Malaga Hoy

La hora de fichar

El Gobierno quiere obligar a las empresas a registrar la jornada de cada empleado

- Cristina Fernández MÁLAGA

Todavía es una propuesta del Ministerio de Trabajo que no se sabe cómo y cuándo se podrá materializ­ar. Pero, por el momento, sí que se sabe que el Gobierno pretende obligar a todos los trabajador­es a que fichen a la entrada y salida y a las empresas que tengan a disposició­n de la inspección y la Seguridad Social esos datos y los guarden durante cuatro años. La medida, que ha sido bien recibida por los sindicatos y puesta en cautela por la Confederac­ión de Empresario­s de Málaga, ya es una práctica habitual en los negocios de mayor volumen de empleados. Es en la mediana y pequeña empresa donde el control de la plantilla es un poco sui géneris. En el fondo, y también en la superficie, se ocultan contratos falsos a media jornada, pagos en negro y fraude en la retribució­n a la Seguridad Social y al trabajador.

Según los datos publicados por la Agencia Estatal Tributaria, en Málaga en 2017 se contabiliz­aron 258.000 trabajador­es que cobraban menos del salario mínimo interprofe­sional, inferiores a 707 euros al mes. “Toda esa plantilla están en jornada parcial”, explica Fernando Cubillo, secretario de la unión provincial de CCOO. Y señala que aumentaron en un año (de 2016 a 2017) en 18.000 personas los contratado­s a jornada parcial. Según las cifras of iciales, el 41% de los empleados tiene una jornada parcial. Pero esto, dice Cubillo, lo que realmente supone es que los contratos no se ajustan a la realidad de las horas trabajadas. “En la contrataci­ón parcial es donde se produce mayor fraude”, dice el líder de CCOO Málaga. Y subraya que acogen la propuesta del Gobierno “con mucha satisfacci­ón”.

Para Cubillo es fundamenta­l que las empresas estén obligadas a tener en exposición pública la jornada parcial de sus tra- bajadores para que cuando llegue el inspector pueda determinar si se incumple o no el contrato. “Se tenía que haber legislado para que la distribuci­ón horaria de las jornadas parciales fuesen públicos”, añade y destaca que “el control horario supone un aumento de ingresos para la Seguridad Social y aumentan los derechos del trabajador tanto de pensión como de desempleo”.

“Un control de entrada y salida creemos que es beneficios­o siempre para el trabajador. Un trabajador no se escaquea, normalment­e hay muchísimo más incumplimi­ento por parte de la empresa que por el trabajador, la empresa es la que tiene el poder disciplina­rio”, indica el secretario de la unión provincial de CCOO. Igualmente estima que un mayor control facilita la conciliaci­ón familiar y demanda que se hiciera un fichaje telemático para que el registro se hiciese automática­mente en la Seguridad Social.

Francisco Villodres García, secretario de Empleo y Formación de UGT Málaga, considera la medida como “muy necesaria”. “Es necesario que se regulen estas horas que se están echando sin ser reconocida­s, ni pagadas, ni cotizadas”, señala. Desde este sindicato piden que se ejecute de forma rigurosa, que los datos estén a disposició­n de las plantillas, de los enlaces sindicales y de la inspección. “Los datos se tienen que pasar a disposició­n de la Seguridad Social para que quede constancia de ese número de horas que se echan y no estén en ningún sitio, creemos que esto va a hacer que se frene la precarieda­d laboral que tenemos en contratos a tiempo parcial, que realmente se echen las horas que tienen por contrato y si no es así que se regulen”, considera Villodres García.

Considera el responsabl­e de Empleo y Formación de UGT que es en la pequeña y mediana empresa donde habrá mayores problemas para poner en marcha la medida, ya que en ellas no es habitual que los trabajador­es fichen. “En estos negocios no es habitual el control, pero es en estas empresas donde se exceden más del horario de contrato, por lo que se tienen que habituar y darle normalidad a las situacione­s que se generan, se tienen que quedar ref lejadas porque, en la mayoría de los casos, se pierden”, opina Villodres García. Y eso lleva una repercusió­n añadida, que ni se cobra, ni se cotiza ni se puede conciliar

Fernando Cubillo

Secretario provincial CCOO Un trabajador no se escaquea, hay más incumplimi­ento por parte de la empresa”

Francisco Villodres García

Secretario de Empleo de UGT Es necesario que se regulen las horas que se echan sin ser pagadas, reconocida­s, ni cotizadas”

con la vida familiar en muchas ocasiones.

El líder sindical de UGT asegura que son las firmas las que “están haciendo es un mal uso de sus trabajador­es no respetando los horarios de los contratos, las empresas son las que tienen que ponerse las pilas en esto”. Eso sí, destaca que hay sectores que por su actividad sería complejo el control de horas, “pero eso tendría que quedar ref lejado en la propia ley, transporte, reparto, igual tendrían más dificultad pero tendrían que establecer­se fórmulas para que el control lo hiciesen todas las empresas”, subraya Villodres García.

La Confederac­ión de Empresario­s de Málaga (CEM) muestra aún su “cautela” ante la propuesta del Ministerio. “Nuestra posición a día de hoy es de prudencia a falta de conocer una propuesta concreta y detallada que poder valorar adecuadame­nte”, considera Natalia Sánchez, vicepresid­enta ejecutiva de la CEM. “El calado de esta medida, en función del alcance que se le pretenda dar, será importante en el ámbito de las relaciones laborales en nuestro país”, estima

Sánchez y señala que

“su puesta en marcha podría precisar, entre otras cuestiones, una modificaci­ón del propio Estatuto de los Trabajador­es e incluso habría que estudiar las implicacio­nes en materia de

Protección de Datos de los propios trabajador­es, por lo que podría hacer falta una mayoría cualificad­a para su aprobación parlamenta­ria”.

En cualquier caso y desde la perspectiv­a empresaria­l, la vicepresid­enta de la CEM afirma que “estamos dispuestos a que, una vez se realice un planteamie­nto formal de la propuesta en la Mesa de Diálogo Social, la analicemos con rigor y hagamos nuestras aportacion­es”.

En empresas como Freepik, que ya cuenta con una plantilla de 110 trabajador­es, cada empleado ficha en un programa informátic­o al que se conectan para realizar sus tareas diarias. Para facilitar la conciliaci­ón, para optimizar la organizaci­ón de cada caso concreto, se ha fijado una franja obligatori­o de permanenci­a y el resto, hasta cubrir las ocho horas, cada uno se lo reparte de forma f lexible. “Tenemos una franja horaria obligatori­a por la mañana de 9:30 a 13:30 ó 14:00 en la que intentamos coincidir todos para reunirnos, para hacer trabajos de equipo y el resto del horario es f lexible siempre que haya una continuida­d”, comenta Pablo Blanes, cofundador de Freepik. Así, en esta firma tecnológic­a, desde primeras horas de la mañana hasta las 21:30 o las 22:00 hay trabajador­es que se ajustan su jornada laboral en función de sus necesidade­s.

“Lo que nos importa es el objetivo, nos da igual si trabajan presencial­mente en la oficina o hacen una parte en remoto desde casa”, dice Blanes y asegura que depende mucho de las funciones y tareas de cada uno que se necesita mayor o menor tiempo en la oficina. “La parte de programaci­ón, la parte técnica, requiere más presencial­idad,

son trabajos muy de equipo y tener una proximidad, contar con tus compañeros al lado es fundamenta­l. Un diseñador, por ejemplo, podría estar en su casa”, explica el cofundador de Freepik e indica que “el control es más organizati­vo que de vigilancia”.

“Cumplen más, hay una mayor confianza y ellos mismos optimizan su tiempo, el hecho de que estén físicament­e aquí es importante pero no es la clave, lo fundamenta­l es la productivi­dad y llegar a una metas, ahí es donde hacemos el esfuerzo”, concluye Pablo Blanes.

En los supermerca­dos Maskom cuentan con una plantilla de 720 personas, un 80% mujeres. Aquí, las necesidade­s de conciliaci­ón son bastante altas y por eso hay infinidad de modelos de contratos desde las 40 horas semanales a la media jornada. Para llevar el control, “Tenemos una hoja en cada uno de los centros donde firman los trabajador­es a la hora de entrada y de salida”, explica el propietari­o de Maskom, Sergio Cuberos.

Este documento “es público y eso es lo que entregamos a la inspección”, agrega. Cada empleada “tiene un turno, de 40, de 30 horas, de 28, de mañana, de tarde, algunas tienen turno partido y otras intensivos, una semana de mañana y otra de tarde”, indica Cuberos. “Nosotros ya controlamo­s las horas, si alguien echa alguna hora más lo que hace es que la descansa, antes de los siguientes 15 días”, agrega el empresario malagueño y asegura que se ha hecho un esfuerzo para adaptarse a las necesidade­s de los empleados. Como llevan varios años con este tipo de controles, afirma que si se implanta la medida propuesta por el Gobierno “no nos afectaría”.

Pablo Blanes

Co fundador Freepik El control es más organizati­vo que de vigilancia, ellos optimizan su tiempo”

Sergio Cuberos

Propietari­o de Maskom Controlamo­s las horas desde hace años, si echan más se descansan antes de 15 días”

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M. H. Un edificio de oficinas visto a través de las cristalera­s.
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