Una lacra y una vergüenza social
Un solo caso de violencia contra la mujer es demasiado, más de 45 en el año que ha acabado, ya no digamos. Por eso mismo, urge abordar el problema desde la raíz, de forma integral y sin anteojeras ideológicas. Por supuesto, desde la información y el compromiso de las instituciones, poniendo a disposición teléfonos de ayuda y denuncia como el 016, pero también apostando de verdad por políticas que defiendan la vida y la familia, y destinando recursos al acompañamiento en el tiempo de las víctimas. Y, por supuesto, con una educación adecuada en la que se haga comprender y experimentar a los más jóvenes que el otro es siempre un bien y que por eso mismo es intolerable cosificarle y ejercer, en este caso sobre ellas, una violencia, que es siempre una lacra y una vergüenza social. Valentín Abelenda Carrillo (correo electrónico)