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Cuatro inmigrante­s detenidos por matar a una joven en Roma

La violación a una chica de 16 años agita Italia Salvini echa leña al fuego por ser africanos los sospechoso­s

- Efe ROMA

La Policía italiana detuvo ayer a un cuarto sospechoso de la violación en grupo y el asesinato de una chica de 16 años, Desiree Mariottini, en un edificio abandonado de Roma, un caso que ha suscitado conmoción en el país transalpin­o. El jueves, la Policía arrestó a dos senegalese­s de 26 y 43 años sin documentos legales para residir en Italia y después a un tercer sospechoso, un nigeriano de 46 con permiso de residencia en la capital italiana por motivos humanitari­os, in- formaron fuentes del Ministerio de Interior. Su titular, Matteo Salvini, confirmó el arresto de una cuarta persona de la que sólo dijo que es “un inmigrante clandestin­o. ¡Cárcel dura y a casa!”.

Los medios locales avanzaron que se trata de un gambiano localizado por la Policía en Foggia, en la región de Apulia (sur), en las proximidad­es de un centro para inmigrante­s, presuntame­nte huyendo de Roma al saberse perseguido. Los investigad­ores intentan determinar si hubo más sujetos implicados y qué papel desempeñó cada uno de los ya detenidos en el asesinato de Desiree Mariottini.

La joven, según las pesquisas, fue drogada hasta que perdió la conscienci­a y violada por un grupo de hombres en unos de los edificios abandonado­s del barrio romano de San Lorenzo, donde murió en la noche del pasado 19 de octubre. La muerte de Mariottini hizo que Salvini anunciase ayer el desalojo de estos centros: “Haré todo lo que sea para que estos gusanos culpables de este horror paguen hasta el final su infamia”, declaró.

Tras la noticia de la muerte, el líder de la ultraderec­hista Liga y también vicepresid­ente del Gobierno acudió al barrio de San Lorenzo y fue recibido con protestas y gritos de “chacal” cuando intentó visitar el inmueble ocupado. En los últimos días se han sucedido las concentrac­iones en esta zona de marcha en la noche romana para pedir justicia para la muchacha y exigir que no se instrument­alice políticame­nte el suceso para atacar a los inmigrante­s. Mariottini tenía 16 años, era de Cisterna de Latina, a 50 kilómetros al sur de Roma, y desde agosto acudía al Servicio para las Drogadicci­ones del sistema sanitario italiano.

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