EL ‘ZENOBE GRAMME’
La mar de historias
EN julio de 2002, en concreto entre los días 11 y 16, el puerto de Málaga fue el escenario del final de una de las etapas de la regata Cutty Sark. Esta ya desaparecida carrera de barcos de vela, en aquella fecha, eligió las aguas malacitanas para la conclusión de una navegación entre Alicante y Málaga; un tramo de regata que congregó a 19 veleros antes de seguir una ruta que los llevaría a La Coruña.
Con el recuerdo de aquellos días y con la añoranza de unas intensas jornadas que convirtieron al puerto malacitano en el epicentro mundial de la navegación (algo que hasta la fecha no se ha vuelto a repetir), hoy les hablaré de uno de los buques de vela que participó en este evento y que hace unos días regresó a Málaga.
Llevando el nombre del investigador belga que construyó la primera dinamo que permitió el uso industrial de una máquina de corriente continua, el Zenobe Gramme es un buque de dos mástiles aparejado con velas bermudas. Construido entre los años 1960 y 1961 en los astilleros Boelwerft situados río Escalda, este velero de 136
toneladas de registro bruto, 28 metros de manga y una superficie vélica de 700 metros cuadrados, comenzó su vida de mar convertido en un buque de investigación oceanográfica. Realizando estudios sobre los fondos marinos, en 1968, auspiciado por la Universidad de Lieja, el Zenobe Gramme visitaba por primera vez Málaga dentro una campaña por el Mediterráneo. Reconvertido en 1970 en un barco escuela para estudiantes de la marina de guerra belga, este velero, ya con la numeral A958, centró su carrera en la instrucción militar y en la participación de eventos marítimos internacionales. Ganador de la Cutty Sark en 1976 donde además su dotación obtuvo una mención especial por realizar un rescate, el Zenobe Gramme repetía en aguas malacitanas en julio de 2002 participando en esta misma regata.
Y aunque su llegada de hace unos días nada tiene que ver con la conmemoración de aquel atraque, este velero tripulado por siete marinos con capacidad para 10 estudiantes, ha regresado 18 años después de aquel evento. Una escala que recuerda aquellas jornadas en las que el puerto de Málaga fue el objetivo internacional de la navegación a vela.
En 1968, este velero llegó a Málaga en un viaje organizado por la Universidad de Lieja