“Para mí lo primero es el restaurante, antes que la TV”
Con la eliminación de Carmen Lomana parecen quedar atrás los conflictos con Antonia dell’Atte, que han marcado la actual edición de Masterchef Celebrity, en la noche de los domingos en La 1. Jordi Cruz (Manresa, 1978), tres estrellas Michelin con Abac, en Barcelona, ya es uno de los chefs más famosos de España con esta labor de jurado en el talent de Shine en TVE, donde aún se digiere la marcha de Eva González a Antena 3.
¿Cómo es su actitud en este programa, y más cuando entre famosos hay conflictos que no se esperaban?
–En Masterchef siempre estoy relajado, en general. Entre los mayores el jurado tiene un papel más relevante, más que entre los pequeños. Pero con diferencias entre los mayores. Los aspirantes del amateur dependen un poco más de ti, pero en cambio el celebrity va solo. Haya o no haya conflicto, nosotros somos parte de la caja y el relleno son las celebrities, a los que yo prefiero llamar aspirantes conocidos, mejor. No son profesionales, sino que quieren demostrar que saben cocinar, que vienen a que la gente los vea y los conozcan un poco mejor. De todas formas no todo es tan dramático. Con los famosos puedes estar más suelto y reírte un poco más. En esta versión no tengo necesidad de hacer de juez tan estricto como lo soy en el formato amateur. Lo disfrutas porque sabes que tu papel es secundario. –¿Hay alguien con quien haya empatizado más o se haya hecho un hueco en su corazón? –Hay dos aspirantes que me gustan mucho como se puede ver en el programa: uno es Santiago Segura, que es muy sincero, que tiene sus demonios, sus cosas buenas y malas, y las enseña todas sin ningún tipo de tapujos, al igual que la competitividad que lleva dentro. Juega con las cartas sobre la mesa y eso me gusta mucho. Es un personaje muy inteli- gente y va un paso por delante de los demáss. Y el otro es Mario Vaquerizo, que muchos me decían que era muy superficial y que no se iba a tomar el programa en serio. Mario ha sido para mí un gran descubrimiento. –Se ha demostrado que Mario Vaquerizoes profesional y bueno de verdad. A mí me gusta rodearme de esa gente.
–¿En cuál de los tres formatos de Masterchef ( amateur, junior y celebrity) se encuentra más cómodo?
–En el Celebrity y en el de niños -el junior- estoy a gusto porque es más fácil . En ellos estoy más relajado. El amateur es más exigente, más largo y más contundente. Obliga a una responsabilidad mayor. –¿Ha habido alguna vez que algún concursante que se le haya “atragantado”?
–No, no. Porque están dentro de la jaula de los leones. No sería justo, porque no hace falta ni hacer mella ni hurgar más de la cuenta en la llaga. Como jurado tú tienes la posesión del poder, es tu medio, estás en una cocina y el que viene está igual de nervioso que tú. Encima juego con la ventaja de estar acostumbrado al plató de Masterchef. A veces le das más caña, porque la admite, en el sentido de que es más duro o es más resistente. O porque sabe, y si sabe que no puede defraudar. Cuando hacen menos de lo que saben hacer, ahí sí que me cabreo y le arreo con ganas.
–Tenemos a veces la sensación de que es muy duro.
–Lo dosifico, de verdad. Sí que es –¿Cómo se compagina chef con dirigir un restaurante que tiene tres estrellas como el Abac?
–Fácil. Para mí lo primero es el restaurante antes de cualquier compromiso con la televisión. Yo ante todo soy cocinero y en Masterchef hago lo que puedo hacer de la mejor manera posible. Y el equipo del programa hace lo máximo que pueden para devolver-
Hay dos aspirantes que me gustan mucho en esta edición: Santiago Segura y Mario Vaquerizo”
Tengo que hacer el papel de juez enfadado. Como voy tan cansado y agobiado, estoy cabreado de verdad”
me a mi restaurante cuanto antes. Empleo muchas horas, muchos días a la semana a una cosa y a otra. Y a partir de ahí si algo no sale tan perfecto como a mí me gusta, pues me tengo que fastidiar, porque cuando uno hace todo lo que puede, no se puede hacer nada más. También es una cuestión de asumir las limitaciones.
–Tras tantas horas en la gestión de un negocio tan ejecutivo, ¿es muy duro tener que grabar tanto y tantas horas, con los viajes, las esperas?
–A mí me va bien porque tengo que hacer el papel de juez enfadado. Es relativamente sencillo: como voy tan cansado y agobiado estoy cabreado de verdad. Entonces sale solo y natural la función que tengo que cumplir en el programa.