El Pollino hizo una barbacoa en la casa donde cometió el triple crimen
A la menor de 6 años la arrojaron viva a la fosa tras ser la primera a la que dispararon
Ricardo G. el Pollino y el resto de su familia organizaron una barbacoa en el exterior de la casa de Dos Hermanas (Sevilla) en la que acababan de asesinar a Sandra Capitán, de 26 años; su hija Lucía, de 6; y su pareja Mehmed el Turco, cuyos cuerpos enterraron en una fosa séptica que cubrieron con cemento.
Según el relato de la Fiscalía, que acusa a los siete investigados por este triple crimen –cinco de ellos en prisión provisional– de tres asesinatos, detención ilegal y tenencia ilícita de armas, “a fin de no levantar sospechas y con la excusa de celebrar el cumpleaños de Ricardo G. alias el Pollino, la familia organizó una barbacoa en el exterior del domicilio, con música alta”. El Pollino, su mujer y sus padres –todos ellos acusados– actuaron “con normalidad cuando, sobre las 17:00, los trabajadores de la cementera, que desconocían que poco antes se habían cometido tales crímenes en la vivienda, propiedad de la familia, “llegaron a la casa” para cubrir con cemento una fosa séptica donde habían arrojado los cuerpos de las tres víctimas.
El escrito de la Fiscalía con el relato de los hechos, presentado al Juzgado de Instrucción 19 de Sevilla en la vista previa antes de enviar el caso a juicio, que será con jurado, señala que una vez allí los trabajadores, el Pollino les indicó que él utilizaría la manguera con la que se echaba el hormigón, con lo que evitó que no pudieran ver el lugar exacto donde se vertería. “Ricardo vertió unos siete u ocho metros cúbicos de hormigón líquido en la fosa donde se encontraban los cuerpos sin vida de la familia, hasta alcanzar una altura de casi un metro”, añade el Ministerio Público, mientras sus padres y su mujer “distrajeron a los trabajadores de la hormigonera. Llegaron a ofrecerles café”.
Los siete investigados son Ricardo G. el Pollino, su padre, su mujer, el monitor de boxeo David R.H., al que supuestamente el Pollino pidió ayuda para retener a Mehmed ante una disputa por una deuda relacionada con la droga, y un amigo de éste, J.A.M.B. –todos en prisión preventiva–, así como la madre del Pollino y Manuela M.O., que presuntamente puso en contacto al Pollino con el monitor de boxeo, ambas en libertad provisional.
Además de los cargos que la Fiscalía atribuye a todos, las acusaciones particulares que ejercen las familias de Mehmed el Turco, Sandra Capitán y el padre de Lu- cía les acusan también de pertenencia a grupo criminal, una acusación realizada por la abogada que representa a familiares de Mehmed y a la que se han adherido las otras dos acusaciones.
Para el abogado Juan de Dios Ramírez, que representa al padre de la pequeña Lucía, el relato de los hechos demuestra que no fue “un ajuste de cuentas”, sino un “terrible crimen” merecedor de la “prisión permanente revisable” que ya anunciaron que solicitarían todas las acusaciones.
Las defensas han pedido el sobreseimiento de la causa y una de ellas la nulidad de la instrucción.
La Fiscalía señala que la pequeña Lucía fue la primera en ser tiroteada, pese a lo cual fue arrojada aún con vida en el pozo, ya que la autopsia revela abrasiones por la aspiración de los gases de la cal viva con la que la taparon, mientras que a Sandra Capitán llegaron a darle cinco tiros, mientras que el último en ser asesinado fue el Turco.
Todo ello con la participación y conocimiento de la familia del Pollino, ya que fue su mujer la encargada de traer a Sandra y a su hija a la casa cuando ya el principal acusado, su padre y el monitor de boxeo y su amigo habían retenido al Turco y le habían dado una paliza por una deuda por asuntos de droga.
El monitor de boxeo y su amigo participaron en esta parte y al ver entrar a la mujer y la hija, por no ser lo acordado, se marcharon dejando muy malherido al Turco, conocedores de que iban a acabar con su vida.
De los siete investigados, dos están en libertad provisional y otros cinco en prisión