Dimite la embajadora de EEUU en la ONU, una alternativa a Trump en 2020
Nikki Haley abandonará su cargo a final de año y promete en su adiós que no interferirá en la reelección del presidente dentro de dos años Israel agradece su labor en Naciones Unidas
Nikki Haley sorprendió ayer en Washington y en la ONU por su decisión de abandonar a finales de año el cargo de embajadora de EEUU ante Naciones Unidas, una decisión acompañada de su promesa de no interferir en la reelección de Donald Trump, con quien discrepó antes y después de su presidencia. Una sorpresa que quizás también lo fue para el propio mandatario de EEUU puesto que en su comparecencia en la Casa Blanca junto a Haley –una de las pocas voces femeninas de su gabinete–, Trump tuvo que admitir que no tendrá el nombre de su sucesor hasta dentro de dos o tres semanas.
Haley (Bamberg, Carolina del Sur, 1972) se dio conocer a nivel internacional cuando fue nombrada en enero de 2017 la voz de la Administración Trump ante la ONU y enseguida tomó relieve por sus duros discursos en Naciones Unidas y su imagen de independiente. Al acceder al cargo, la diplomática avisó de que su plan pasaba por hacer valer la “fuerza” de EEUU, apoyar a sus aliados –sobre todo a Israel– y asegurarse de que éstos devolvieran el respaldo: “Para aquellos que no nos apoyen, vamos a anotar nombres. Nos aseguraremos de responder a eso adecuadamente”, advirtió.
Su notoriedad enseguida la situó en una de las figuras políticas de moda en el país y llegó a sonar como favorita para convertirse en secretaria de Estado e, incluso, como una posible aspirante a la Casa Blanca en un futuro no muy lejano. Haley dijo ayer que daba “un paso al lado” y que no piensa presentarse a las elecciones presidenciales de 2020 –debería competir posiblemente con Trump–, pero que nunca dejará de defender los intereses del país.
Haley fue gobernadora de Carolina del Sur durante seis años, en los que, recordó ella misma, “tuvimos que lidiar con un hura- cán, una inundación, un tiroteo en una iglesia y otro en una escuela”. “Y después me incorporé (a la ONU) y han sido dos años de Irán, Corea del Norte... Ha sido un periodo intenso y soy una firme creyente en los mandatos es- trictos”, adujo ayer junto a Trump, dando a entender que el cansancio ha hecho mella.
Pero “un paso al lado” no es un paso atrás ni un abandono de la política, por lo que analistas estadounidenses ven un intento de Haley por desmarcarse al máximo de Trump. Según publicó Politico hace ya un año, el Partido Demócrata recabó informes sobre varias figuras republicanas que podrían desafiar a Trump en 2020 u optar a la Presidencia si él no se presentara a la reelección, y Haley es una de ellas.
El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, expresó ayer su agradecimiento a Haley, cuyo desempeño en la organización internacional ha pasado por una férrea defensa de Israel desde el comienzo en lo que define como un “cambio de estatus” de su país.