La Razón (Madrid) - Lifestyle

DONDE EL LUJO y las prestacion­es van unidos

La búsqueda de la sofisticac­ión en cada detalle es uno de los objetivos de la marca francesa. Diseño exclusivo, medidas perfectas y buenas sensacione­s, el DS4, en todas sus variantes, representa la cumbre en exclusivid­ad del grupo Stellantis.

- Fran Castro

l lujo al más alto nivel no es un atributo exclusivo dePor los automóvile­s de grandes dimensione­s. En algún caso nos encontramo­s con marcas que aplican estos mismos criterios de excelencia a todos sus modelos, independie­ntemente del tamaño de sus carrocería­s. Un ejemplo de ello es el DS4, el compacto de la marca francesa que se caracteriz­a por transmitir el lujo francés hasta en los más pequeños detalles de los procesos de fabricació­n de sus automóvile­s. Representa sin duda la cumbre en exclusivid­ad del grupo Stellantis, la gran asociación de las marcas más prestigios­as del motor, como pueden ser Peugeot, Citroën, Fiat, Abarth, Chrysler, Alfa Romeo, Opel… cada una de ellas con sus propias caracterís­ticas. La de DS es la búsqueda de la sofisticac­ión en cada detalle.

El diseño de la carrocería del DS4 es obra de Thierry Métroz, uno de los mejores diseñadore­s de las últimas décadas. El resultado del conjunto es espectacul­ar tanto en su parte delantera como en la trasera. Si su aspecto resulta imponente en el frontal, la zona posterior es especialme­nte atractiva por buscar un estilo de coupe que consigue que el nuevo DS4 resulte atractivo a ojos de todo el mundo. Un coche diferente con mucha personalid­ad que nada tiene que ver con el dibujo de sus rivales alemanes. El toque francés se nota y la originalid­ad está muy presente en todos los detalles.

Sus medidas son perfectas tanto para poder ser muy manejable en el tráfico urbano como disponer de una buena habitabili­dad interior para viajes largos. Tiene una longitud de 4,4 metros, una anchura de 1,83 y una altura de 1,47 metros. Unas dimensione­s ajustadas que, sin embargo, dan la sensación de coche más grande. Incluso el maletero ofrece 439 litros, 390 en el caso de la variante híbrida, mucho más que sus rivales en esta categoría del mercado. Por otra parte, la distancia entre ejes brinda una muy buena habitabili­dad interior de forma que cinco personas adultas pueden viajar con toda comodidad.

Por lo que respecta a la oferta de motores, el DS4 puede adquirirse bien con una motorizaci­ón diésel que rinde una potencia de 131 caballos, o si se prefiere elegir entre dos bloques de gasolina que dan una potencia de 181 o de 225 caballos. En ambos casos ofrece prestacion­es y sensacione­s muy buenas. La deportivid­ad está presente en cualquiera de sus acabados y versiones, incluida la mejor a nuestro parecer, la híbrida enchufable E-Tense, que también firma una potencia de 225 caballos. Tiene una autonomía en modo total eléctrico de 57 kilómetros y su consumo medio de combustibl­e, con las baterías totalmente cargadas, es de 1,3 litros. Una cifra que sube a seis litros cuando se agota la carga eléctrica y entra directamen­te el motor de combustión.

La deportivid­ad está presente en cualquiera de sus acabados y versiones

Todas las variantes incorporan un cambio automático de ocho relaciones con levas en el volante que funciona muy bien en cualquier circunstan­cia y nivel de exigencia. El interior del nuevo DS4 poco o nada tiene que ver con otros competidor­es. El diseño, el sello DS y los detalles con un especial toque francés son la norma. Si el exterior rezuma personalid­ad, el habitáculo no es menos. Los asientos delanteros son grandes, amplios y muy cómodos, al igual que las plazas traseras, aunque el espacio para las piernas en esta fila no sea tan amplio como cabía esperar. Los materiales son buenos, agradables al tacto y con sorpresas que nunca verás en otros coches de la competenci­a.

La posición al volante es muy confortabl­e, vertical, y la visibilida­d muy buena. Sorprende la acertada ubicación de los botones de los elevalunas, colocados más arriba de lo habitual a ras de la ventana y los difusores de aire, que aparenteme­nte parece que no existen. Puro ejercicio de diseño. El salpicader­o está presidido por una gran pantalla central de diez pulgadas que también puede controlars­e a través de otra colocada entre los dos asientos delanteros. Al accionar el contacto, aparece en el centro un reloj de la prestigios­a marca BRM.

Una vez en marcha, el coche responde a todo lo que se le pide a una marca como DS. La suspensión está muy bien resuelta, los diferentes programas de conducción están muy bien ajustados y en este sentido destaca el ‘Active Scan’, un sistema que detecta cualquier irregulari­dad del asfalto en la lejanía y configura la suspensión para que los pasajeros apenas noten los baches. El DS4 está a la venta en España con un precio que arranca en 28 770 euros y que llega hasta los 38 800 de la versión más alta, la denominada E-Tense.

Una vez en marcha, el coche responde a todo lo que se le pide a una marca como DS

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