Una tradición que se remonta a los años 60
Hasta hace no mucho los burros acarreaban piedras y arena procedente de la cantera y recorrían largas caminatas junto a sus dueños. La historia de los burro taxi es reciente y se remonta a principio de los años 60, cuando los vecinos que trabajaban en la Sierra de Mijas, al terminar su jornada, volvían a lomos de sus animales. Los turistas que por aquel entonces ya empezaban a florecer en la localidad les pedían hacerse fotos con ellos y dar un paseo por el pueblo a lomos del animal. De ahí surgió una nueva manera de ganarse la vida para muchas familias del municipio, lo que hizo que con el paso de los años estos animales se convirtieran en protagonistas del turismo mijeño, una tradición que dentro de poco cumplirá 50
imagen que quieren dar algunos en contra, son animales a los que se les tiene muy bien cuidados, pero sí es verdad que se han tenido que adaptar a los tiempos y por eso había que regularlo. La mayoría de las quejas que recibimos son de gente que no conoce el ser vicio, por lo que animo a todo el mundo a que se acerque y los conozca”, explica la concejala de Movilidad y Transporte, Nuria Rodríguez.
La ordenanza, que se espera que pueda llevarse a Pleno para su aprobación en el próximo mes de enero, está siendo redactada con la colaboración del Colegio de Abogados y El Refugio del Burrito, que ha aportado sus propias impresiones sobre el cuidado de los equipos que aparecerán recogidas en este documento. Sin embargo, la ordenanza parece que, de nuevo, no contenta a todas las par- años. De hecho, Mijas se ha convertido en uno de los pocos pueblos de la provincia en los que es posible ver a estos animales en peligro de extinción. Actualmente hay repartidas 59 licencias de burro taxis y en total son ocho los propietarios de estos animales. En algunos casos se trata de un negocio familiar que ya va por la segunda generación de arrieros.
tes y el grupo animalista Pacma ha vuelto a solicitar la abolición de este servicio y a denunciar la “explotación animal que sufren a diario los burritos”.
“Un animal rápidamente se detecta si está bien o no, hay diferentes inspecciones rotativas que se van haciendo de forma periódica. Y si en algún momento alguien detecta alguna anomalía o cree que algún animal está siendo maltratado que avise a la Policía, pero que por favor no se dejen llevar solo por lo que dicen un grupo de personas de forma radical”, comenta la edil, que señaló que en los últimos años se han llevado a cabo mejoras en los establos, realizado cursos y formado a agentes de la Policía Local para detectar posibles caso de maltrato animal. “Constantemente estamos trabajando por el servicio y también por el bienestar animal”, afirma.