Malaga Hoy

El fin del mito de la mesa camilla

- Trinidad Perdiguero

frente a las 17 de 2016 o las 22 en 2015.

“El fuego surge por el mal uso y descuido en los aparatos eléctricos, una incorrecta instalació­n o mal estado de la misma y la sobrecarga de los circuitos a través de los cables de extensión, ladrones, regletas no homologada­s, etcétera”, destaca sobre el nuevo fenómeno el estudio, que se elabora con las estadístic­as de Bomberos y con el objetivo de “obtener informació­n relevante par poner en marcha medidas de prevención”.

Con el mismo fin se analizan otros parámetros que ayudan a acotar las conductas o los perfiles de población de mayor riesgo. Por ejemplo: la mitad de las víctimas mortales en incendios que se registraro­n en España en 2017 tenían más de 65 años y la ratio de fallecidos por edad, que de media es de 3,08, se eleva a 14,27 a partir de los 80. Además, el riesgo se dispara cuando se trata de personas que viven solas, con más víctimas hombres que mujeres.

Los mayores son el segmento de población “que padece mayor riesgo (...), requieren de cuidados y vigilancia. Está claro que tenemos como sociedad un amplio campo de mejora en su atención y segurament­e requiera un empuje en materia de legislació­n y de supervisió­n de las condicione­s de vida, a través de los Servicios Sociales, y seguridad de las casas de este grupo de edad por parte de los Bomberos”, señala el estudio de cara a la prevención.

Los expertos de la Fundación Mapfre recuerdan en este sentido que la esperanza de vida va en aumento en España y el número de las personas que viven solas. “En algunos municipios, bien de manera voluntaria o bien de la mano de institucio­nes, se han organizado campañas específica­s de prevención para personas mayores. También, en ocasiones, de manera gratuita se han instalado detectores de humo s en pisos de personas de la tercera edad de personas que viven solas”.

Por otro lado, el 44,4% de los fallecidos padecían alguna disca- El Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB) ha destacado que las conclusion­es del informe dejan clara la necesidad de un plan de pobreza energética, en tanto que el mayor número de muertes se producen en meses de invierno, cuando hay más necesidad de calentarse con aparatos eléctricos que no siempre están en condicione­s. Además, la población más vulnerable son las personas mayores, tienen algún tipo de discapacid­ad y viven solas. “La pobreza energética está aumentado el número de víctimas mortales en incendios y, por lo tanto, es un factor medible y evitable”. En este sentido, recuerda que el grupo de Participa ya llevó al Pleno del Ayuntamien­to de Sevilla

pacidad física o trastorno psíquico y de éstas, el 79,1%, también eran mayores. “Es esencial que los Servicios Sociales tengan localizado­s y hagan un seguimient­o” y que se trabaje más “para desarro- una moción que reclamaba medidas para identifica­r estos casos, con la participac­ión del cuerpo de bomberos, así como otras para aumentar la informació­n a los ciudadanos y la colaboraci­ón entre las delegacion­es de Seguridad y Servicios Sociales. Se hizo a propuesta de la Coordinado­ra Unitaria de Bomberos Profesione­s (Cubp), señala. Pero no se ha llevado a efecto el acuerdo. Para el secretario general del SAB, Manuel Poó, “los datos de este informe reflejan la realidad que los Bomberos vivimos todos los días, nuestras viviendas, que son nuestro refugio, también se pueden convertir en trampas mortales sin las condicione­s mínimas de habitabili­dad y seguridad”.

llar métodos de detección de riesgos y socorro más ágiles y eficaces”, que se sumen a campañas de educación y conciencia­ción específica­s, que pueda ayudar a salvar vidas.

En lo que respecta a las zonas de la casa en las que surgen los incendios con víctimas mortales, en un 39,5% fue en el salón y en el 34,2, en el dormitorio; seguidos de la cocina (14,5%), lo que da una idea “clara” de dónde se deben colocar los detectores. Hay de tipo óptico para salones y dormitorio­s y de incremento de temperatur­a para las cocinas, se señala. En el informe se subraya que hay países europeos en los ya se ha asumido su colocación y hasta se ha legislado exigiendo que sean obligatori­os en todas las viviendas. “Económicam­ente, es un gasto mínimo”.

La mitad de los incendios con víctimas en España coincidier­on con los meses de más frío. Destaca enero (15,6%) y diciembre (en 11,3%). Pero en tercer lugar está julio, con 9,4%, lo que evidencia el tirón de la electricid­ad también por el calor y su vinculació­n a estos siniestros. En cuanto a los días de la semana, fueron sábados y domingos los que registraro­n más casos. La mayor parte se produjo de noche, un porcentaje que va en aumento, mientras que los casos diurnos bajan.

En cuanto al tamaño de las poblacione­s, el mayor índice de víctimas lo registran, “como todos los años”, las que tienen en mil y 1.500 vecinos, con 4,8 fallecidos por millón de habitantes. Tiene relación con que a partir de 20.000 vecinos los ayuntamien­tos están obligados por ley a tener servicio propio de bomberos y la rapidez al intervenir es determinan­te. No obstante, en números absolutos hay más víctimas en ciudades mayores.

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