Malaga Hoy

La otra mitología del genio

El Congreso Internacio­nal ‘Picasso e Historia’ reivindica la raíz andaluza del pintor en paralelo a la forja de la misma Andalucía como territorio político y cultural

- Pablo Bujalance MÁLAGA 3Entrevist­a con Pepe Karmel, presidente del comité científico del congreso, en la página 60.

Con más de doscientos especialis­tas acreditado­s procedente­s de EEUU, Francia, Reino Unido, Argentina, Polonia, Suiza, Alemania, Bélgica, Turquía y España (entre otros países), y un programa con 24 ponencias, el Congreso Internacio­nal Picasso e Historia que comenzó ayer en el Museo Picasso Málaga y que se prolongará hasta mañana jueves es mucho más que una anécdota: muy al contrario, revela la posición de la ciudad y de la pinacoteca en el mapa picassiano internacio­nal, en una proyección creciente. El Museo Nacional Picasso de París puso en marcha este proyecto con la intención de unificar, articular y divulgar los trabajos académicos más importante­s en torno a Picasso en todo el mundo y en virtud de categorías temáticas concretas; el mismo centro parisino celebró las dos primeras ediciones, mientras que la tercera tuvo lugar en Barcelona el año pasado y la cuarta ha venido a afianzar la posición del Museo Picasso en esta cuestión. Esta actividad, que cuenta con el patrocinio de la Fundación Unicaja, se integra además en los actos con los que el Museo Picasso celebra su 15 aniversari­o y, de entrada, la primera jornada sirvió para reivindica­r no sólo la función testimonia­l de Picasso respecto a los grandes

Eugenio Carmona

Catedrátic­o de la UMA Andalucía fue la lengua materna de Picasso. Una lengua que se pierde en cada traducción”

acontecimi­entos históricos de su tiempo; más aún, la convicción de que Picasso desempeñó esta función desde su raíz andaluza mientras Andalucía se forjaba a sí misma como territorio político y cultura. En lo que a la Historia se refiere, Picasso fue corazón y periferia. Sin contracció­n ni paradoja.

Tras la inauguraci­ón del congreso, que corrió a cargo del director artístico del Museo Picasso, José Lebrero; el presidente de su consejo ejecutivo, Bernard Ruiz-Picasso; el consejero andaluz de Cultura, Miguel Ángel Vázquez; y el presidente del Museo Nacional Picasso de París, Laurent Le Bon, fue el catedrátic­o de Historia del Arte Eugenio Carmona quien detalló en la primera conferenci­a la construcci­ón de Picasso como pintor andaluz. Primero, a través de los testimonio­s que el artista dejó escritos sobre sí mismo: “Si yo fuera fuera las fieras vendrían a comer de mi mano” [sic], escribió en Boisgeloup en 1935, a modo de mensaje misterioso “en el que aflora de manera inconscien­te la lengua materna, entendida como significan­tes transmitid­os para que el ser viviente los transforme en significad­os. En este sentido, cabe afirmar que la lengua materna de Picasso es Andalucía. Una Andalucía que se pierde sin remedio en cada traducción”.

A través del más popular poema autobiográ­fico que escribió Picasso (“he aquí la historia yo nací de un padre blanco y una copita de aguardient­e andaluz nací de la niña de una madre soltera de quince años nacida en málaga en los percheles el hermoso toro que me engendró la frente coronada de jazmines con los dientes había arrancado de sus manos las líneas de la jaula que oprimían al pueblo”), Carmona dejó constancia de una doble mitología que construye Picasso respecto a su origen: la más anclada en el mundo clásico, evocada a la manera del rapto de Europa; y la que tiene que ver con los Percheles, el enclave donde vivió su abuela Inés López Robles (que fue madre soltera), “un barrio de la clase trabajador­a, en el que comenzó la industrial­ización de Málaga en el siglo XIX. El mismo al que debe encaminars­e Don Quijote para, según Cervantes, convertirs­e en un auténtico caballero. Y el mismo en el que tiene el flamenco uno de sus orígenes”. A través de numerosas señales poéticas y pictóricas, Picasso se vincula a sí mismo a esta “otra mitología”, la de la Andalucía popular. Y lo hace mientras su contemporá­neo Blas Infante emprende la primera definición histórica, cultural y política de Andalucía. Fue Federico García Lorca quien, en 1928, reconoció por primera vez a Picasso como artista andaluz: “Picasso es el andaluz genial de las invencione­s milagrosas y la intuición más sorprenden­te”. Así en la lengua como en el pincel.

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FOTOGRAFÍA­S: MUSEO PICASSO MÁLAGA
 ??  ?? 1. Arriba, el director del Museo Picasso, José Lebrero, durante la inauguraci­ón del congreso. 2. Abajo, el catedrátic­o de Historia del Arte Eugenio Carmona, pronuncia su conferenci­a ‘Picasso, Málaga, Andalucía, Mediterrán­eo’.
1. Arriba, el director del Museo Picasso, José Lebrero, durante la inauguraci­ón del congreso. 2. Abajo, el catedrátic­o de Historia del Arte Eugenio Carmona, pronuncia su conferenci­a ‘Picasso, Málaga, Andalucía, Mediterrán­eo’.
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