Cumpleaños en la peor etapa de la Monarquía
Ésa es la gran incógnita del futuro, si efectivamente la Princesa de Asturias llegara a reinar. La preparan para serlo, estudia en el mismo colegio que su padre, Nuestra Señora de los Rosales, y cuenta con apoyo suplementario para aprender desde la historia de España vista desde sus aspectos más exhaustivos hasta protocolo o el conocimiento impecable del inglés. Los Reyes han hecho hincapié al colegio en cuestiones más importantes que también formaron parte de las inquietudes de la reina Sofía: que no existiera diferencia de trato con el resto de los alumnos, que hiciera deporte, que aprendiera francés y que fomentaran valores que, en casa, son prioridad para los padres.
Nada se sabe qué hará la Princesa una vez finalice el colegio. Su padre y su abuelo estudiaron en las tres academias militares porque algún día asumirían la condición de capitanes generales de los tres ejércitos, pero nada hay escrito de la obligación de que Leonor pase por Marín, Zaragoza y San Javier. En cuanto a la Universidad, don Felipe estudió Derecho en la Autónoma de Madrid e hizo después un máster de Relaciones Internacionales en Georgetown, que completó con una gira por las más importantes instituciones internacionales para estudiar su funcionamiento interno. Nada hay escrito sobre los estudios de la Princesa Leonor, que además no es una decisión que competa exclusivamente a la Familia Real. Sus estudios es cuestión de Estado. La Princesa recibió elogios por su primera lectura pública, pero a nadie se le escapa que ese acto de tanto simbolismo y el cumpleaños de la reina Sofía se han celebrado en un momento especialmente delicado para el futuro de la monarquía. rey Felipe... aunque no se atreve a frenar a las iniciativas que intentan la abolición de la monarquía.
Los pasos más significativos proceden de los independentistas, que hace ya años expresaron su rechazo a la monarquía con la quema de banderas españolas y retratos del rey Juan Carlos, y que hoy ven en don Felipe al principal rival por el discurso valiente del 3 de octubre de 2017, tras la Declaración Universal de Independencia del Parlament, a propuesta del Govern, y que hoy contempla como
Doña Sofía se ganó el respeto y el afecto de los españoles a base de esfuerzo, superó el rechazo inicial con el que fue recibida al llegar a Madrid con el príncipe Juan Carlos tras un largo viaje de novio. Su nieta ha sorprendido para bien en su primera intervención pública. Se echa de menos una cierta espontaneidad en la Princesa de Asturias y en su hermana, que estén menos pendientes del excesivo control de su madre. Tanto, que su superprotección y su obsesión alcanza a que no se las fotografíe más que cuando sean actos oficiales.
La Princesa de Asturias ya tiene 13 años, a esa edad su padre estaba muy habituado a aparecer en público. Es hora de que la futura Reina sea más visible, no se vista como una niña y sea normal su presencia en escenarios sociales, culturales, deportivos y, por supuesto, territoriales. Aunque no sea más que para que se dé a conocer una joven muy preparada para ser Monarca cundo corresponda y se acepte con naturalidad su papel, que es la mejor forma de neutralizar las operaciones de la izquierda para remover las entrañas constitucionales y abolir el referente de estabilidad de un país crecientemente inestable: la Corona.
Es hora de dar visibilidad a la Princesa de Asturias para neutralizar los frentes antimonárquicos