La alianza de Merkel también se ve amenazada en las elecciones regionales de Hesse tras el revés de Baviera
Apenas digerido el revés en las urnas de Baviera, la gran coalición de Gobierno de Angela Merkel afronta mañana los comicios regionales de Hesse, que según los sondeos darán otro toque de atención tanto al bloque conservador como a los socialdemócratas. La canciller, quien casi no se dejó ver en la cam- paña electoral bávara en medio de las tensiones persistentes entre su línea y la de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), estuvo presente en tres mítines esta semana en Hesse, en un claro respaldo a su correligionario y jefe del Gobierno regional, Volker Bouffier.
Merkel aprovechó su paso por dicho estado, con capital en Wiesbaden y donde se encuentra la ca- pital banquera Fráncfort, para calificar de “desproporcionadas” las sucesivas prohibiciones para la circulación de automóviles con motor diésel más antiguos. También incidió en su hipotético relevo al frente de la Unión Cristianodemócrata (CDU) –que preside desde 2000– al sentenciar que los intentos por regular desde el poder una sucesión suelen terminar muy mal.
El pronunciamiento sobre el diésel se tachó de electoralista –entre las ciudades afectadas por la prohibición está Fráncfort–, mientras que el relativo a su relevo remite al próximo congreso de la CDU, en diciembre, en el que Merkel se presentará a la reelección como jefa del partido pese a los crecientes cuestionamientos internos a su liderazgo.
La líder del bloque conservador y la del Partido Socialdemócrata, Andrea Nahles, negaron a los comicios de Hesse un carácter de barómetro sobre el estado de opinión a escala nacional, mientras que en Alemania se ve una potencial nueva estocada a la gran coalición.
Ambas están fuertemente presionadas tras la fuerte caída de votos sufridas en sus filas en Baviera. La CSU perdió en esos comicios su tradicional mayoría absoluta y obtuvo un 37,5% de apoyos, mientras que el SPD se hundió en un 9,7% y quedó relegado a la quinta posición.