarle al mundo lo sincronizados que están, que hasta visten igual.
El año es el 2019 y con la fiebre del thrifting (comprar ropa de segunda mano), las nuevas generaciones le dan mucha más importancia a la individualidad, al “yo, mí, me” con mi estilo. Al ser diferentes. Y de paso nos aleccionan a los demás explicando que es una manera de comprar más sostenible.
La paradoja viene cuando causan sin quererlo un auge en microtendencias que acaban creando más desechos. Porque mientras buscan desviarse del camino de la moda marcada por las pasarelas, crean nuevos pequeños trends que nadie esperaba, y las firmas de fast fashion se apresuran a copiarlos, encauzando así las microtendencias dentro del mainstream y confeccionando más ropa aún.
El individualismo a la hora de vestir resulta casi imposible en la era digital, donde todos te copian al momento. Pero no es algo negativo. Que te copien debería se un alarde, y copiar a alguien tampoco es malo, es buscar un nexo de unión.
Por unir, hasta se unieron pasarelas de moda. Prada presentó su colección de primavera-verano 2022 simultáneamente en Milán y en Shanghái. Los asistentes vieron el desfile en directo y a la vez el desfile de la otra ciudad, proyectado en pantallas. Un twinning nivel Dios. Porque se trata de compartir, ya no solo ropa, sino experiencias.
El coincidir con una amiga en un evento no es motivo para desesperarse. En los 90, en la serie adolescente Sensación de vivir, Brenda y Kelly coincidían con el mismo vestido para ir al baile de fin de curso. Drama. Hoy en día, por lo contrario, lo hubiesen celebrado con una sesión de selfies para sus RR. SS. Y si no, que se lo digan a Doña Letizia, que llevó el mismo vestido bicolor de Mango que una de las catedráticas galardonadas en una entrega de premios en Extremadura. ¿Sus reacciones? Risas y un abrazo entre las dos. Cero drama. Es más, el resto de España también debe querer hacer twinning con ellas, porque el vestido en cuestión está agotado en la web.
Todavía más, muchas influencers buscan el coincidir o se pone de acuerdo para hacerlo, sabiendo que van a tener más repercusión mediática si llegan a un evento vestidas igual. Dos looks son siempre mejor que uno, en foto.
Algunas hasta han convertido el twinning en su marca personal. Claro, para ello también hace falta que tengas un gemelo de verdad… es el caso de las hermanas Simi y Haze Khadra, profesión DJ, o las influencers asiáticas Ami and Aya, conocidas por acudir a las front rows como dos gotas de agua sartoriales. Ser mejores amigas también sirve. Kylie Jenner y su BBF Anastasia, más conocida como Stassie, llevan vistiéndose iguales desde pequeñas. Y ser imagen de la marca e íntimo del diseñador también es un plus. Es el caso del actor Jared Leto y el director creativo de Gucci Alessandro Michele, que parecían un copy paste, peinado incluido, en las escaleras de la gala del MET.
Hacer twinning con tus hermanos, amigos o pareja, por casualidad o a conciencia, da igual. Según la frase que se le atribuye a Coco Chanel, “El problema no es que te copien, sino que nadie quiera hacerlo”.