Malagueña, enfermera y antropóloga
Concepción de la Rubia es malagueña, enfermera, antropóloga y doctora en Bioética. Su vida es una constante lucha por mejorar. Empezó en el mundo sanitario como auxiliar con sólo 17 años. Fue en el Hospital Civil. Su pasión por la asistencia le llevó a estudiar enfermería. Nada más acabar la carrera se metió en las Urgencias del Clínico donde ha desarrollado gran parte de su labor profesional. Llegó a ser la responsable de toda la enfermería de ese área del hospital. Con gran capacidad de diálogo, pasó luego a Participación Ciudadana. Con voluntarios, simplemente dándoles voz y escuchando sus propuestas, trata de mejorar cada día la atención tanto sanitaria como social que les brinda el hospital.
–No lo sé.
–La gerencia lo tiene programado para el año que viene. Lo dijo el gerente y yo confío en él.
–Me apasiona ese triángulo espíritu, cuerpo, mente. Como falle uno de los tres, se somatiza en enfermedad.
–Yo soy de la generación de las vacunas. Yo creo en las vacunas, si no no sería enfermera. A la gente yo le digo que se vacune, que es un seguro, que hay que prevenir. Después de tantos años, las vacunas han demostrado su fiabilidad.
–Que nosotros no estamos contra los pacientes, que estamos aquí para ayudar.
–Hay que informar a la gente, decirle que si se tarda más es porque alguien que está peor. Por eso decía que tienen que saber que un hospital no es como una carnicería donde se respeta el orden de llegada. Aquí el que tiene un infarto pasa antes. Y la prioridad la determinan los profesionales. –A mí me gusta mucho trabajar, pero es verdad que las mujeres hoy en día son superheroínas. Todas estamos pluriempleadas. La casa es nuestra; la comida, la limpieza, las actividades de los niños... Y además, el trabajo. Eso no lo ha vivido mi madre. Antes las mujeres eran amas de casa y atendían a su familia. Hoy estamos en el trabajo pensando en que no estamos con nuestros hijos y estamos con nuestros hijos pensando en el
Las mujeres de iguales, nada. Nos hemos ido al otro lado de la balanza. Solo nos falta la capa de Superman”
–Veo muy bien la evolución de la ciudad. Se está poniendo preciosa. Te metes en internet y hay mil opciones. Y los museos Picasso y Thyssen son dos joyas.
–Soterrado, es más seguro. Yo no lo cojo porque vivo en la otra parte de la ciudad, no me he montado todavía. Pero creo que es más seguro por debajo de la tierra. –Yo quiero ver el hospital. El Metro no me importa. Aunque tenga que ir andando al hospital... [Risas]