“DIENTES DIENTES” Llega la sonrisa de alta costura
Los retoques estéticos van por modas. Atrás quedan el aumento de pecho, el BBL o la bichectomía, ahora el foco está en la sonrisa de diseño.
Los tratamientos dentales tienen una demanda cada vez más alta y se han convertido en una de las estrellas de la estética. Como si la sonrisa perfecta fuera la nueva operación de aumento de pecho, atrás quedaron los tiempos en los que uno iba al dentista casi porque no había más remedio o para someterse a tratamientos con cero glamour.
La demanda de tratamientos de estética dental se ha duplicado en los últimos cinco años, según Cambra Clinic. En concreto en Madrid, desde principios de 2022 se realizan un 36 % más tratamientos de este tipo, según datos internos de la clínica Ferrus&Bratos: desde febrero de ese año hay un 28 % más de blanqueamientos dentales y nada menos que un 96 % más de carillas.
¿Qué ha cambiado en la población para que exista este boom de dientes perfectos? La doctora Irene Esteve, odontóloga experta en estética dentofacial, apunta varios motivos: los avances en odontología estética (más efectivos, rápidos, menos invasivos y menos dolorosos), el rápido acceso de la población a la información sobre este tipo de tratamientos, la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales. “Se estima que la sonrisa influye en un 70 % de la estética facial total”, apunta. “En la era de los selfies y la constante exposición en línea, las personas son más conscientes que nunca de su apariencia y desean mostrar una imagen positiva y atractiva”.
En esa demanda in crescendo hay un último factor, que apunta la directora de Simetría Dental, la doctora Ana de la Torre: la competencia. “Hace que los precios de los tratamientos sean más asequibles. Y también influye la facilidad de pago, pudiendo hacerlo a plazos o financiado, lo cual es una ventaja para los pacientes y para las clínicas”.
Junto a la mayor concienciación de la población de tener una sonrisa sana y bonita, Daniela Carranza, directora de la clínica Kreo, añade la influencia de personajes famosos, “que han comenzado también a cuidar esta parte del cuerpo y no solamente yendo al gimnasio o a hacerse tratamientos faciales y/o corporales, sino igualmente atendiendo a la estética de la sonrisa”.
¿MALAS INFLUENCIAS?
El factor celebrity es fundamental en la demanda de una sonrisa de anuncio. Y lo es para bien y para mal, explica la doctora Carranza. Por un lado, porque ayudan a que la población preste más atención a los buenos hábitos, los cuidados generales y los bucodentales en particular. Pero también hay contras. “Si algún influencer aconseja un producto para un blanqueamiento casero, tipo carbón activado o zumo de limón, que a él le va bien y lo recomienda en la redes, puede tener consecuencias porque no son tratamientos contrastados”.
El color perfecto no existe y es imposible aspirar a tener la misma tonalidad que tal o cual famoso
Otro problema con las celebrities y los influencers son las falsas expectativas que pueden generar en sus seguidores. “Todos los días nos llegan pacientes que nos piden la sonrisa de tal o de cual persona, que nos traen fotografías e incluso videos o historias de Instagram, con sus correspondientes filtros o retoques, lo que en muchas ocasiones nos dificulta mucho que esos pacientes tengan perspectivas realistas –relata la doctora Esteve–. Por ejemplo, nos piden colores muy blancos que ven en sus pantallas, pero que en la vida real no se ven exactamente igual, o que en caso de conseguir ciertas intensidades dan resultados artificiales que distan bastante de una sonrisa estética. Por esta razón es importante explicar todos los tratamientos, con sus pros y contras, siendo muy francos con los pacientes para caminar en la misma dirección”.
COMO SI FUERA SKINCARE
Este furor por la estética dental no se vive sólo en las consultas de odontología. También fuera. Los productos y herramientas para la salud oral se han reconvertido a la categoría de belleza. Cepillos dentales ultratecnológicos y con coloridos diseños atractivos, pastas dentales con packagings (y precios) de lujo, apps de retoques estéticos que incluyen simuladores para unos dientes más blancos, venta de kits blanqueadores caseros, férulas de descarga “universales” o alineadores invisibles que se pueden comprar online para usar a domicilio… en definitiva, productos para la salud oral que reciben el mismo tratamiento que el maquillaje o el skincare: se venden por internet, aparecen en bazares en las páginas de las revistas de belleza y se recomiendan en TikTok por influencers que hablan tanto del último labial como de dispositivos de luz azul para blanquear la sonrisa.
“Me parece un peligro para la salud –advierte contundente la doctora De la Torre–. He visto vídeos donde recomiendan aclarar los dientes usando determinados productos abrasivos que dañan el esmalte. También he visto cómo se tallan ellos mismos los dientes, para darle una forma que les guste, provocando daños irreversibles; y otros trucos para mover los dientes con elásticos, donde se han visto lesiones muy graves”.
La directora de la clínica Kreo advierte de que esta banalización de productos y tratamientos sin rigor médico y sin control hace un flaco favor a la salud, y pide mayor regulación y control al respecto. “Yo no puedo recomendar un tratamiento (o algo que yo pienso que es un tratamiento) porque a mí me haya ido bien, porque puede generar efectos secundarios serios en la salud. Creo que deberían tener algún tipo de penalización en el caso de recomendar cosas o sugerir un tratamiento que no esté demostrado ni controlado por un profesional”.
HAZME UN BLANQUEAMIENTO
Una de las estrellas en la estética dental es el blanqueamiento. Para que sea un éxito, hace falta una evaluación previa y un estudio personalizado del paciente. El color perfecto no existe y es imposible aspirar a tener la misma tonalidad que tal o cual famoso. “Hay que ser honesto con el paciente, saber que el blanqueamiento tiene un tope de blanqueo al que se puede llegar en función de la naturaleza del diente, que viene determinado por su color inicial”, apunta la doctora Carranza.
El blanqueamiento exige un estudio inicial de viabilidad y tener en cuenta los hábitos del paciente, si fuma, bebe té, café o vino, factores que influyen en el éxito del tratamiento.
LAS CARILLAS, EN EL TOP
Pero si hay un tratamiento top en la estética dental, esas son las carillas, láminas de porcelana muy finas que se colocan en la superficie exterior del diente, de manera que mejoran el color, el tamaño y la forma. Han experimentado una evolución notable que ha influido en su rutilante éxito y demanda. “En un principio eran sobre todo de porcelanas feldespáticas, que requerían bastante grosor y una preparación extensa del diente, es decir, de tallado. Actualmente, sobre todo empleamos porcelanas de disilicato de litio que nos permite realizar carillas más delgadas, que minimizan la remoción de esmalte. Incluso en el caso de las carillas que empleamos en exclusiva en nuestra clínica, no hemos de tocar en absoluto el diente, es decir, hay tallado cero”, detalla la doctora Esteve.
No son una alternativa a la ortodoncia y el blanqueamiento, sino en ocasiones son un tratamiento complementario. “A veces se colocan para camuflar y ocultar problemas que se podrían solucionar con ortodoncia y blanqueamiento, lo que no recomendamos. Lo correcto sería hacer un diagnóstico del caso de cada paciente, determinar si la carilla debe
Los productos y herramientas para la salud oral se han reconvertido a la categoría de belleza
ser un tratamiento adicional al tratamiento de ortodoncia”, señala la doctora Carranza.
Lo correcto es colocarlas cuando el paciente tenga una buena oclusión y una buena función masticatoria, añade la directora de Simetría Dental. “Cuánto mejor sea la posición inicial de los dientes, mejor pronóstico habrá”.
SONRISAS ALICATADAS
En este océano de sonrisas perfectas, hay algunas que lo son demasiado. A veces vemos alfombras rojas de famosos y todos tienen los dientes sospechosamente similares, ultrablancos y muy parejos. Pensemos en “sonrisas Hollywood” como Cameron Diaz o Catherine Zeta-Jones. “La sonrisa americana de dientes grandes, todos iguales, sin diferencia entre los incisivos centrales y los laterales, es muy artificial y es lo que muchas veces vemos en las alfombras rojas. Son los que yo llamo dientes “alicatados”, con el mismo patrón, exageradamente blancos y sin ningún tipo de personalización, por lo que estamos totalmente en contra”, detalla la doctora Carranza.
Sin embargo, algunas personas demandan ese tipo de aspecto en su dentadura sin importarles si el resultado es artificial. “Esto es lo que desgraciadamente está pasando a causa de la influencia de la televisión y redes sociales –lamenta la doctora Irene Esteve–. Mucha gente acaba por tener en la cabeza que lo estético es tener los dientes blanquísimos y sin forma, y nada más alejado de la realidad. Pero en ocasiones los profesionales no podemos hacer cambiar de opinión a las personas, podemos aconsejar… pero al que le gusta lo artificial, le encanta y punto”.
También se da el efecto contrario: personas que no quieren parecerse a famosos y así se lo piden a su doctor. “Me ocurre a menudo que algunos pacientes vienen con cierto miedo a hacerse tratamientos estéticos, para que no parezcan artificiales como algunos colaboradores o presentadores de televisión, ya que en ciertos casos son dientes demasiado blancos o demasiado grandes y se ven artificiales. Al perder la naturalidad dejan de ser bonitos”, explica la doctora De la Torre.
Para la doctora Esteve, un ejemplo de boca bonita es la de Julia Roberts, “con esa preciosa sonrisa amplia y prominente”, muy similar a la de Margot Robbie. “Sus dientes son naturales, armónicos y bellos, sin retoques evidentes a pesar de que hayan podido llevar ortodoncia”. La doctora De la Torre añade al listado la sonrisa de la desaparecida Whitney Houston, mientras que la doctora Carranza cita a Amaia Salamanca, “con diente grande, natural, blanco y nada artificial”; y a Elsa Pataky, “con una sonrisa muy natural, aunque se haya hecho algún ‘retoquito’, pero muy sutil”.
Como ejemplos de sonrisa a mejorar, las expertas coinciden en citar a Tom Cruise, a quienes recomiendan una ortodoncia para corregir la línea media desviada. “Y yo cambiaría el tono y la translucidez de las carillas que llevan muchísimos cantantes de reguetón, pero cada uno tiene una percepción de su belleza, y mientras estén sanas, las sonrisas son de quien las luce y así debe ser, sin importar la opinión de los demás”, matiza Esteve.
EN MANOS EQUIVOCADAS
Otro de los problemas generados por el incremento de la demanda en la estética dental es el intrusismo y la mala praxis. El afán por conseguir resultados rápidos y económicos hace que, en ocasiones, los pacientes no se pongan en manos profesionales o incluso que aborden por su cuenta un tratamiento que exigiría supervisión experta. Y las consecuencias pueden ser muy graves. “Hemos visto desde lesiones articulares a daños en la superficie del diente, incluso en el hueso y las raíces de los dientes, llegando incluso a perder piezas”, advierte la doctora De la Torre.
La realidad es que lo barato puede salir muy caro, subraya la doctora Carranza. “Hemos sido testigos de atrocidades con pacientes que se han puesto en manos poco profesionales, con gente poco preparada o en clínicas low cost que, para reducir costes, reducen también la implicación profesional de los tratamientos. Yo recomiendo de corazón que todos aquellos pacientes que no pueden permitirse un tratamiento dental busquen otras alternativas, que no vayan a lo más barato y a la oferta del 50 %”. Porque además de las consecuencias biológicas también están las económicas. La mayoría de los pacientes que son víctimas de esta situación se ven obligados a recurrir a otra clínica para arreglar el problema. “Desgraciadamente, todas las semanas acuden a mi consulta pacientes que se han puesto en manos equivocadas, con grandes problemas, que cuesta mucho solucionar”, lamenta por su lado la doctora Esteve.