Cerramientos para el control de las mercancías y la temperatura
Puertas verticales, rápidas correderas, basculantes, seccionales, enrrollables, metálicas, automáticas..., existen multitud de sistemas de cierre de las naves logísticas y todas persiguen el mismo fin: preservar las mercancías de los hurtos, el calor y el frío y facilitar el acceso entre departamentos.
La tecnología avanza a pasos agigantados y por tanto, las variedades de puertas para las naves industriales también. Además de permitir el acceso, hacen de la nave un lugar seguro y adecuado para el almacenaje de las mercancías, tanto si requieren de temperaturas especiales como si no, evitando la entrada de aire frío o caliente y suciedad.
En el mercado existen multitud de fabricantes que ofrecen todo tipo de puertas y complementos.
PUERTAS VERTICALES O SECCIONALES
Son puertas robustas con una gran resistencia y un alto nivel de estanqueidad. Se adaptan fácilmente a cualquier tipo de espacio, ya que se componen de un conjunto de paneles compactos que se deslizan hacia arriba mediante unas guías laterales y se compensan por un sistema de resortes. Están pensadas para no ocupar superficie en el exterior ni tampoco en el interior y salvar obstáculos como puentes grúas, vigas o conducciones.
PUERTAS RÁPIDAS
Para las naves con mucho movimiento de entrada y salida, son una buena solución por su velocidad de acción y porque disminuyen al máximo las pérdidas de temperatura ambiente y las corrientes de aire. S pueden colocar en el exterior como en el interior, y se componen de una estructura base y una lona flexible. Al no ser puertas rígidas, destacan por su rapidez de apertura y cierre, suponiendo un aumento de la economía energética diaria y una mejora sustancial de la productividad. Existen de lona apilable y de lona enrollable.
ADEMÁS DE PERMITIR EL ACCESO, HACEN DE LA NAVE UN LUGAR SEGURO Y ADECUADO PARA EL ALMACENAJE
PUERTAS BASCULANTES
Permiten ganar espacio y pueden ser de una o dos hojas.
LA MOVILIDAD ENTRE LAS DIFERENTES ZONAS DE TEMPERATURAS ES UNO DE LOS PUNTOS NEURÁLGICOS
PUERTAS DE GUILLOTINA INDUSTRIALES Para naves de grandes dimensiones con mucho espacio para su instalación. Su apertura vertical facilita las actividades de carga y descarga.
PUERTAS PLEGABLES
Para espacios pequeños, protegen y ocupan el menor espacio posible para facilitar las maniobras dentro y fuera de la nave.
AISLAMIENTO TÉRMICO
En la logística del frío, la movilidad entre las diferentes zonas de temperaturas es uno de los puntos neurálgicos. Es fundamental no romper la cadena del frío y reducir al máximo la pérdida de energía con el cambio de temperaturas, especialmente en las cámaras frigoríficas. Por eso es tan importante elegir bien las puertas de las naves industriales, el aislamiento térmico permite ahorrar, mejorar la eficiencia de las operaciones y reducir la entrada de corrientes de aire y suciedad del exterior.
En las zonas de congelados, algunos fabricantes ofrecen incluso calefactores para evitar la congelación de las articulaciones de la hoja, que cambian de dirección al llegar al techo, incluso a temperaturas negativas extremas. Una junta inferior especial, también calefactada, impide que la puerta se quede adherida al suelo por congelación; esta medida se puede complementar con una calefacción del suelo por parte de la obra. Las puertas seccionales, que abren hacia arriba, son necesarias para la zona frigorífica sobre todo cuando no hay suficiente espacio a los lados para emplear puertas correderas. En las zonas frigoríficas, se utilizan generalmente puertas de apertura rápida. Sólo éstas garantizan un flujo constante de paso, la disminución de corrientes de aire y la reducción de las pérdidas de energía y de temperatura. Por ejemplo: entre las zonas frigoríficas y las zonas de refrigeración hay diferencias de temperatura de hasta 40 grados centígrados.
Además para minimizar al máximo la pérdida de frío, los sistemas de puertas deben abrir y cerrar rápidamente.
SENSORES PARA PUERTAS
Son un elemento indispensable para permitir el correcto funcionamiento de la puerta. Detectan la presencia de las personas y controlan que se abra y se cierre en el momento preciso para evitar pérdidas de temperatura y de tiempo en el acceso de una nave a otra. Algunos fabricantes, como Ángel Mir, disponen de sensores que se activan con solo pasar la mano por delante sin necesidad de tocarlo físicamente, evitando la transmisión de virus y minimizando el riesgo de contagio.
El sensor abre automáticamente la puerta rápida proporcionando un flujo de paso inmediato, seguro e higiénico para todos los usuarios. Además, el diseño del pulsador es discreto y permite hasta tres opciones de instalación: puede ir integrado en el cuadro de control de la puerta, enrasado con una placa de acero inoxidable o bien, integrado en una caja con superficie.
El fabricante señala además que no solo es para puertas rápidas nuevas, sino que “ofrecemos la posibilidad de colocarlo en puertas ya instaladas, así todos nuestros clientes pueden contar con una óptima higiene entre sus empleados y seguir obteniendo el mejor rendimiento. Está especialmente recomendado para aplicaciones sanitarias, alimentarias y farmacéuticas.