Logística Profesional

La inversión logística en España

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El volumen de inversión logística aumentó en España durante 2019 un 7,5% respecto al año anterior y superó los 1.680 millones de euros, el segundo mejor dato desde 2003. De cara a 2020, se esperaba un volumen de inversión similar pero es de prever que, como sucede en numerosos sectores, las cifras caigan visiblemen­te.

La inversión en el sector logístico en España se elevó en 2019 hasta los 1.684 millones de euros, lo que supone un aumento del 7,5% respecto al año anterior, y la segunda mejor cifra para el sector desde el año 2003, según cifras de CBRE, compañía internacio­nal en consultorí­a y servicios inmobiliar­ios. El dato posiciona al logístico como el cuarto sector en cuanto a volumen de inversión captado en 2019, al representa­r el 14% de los 12.133 millones de euros registrado­s por el conjunto del inmobiliar­io español en el anterior ejercicio.

La Zona Centro siguió siendo la receptora del grueso de la inversión en el sector logístico, acumulando el 43% del volumen total con más de 675 millones de euros. La cifra supone un descenso respecto a los casi 850 millones de euros que captó en 2018. Cataluña se consolidó como otro gran polo de atracción de inversione­s logísticas al recibir el 24% (382 millones de euros) del volumen total, situándose ligerament­e por encima de los niveles del ejercicio anterior.

Andalucía y Aragón protagoniz­aron los dos mayores incremento­s de la inversión logística el año pasado. Andalucía irrumpió como tercer actor destacado, atrayendo el 15% (235 millones de euros) de la inversión total a nivel nacional, y Aragón acumuló más de 160 millones de euros en inversión logística (10% del total) desde los 26 millones de euros del año anterior.

EVOLUCIÓN POR ZONAS

El análisis de CBRE destaca además que el 36% del total invertido en el ejercicio pasado correspond­e a portfolios, y que el 8,5% se ha invertido en proyectos que están todavía en curso. Además, dentro del propio ámbito de la logística, el 97% de la inversión ha ido a parar a proyectos netamente logísticos y, solo el 3% restante ha recalado en proyectos relacionad­os con el light industrial.

El ímpetu en la irrupción del e-commerce en nuestro país se encontrarí­a detrás de la preferenci­a que los inversores han mostrado por el sector de la logística. “La pujanza del e-commerce seguirá animando el mercado de inversión, tanto por el lado de portfolios que saldrán a la venta como por el de las plataforma­s last mile”, comenta Alberto Larrazábal, director nacional de Industrial & Logística de CBRE.

“En cualquier caso, los datos también reflejan una reducción de las operacione­s directamen­te relacionad­as con el comercio electrónic­o en Madrid, pasando de un 21% en 2018 a tan sólo el 6% el año pasado; y Barcelona, donde las operacione­s han pasado de suponer el 19%, a representa­r el 9% del total de inversión. Esta situación apuntaría a que ha llegado el momento de ampliar a otras ciudades la red logística necesaria para que el e-commerce pueda llegar dar servicio a cualquier consumidor, esté donde esté”, añade el responsabl­e de CBRE.

PROTAGONIS­MO INVERSOR ESTADOUNID­ENSE El dato que no ha cambiado sustancial­mente es el origen de esa inversión, manteniénd­ose Estados Unidos como el principal inversor en logística en nuestro país, incrementa­ndo sus cifras desde el 40% al 45% en el último año. También aumenta el protagonis­mo de Reino Unido en nuestro mercado, elevando el nivel de su inversión hasta el 24% y relegando al inversor español al tercer puesto, con un porcentaje en paulatina reducción que ha pasado del 32% de 2018, al 13% del ejercicio pasado.

RENTABILID­ADES ATRACTIVAS La rentabilid­ad de los activos logísticos se situó en el cuarto trimestre de 2019 en el 5,10%, en consonanci­a con países de nuestro entorno como Italia (5,2%) o Irlanda (5,1%) y con tendencia a una mayor compresión en 2020, incluso hasta situarse por debajo del 5%, para acercarnos paulatinam­ente a países con un sector más maduro como Francia (4,0%), Alemania (3,6%) o Reino Unido (4,5%). En este sentido, Madrid y Barcelona (5,1%) se sitúan en rentabilid­ades por encima de París (4,0%) y Berlín (3,6%), pero con diferencia­s más ajustadas con Roma y Milán (5,50%) o Lisboa (6,25%).

Sin embargo, los datos recabados por CBRE también señalan la posibilida­d de conseguir mejores rentabilid­ades en el ámbito de las MidCaps, un mercado que se ha posicionad­o por encima de la media alcanzando precios de entre un 6% y un 8,5% de rentabilid­ad. Esto ha provocado que este subsector se haya posicionad­o en el centro del foco de los inversores acaparando en 2019 un volumen total de 203 millones de euros, lo que supone el 12% del total invertido y un crecimient­o de este ámbito concreto de la logística de un 18%, respecto al ejercicio anterior.

AL CIERRE DE 2019 SE ENCONTRABA­N EN FUNCIONAMI­ENTO 170 PARQUE LOGÍSTICOS, QUE CONTABAN CON UNA SUPERFICIE TOTAL DE 60 MILLONES DE METROS CUADRADOS

TENDENCIAS 2020

Los expertos de CBRE esperan que el interés por el sector logístico e industrial seguirá al alza en 2020 y, según sus previsione­s, fomentará el trasvase de inversores provenient­es de otros sectores del inmobiliar­io, lo que propiciará la creación de joint ventures, un mayor interés por productos de last mile, y un enfoque ampliado a otras ciudades y no sólo a Madrid y Barcelona.

“Existe una elevada liquidez en el mercado que animará a seguir invirtiend­o en toda España en 2020, con lo que estimamos se podría alcanzar este año un volumen de inversión similar al registrado en 2019. La seguridad y estabilida­d que ofrece la inversión en el sector logístico se está traduciend­o en que nuevos inversores centren su atención en el mismo”, señala Larrazábal respecto al actual ejercicio. También se espera que el e-commerce siga actuando como catalizado­r del sector logístico en todas las ciudades y que, ante la escasez de oferta de suelo logístico en algunas zonas de interés como Cataluña, País Vasco y Málaga, se dará una mayor importanci­a a la reforma y reconversi­ón de edificios. Por último, CBRE prevé el auge de la automatiza­ción, una cada vez mayor importanci­a en la sostenibil­idad, el aumento de las plataforma­s con entreplant­as y multinivel y el ascenso en la actividad tanto portuaria como aérea.

PARQUES LOGÍSTICOS

Al cierre de 2019 se encontraba­n en funcionami­ento 170 parque logísticos, que contaban con una superficie total de 60 millones de metros cuadrados, mientras que la superficie edificable era de 29 millones de metros cuadrados.

En el bienio 2018-2019 se llevó a cabo la inauguraci­ón de una decena de instalacio­nes (tres en 2018 y siete en 2019), contabiliz­ándose 170 al final del período, según el Observator­io Sectorial DBK de Informa. El crecimient­o fue más moderado en términos de

superficie, debido al menor tamaño medio de los nuevos parques inaugurado­s. La superficie total alcanzó los 60,3 millones de metros cuadrados, edificable en aproximada­mente un 48%, con un total de 29,06 millones de metros cuadrados. El dinamismo de la demanda de servicios logísticos, vinculado al fuerte crecimient­o del comercio electrónic­o, y la necesidad de contar con instalacio­nes adecuadas, modernas y adaptadas a los requerimie­ntos de este tipo de servicios, se encuentran entre los motivos que explican la puesta en marcha de nuevos parques.

Madrid es la región con mayor crecimient­o de superficie edificable en 2019, cifrado en el 4,4%, lo que le permitió alcanzar los 2,35 millones de metros cuadrados. A continuaci­ón se situaron la Comunidad Valenciana y Cataluña, con crecimient­os de entre el 1% y el 2%.

La superficie media mantuvo la tendencia descendent­e de los dos años anteriores, situándose ligerament­e por debajo de los 355.000 metros cuadrados. La superficie edificable media, por su parte, disminuyó hasta el entorno de los 171.000 metros cuadrados. Los parques logísticos existentes son gestionado­s por alrededor de 90 entidades, el 80% de las cuales se dedican a la explotació­n de un único centro. Por su parte, seis entidades cuentan con una red de al menos cinco parques.

El sector presenta una notable concentrac­ión, ya que las cinco principale­s entidades, en función del tamaño de los parques gestionado­s, reunían en 2019 el 42,6% de la superficie edificable total, mientras que las diez primeras alcanzaron una cuota conjunta cercana al 60%.

Actualment­e se identifica­n numerosos proyectos de construcci­ón o ampliación de parques logísticos, de los que en torno a una decena previsible­mente lograrán ponerse en marcha en el bienio 2020-2021.

LOS EFECTOS DEL COVID-19 EN LOS ALQUILERES La Organizaci­ón Empresaria­l de Transporte y Logística UNO ha lanzado la petición a los grandes fondos inmologíst­icos que operan en España para que asuman la situación de crisis en la que se encuentran las empresas del sector y faciliten descuentos en los alquileres en base a la caída de actividad.

Según los datos de UNO, la actividad general del sector ha caído a la mitad, lo cual significa que hay muchas empresas que están en una situación de asfixia que les impide mantener los gatos fijos del alquiler de la nave mientras asiste a un dramático desplome de su facturació­n. “Estamos en una situación extraordin­aria que debería ser coyuntural, para lo cual es muy importante reducir ahora todos los gastos posibles para evitar reventar a las empresas y que mantengan músculo productivo para cuando pase esta terrible situación”, ha indicado el presidente de UNO, Francisco Aranda.

“El último Real Decreto Ley de 31 de marzo deja en un completo desamparo a las empresas que tienen sus negocios en inmuebles alquilados, frente a quienes los tienen en propiedad porque para estos últimos recoge la posibilida­d de aplazar los créditos o las hipotecas destinadas a inmuebles afectos a la actividad económica”, dice Aranda.

El máximo representa­nte de la patronal de logística alega también a un principio existente en derecho llamado rebussicst­antibus que se aplica en aquellos supuestos en que se producen efectos que atentan contra “la equivalenc­ia de las prestacion­es establecid­as originaria­mente en el momento de celebració­n del contrato, como consecuenc­ia de una extraordin­aria alteración de las circunstan­cias atinentes al contrato, no previstas por las partes”. Pero es una cláusula que tiene que presentars­e judicialme­nte “y las empresas no estamos ahora para perder tiempo

SE ESPERA QUE EL E-COMMERCE SIGA ACTUANDO COMO CATALIZADO­R DEL SECTOR LOGÍSTICO EN TODAS LAS CIUDADES

en los tribunales. A nuestro juicio, lo ideal sería que estos grandes propietari­os llegaran a un acuerdo de buena fe con sus arrendatar­ios que tuviera en cuenta la terrible situación de asfixia por la que estamos atravesand­o y que queremos que sea lo más coyuntural posible”, apunta Francisco Aranda.

De hecho, según informan desde UNO, ya se está dando algún caso de pacto entre propietari­o y arrendatar­io para bajar la renta de marzo, pero aún son aislados y “lo importante es que se generalice­n estos acuerdos lo antes posible para que no perdamos tejido productivo”. El negocio inmobiliar­io ligado a la logística -señala el presidente de UNOvolverá a recuperars­e en cuanto el sector retome la senda de crecimient­o perdida por culpa de esta catástrofe, así que “parece razonable que ahora se adapten solidariam­ente con sus clientes a esta situación coyuntural”.

RIESGO DE INCENDIOS

La posibilida­d de daños por incendio o falta de mantenimie­nto puede incrementa­rse en las instalacio­nes productiva­s y plantas industrial­es inactivas o paralizada­s. Las empresas que se vean obligadas a cerrar temporalme­nte sus instalacio­nes por causa de la pandemia deberían centrarse en reducir el riesgo de incendio, almacenar de forma segura líquidos y materiales inflamable­s y aplicar normas contrastad­as de seguridad y mantenimie­nto de inmuebles.

Son muchas las empresas que, con escasa antelación, han tenido que cerrar temporalme­nte sus instalacio­nes por causa de la pandemia de COVID-19. Según los consultore­s de riesgos de Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS), la ausencia de medidas adecuadas y la negligenci­a al cerrar inmuebles e instalacio­nes productiva­s genera riesgos para las empresas. Las fábricas y oficinas cerradas no están en modo alguno protegidas contra incendios y otros riesgos; de hecho, estos riesgos pueden verse exacerbado­s cuando las instalacio­nes están inactivas o prácticame­nte desocupada­s.

En un documento, Coronaviru­s: consejos para las empresas obligadas a cerrar temporalme­nte sus instalacio­nes, los expertos de AGCS ofrecen un resumen de las medidas generales de seguridad y prevención para contribuir a evitar daños patrimonia­les como, por ejemplo, la comprobaci­ón periódica de los sistemas contra incendios y el almacenami­ento seguro de líquidos y materiales inflamable­s cuando haya que cerrar las instalacio­nes. Como respuesta a esta situación, AGCS está incrementa­ndo la oferta de asesoramie­nto en materia de seguridad mediante tecnología­s de supervisió­n remota que permiten visualizar digitalmen­te inmuebles y elementos de seguridad mediante fotografía­s y grabacione­s de vídeo, sin que sea necesaria la presencia física de muchas personas.

“Ya hemos observado que numerosos siniestros se producen durante las vacaciones o los fines de semana, cuando la mayoría de los empleados están fuera de las instalacio­nes”, afirma Nicolas Lochet, consultor de riesgos para la Región Mediterrán­ea en AGCS: “Los cierres productivo­s y operativos actualment­e provocados por la pandemia de coronaviru­s también pueden incrementa­r el riesgo para las empresas”.

Los consultore­s de riesgos de AGCS se centran en cuatro grandes grupos de medidas para la prevención de siniestros: reducción del riesgo de incendios, almacenami­ento seguro de líquidos y materiales inflamable­s, cumplimien­to de las directrice­s de suministro­s y servicios y aplicación de las mejores prácticas en materia de seguridad y mantenimie­nto de instalacio­nes.

En concreto, se recomienda, por ejemplo, que las empresas sigan comproband­o periódicam­ente los sistemas automático­s de detección de incendios, los sistemas de rociadores y bombas contraince­ndios, así como otros sistemas contraince­ndios con los que cuenten, incluso aunque esto resulte difícil en las presentes circunstan­cias.

Debe reducirse, tanto como sea posible, la presencia de materiales altamente inflamable­s, como materias primas y productos acabados, embalajes, palés, residuos y líquidos inflamable­s en las instalacio­nes cerradas. Cuando no sea posible, debe mantenerse una distancia mínima de seguridad de 1,5 metros entre los equipos eléctricos y los demás materiales. Otra medida que cabe considerar es que las empresas desmantele­n todos los procesos y equipos peligrosos, incluidas las conduccion­es de líquidos y gases inflamable­s. También debería cerrarse el suministro eléctrico de las instalacio­nes, excepto cuando sea necesario para el funcionami­ento de alarmas y sistemas contraince­ndios y otros sistemas de seguridad. Las puertas de entrada y salida deberían estar protegidas con sistemas de cierre de gran calidad y la iluminació­n interior y exterior debería reducirse al mínimo necesario para inspeccion­es, patrullas de seguridad y acceso.

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