JUBRIQUE
Desparramado por la ladera y rodeado de castaños, impresiona. La vista panorámica de este pueblo blanco serrano ofrece una de esas estampas características del interior de la provincia de Málaga que no ha cambiado desde hace muchos años. Y que ofrece la posibilidad de adentrarse en un municipio que sigue valorando las tradiciones, que respeta la naturaleza y que, además, mira al futuro.
ubrique nació de la unión de cuatro aldeas moriscas. Muchas de sus calles son cuestas salpicadas de arcos y postigos repletos de coloridas macetas que las mujeres del pueblo cuidan con mimo. La Plaza de Andalucía es su centro neurálgico y, allí, el edificio del ayuntamiento comparte espacio con un consultorio médico y un espacio de ocio para los vecinos. A su lado se levanta la iglesia de San Francisco de Asís, construida en el siglo XVI sobre una antigua mezquita y, hoy, uno de los edificios más emblemáticos de la localidad. El pueblo cuenta con otros dos templos de gran valor histórico y artístico: la ermita de la Santa Cruz del Choricillo -centro de peregrinación de una romería anual celebrada en mayo- y la ermita del Castañuelo, por la que los vecinos sien-