La COVID-19 maquilla las malas cifras en la gestión de residuos
El impacto de la crisis sanitaria de la COVID-19 ha penalizado la producción y los resultados de las empresas de reciclado de residuos, afectando también a las empresas de transporte y almacenamiento. Por el contrario, el volumen de gestión de los residuos sanitarios que se generan por esta emergencia han aumentado más del 350%, suponiendo un importante incentivo para un sector que también ha experimentado varios cambios normativos.
El año pasado no fue del todo positivo para la gestión de residuos. Según indica DBK en su informe “Reciclado de Residuos”, se estima que el volumen de residuos disminuyó en 2020 hasta los 18,5 millones de toneladas, un ocho por ciento menos que en el año anterior,
Los residuos de metal concentran más del 60% del volumen total reciclado, seguidos del segmento de papel y cartón, que reúne algo más del 20%, correspondiendo el resto al reciclado de madera, vidrio y plástico.
Por otra parte, tanto las exportaciones como las importaciones de desperdicios y desechos disminuyeron significativamente en 2020, un 4,7% y un 11,9% en términos de volumen, respectivamente, situándose las ventas al exterior en 1.650 miles de toneladas y las compras en 5.300 miles de toneladas. El gradual crecimiento de la actividad económica y el aumento derivado de los residuos generados contribuirán a impulsar la actividad de las empresas de reciclado en 2021, especialmente a partir del segundo semestre.
DBK ESTIMA QUE EL VOLUMEN DE RESIDUOS RECICLADOS DISMINUYÓ EN 2020 HASTA LOS 18,5 MILLONES DE TONELADAS, UN 8% MENOS QUE EN EL AÑO ANTERIOR
AUGE DEL TRANSPORTE SANITARIO
Si en el caso de los residuos la tendencia ha sido a la baja, en lo que respecta a la facturación del sector de transporte sanitario terrestre ha sido todo lo contrario, alcanzando los 1.350 millones, un 4% más, atendiendo al último informe sobre “Transporte Sanitario” publicado por DBK. Aunque esta industria sigue caracterizándose por una marcada fragmentación, en los últimos años ha aumentado la concentración de la oferta, de forma que los cinco primeros operadores reúnen ya el 30% del volumen de negocio sectorial. La actividad sin duda estuvo marcada por el efecto de la pandemia, que obligó a muchas de las empresas a reforzar el servicio. Sin embargo, las operaciones vinculadas a determinados servicios no urgentes y programados, así como a la cobertura de eventos, se vio penalizada por la cancelación de tratamientos e intervenciones, las restricciones al movimiento y la menor actividad económica. A corto plazo, se estima que el valor del mercado prolongará la vertiente alcista de los últimos años, estimándose que el ejercicio 2021 cerrará con un crecimiento similar al del año anterior, en un 4%. Esta variación permitiría alcanzar los 1.400 millones de euros.
RESIDUOS DERIVADOS DE LA PANDEMIA
El coronavirus ha supuesto que los residuos sanitarios adquieran una gran relevancia. De hecho, la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales (ASEGRE) destaca que el volumen de gestión para los profesionales que se encargan de gestionar los residuos que se generan por esta emergencia ha aumentado entre un 350% - 400%, lo que ha supuesto un enorme reto para estos operadores.
La mayoría de las Comunidades Autónomas han desarrollado normativa específica en materia de gestión de residuos sanitarios. Existen doce Comunidades Autónomas que cuentan con una legislación específica en materia de gestión de residuos sanitarios, lo que genera una gran disparidad normativa para los gestores. Siendo este uno de los objetivos que la Asociación de Empresas Gestoras de Residuos y Recursos Especiales (ASEGRE) se ha marcado para 2021: trabajar con el Ministerio de Transición Ecológica y las CCAA para lograr una unidad normativa para estos residuos, ya que actualmente su clasificación y nomenclatura no es homogénea a lo largo del territorio nacional.
La gestión incorrecta de los residuos sanitarios peligrosos puede liberar al medioambiente sustancias que resultan dañinas para los organismos vivos. Por ello, la normativa básica sobre residuos