Tres miembros de una familia granadina mueren al incendiarse un brasero
Un matrimonio de ancianos y su hijo de 50 años fallecen por la inhalación de humo pese a que intentaron huir
José Utrilla y Antonia Roelas formaban un matrimonio de ancianos muy conocido en Dehesas Viejas, un pequeño municipio situado a unos 50 kilómetros de Granada de apenas 700 habitantes en el que habían regentado durante décadas una herrería. Tras su jubilación, uno de sus cuatro hijos Javier, de 50 años, heredó el negocio familiar. Tanto él como sus padres fallecieron de madrugada en un incendio que se desencadenó en su domicilio y del que, pese a intentarlo, no pudieron escapar.
Pasada la medianoche del jueves, la combustión de un brasero eléctrico, según los primeros indicios de la investigación, provocó el accidente mortal.
Las llamas destruyeron la zona del comedor. Sin embargo, pese a que el fuego no llegó a expandirse por otras habitaciones, la ubicación de la dependencia afectada impidió que sus ocupantes, pese a ser conscientes de lo que estaba ocurriendo, pudieran escapar: terminaron pereciendo asfixiados por el humo. Una tragedia que, según los testimonios, se produjo a la una de la madrugada y de la que nadie se percató hasta seis horas después cuando, pasadas las siete de la mañana, un vecino observó lo que parecía algo de humo que salía por una rendija de la puerta de la vivienda de la familia Utrilla.
Las llamas, tras haber consumido los muebles del salón y el aire que había dentro del domicilio, estaban prácticamente apagadas y aún seguía saliendo humo. En una habitación yacían los cuerpos de José y Antonia, de 84 y 77 años respectivamente, quienes, según los indicios, desperaton e intentaron huir sin conseguirlo. Minutos después, en otra habitación, encontraron a Javier, de unos 50 años