Saam Club de Mar, OASIS DE LUJO EN LA COSTA DE CÁDIZ
Más allá del clásico concepto de chiringuito, Saam Club de Mar es un destino turístico en sí mismo, pues cuenta con todo lo necesario para vivir una jornada inolvidable frente al Atlántico.
Una ubicación privilegiada, un paisaje de infarto, buena música, sin masificación y con una excelente materia prima que degustar. La ecuación perfecta para atajar el calor que ya aprieta en la península tiene todos estos ingredientes y un nombre propio: Saam Club de Mar, uno de los lugares más sorprendentes de la Costa de Cádiz que no hay que perderse este próximo verano y al que el concepto de chiringuito se le queda corto.
Situado entre el puerto deportivo de Chipiona y La Jara de Sanlúcar, la finca agrícola “Niño de oro” fusiona lo rural con el ambiente más chic, regalando al viajero una experiencia única. El lugar presume de tener 500 metros de línea de costa en la desembocadura del río Guadalquivir. Sin embargo, aquí no hay hueco para la masificación, ya que se trata de una de las playas menos frecuentadas de la zona, lo que permite mantener intacto su carácter de oasis de tranquilidad. ¿El secreto? Pues que está elevado y casi escondido para la mayoría, aunque ese también es parte de su encanto.
Sin prisas, sin mirar el reloj y con la única obligación de disfrutar de una jornada de playa única y a la vez diferente, Saam Club transporta al viajero hasta la esencia de Ibiza, pero sin necesidad de coger un avión. Buena música en directo, ambiente sofisticado, vinos de calidad, cócteles que quitan el hipo, gastronomía de primer nivel...
Saam Club cuenta con restaurante y un Beach Club que cumple con todas las expectativas de los más exigentes. De hecho, el mar siempre forma parte del horizonte, pues parte del restaurante está cubierto con laterales móviles de cristal. Y en el exterior, su terraza de madera al aire libre embriaga al comensal gracias a su entramado de velas que crea un juego de luces y sombras perfecto para echar a volar la imaginación. La zona de jardín está dotada con hamacas, sofás africanos y tumbonas, convirtiéndose en un chill-out ideal para desconectar del mundanal ruido.
TAMBIÉN PARA FAMILIAS
Y si se llega hasta este rincón de Cádiz en familia, aquí también hay hueco para los más pequeños de la casa, ya que Saam Club de Mar tiene una zona lúdica para los niños. Bajo el nombre de Saam Kids, cuenta con varias zonas divididas en función de la edad de los protagonistas. Así, mientras los papás disfrutar de un merecido cóctel o una agradable velada, los más pequeños pueden divertirse con juegos, manualidades, piscinas hinchables y actividades al aire libre bajo la supervisión de monitores especializados. El concepto de Saam Club de Mar va mucho más allá de un chiringuito de playa, ya que además de tener acceso directo al agua, una de las últimas incorporaciones es Royal Bliss Ocean. Este área ubicada en paralelo con el Atlántico cuenta con una barra elíptica construida con palos de eucalipto africano y tapa de Onyx retroiluminado. Alrededor de ella se disponen 20 sombrillas que durante el día incluyen hamacas para ofrecer al cliente una experiencia más privada de la esencia de lo que se espera de un Beach Club en primera línea, y con un servicio de “fingerfood” para el relax total y sin ausentarse de la sombra.
GASTRONOMÍA DE ALTURA
La cocina de Saam Club está a la altura de su privilegiada ubicación. La clave está en el chef Juan Vargas Leyton, quien lleva la batuta de los fogones de este proyecto desde hace años con un sentido homenaje al producto local, del sur en general, y con espacio para los ingredientes de la propia huerta de la finca. Así, la combinación de los productos de kilómetro cero se unen con una cocina joven que convierten cada plato en una pieza única, donde vanguardia y tradición se fusionan a las mil maravillas. La carta, en continuo movimiento, no defrauda.
ATARDECER INOLVIDABLE
Y al caer el sol, la emoción inunda cada rincón, pues todos los días con la puesta de sol suena en Saam la voz de ‘La Más Grande’, una tradición muy significativa y buscada por su clientela, con una versión góspel de la mítica canción de Rocío Jurado Cómo yo te amo al borde del mar. La experiencia no puede resultar más inolvidable.