Malaga Hoy

Medicina para el corazón

El Málaga vuelve a ganar fuera de casa ante el Mallorca y recupera el aliento en un partido de infarto Pacheco, Ontiveros y Cifu se entendiero­n para meter el gol de un triunfo que casi vuela

- Mallorca Málaga CF EL MICROSCOPI­O

dralejo. Sastre, Valcarce, Dani Rodríguez... Una sucesión de disparos con el Málaga panza arriba traía por la calle de la amargura. Diez minutos a merced y dos goles negados a Raíllo, uno por fuera de juego –mal anulado, no era él uno de los bermellone­s adelantado­s– y otro por la manopla de Munir; ambos en acciones casi calcadas a balón parado. Pero cuando está...

Si no se aparecen las musas, también vale el Cautivo. En el peor momento, antes del descanso, entró en juego esa extraña combinació­n entre suerte y saber estar. Los goles son goles y lo mismo valen por la escuadra que con el culo. Un mal despeje del portero en un córner, un rebote al lugar propio y un Harper oliendo sangre ponían por delante al Málaga.

Golpes así son los que cambian dinámicas. En el partido, el equipo de Muñiz creció. Al contrario que muchas otras veces, estuvo mejor con el partido en el alambre que empatado. El Mallorca intentó llevarlo de nuevo a su terreno, a un ida y vuelta donde sacar petró-

El Málaga anotó en su peor momento y encajó el empate cuando más cómodo estaba

leo con las piernas de Lago Júnior o las aparicione­s de Álex López. La respuesta, somníferos y cemento. Pacheco se hizo con el control y Ontiveros entró para maniatar.

Ocurre que, igual que hizo el Málaga en la primera mitad, el Mallorca golpeó en el mejor momento de su rival. Los mínimos centímetro­s que cedió la defensa en el segundo tiempo sirvieron para que Álex López ejecutase a centro de Fran Gámez. Ahí tuvo que entrar eso que decía Muñiz, la tranquilid­ad, la cabeza fría y el oficio que el equipo parecía perder fechas atrás.

Con todo en un puño relució el lado cerebral de hombres viscerales. Pacheco y Ontiveros se entendiero­n entre protestas baleares. Una genialidad de las que ha dado a cuentagota­s el de Pizarra encontró al marbellí cuando se ahogaba el contraataq­ue. Y este no fue egoísta por no recibirla antes: sirvió de cabeza a la subida de Cifu, incrédulo, sin saber muy bien qué hacer para celebrar. En adelante, más locura. Munir reapareció pese a sus dudas, Abdón la tiró fuera cuando El Molinón se venía a la cabeza y el Málaga volvió a ganar fuera. Qué bien sabe.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain