Un camino en varios pasos
Para asegurar la calidad, Alberto Pardo, subdirector general de Calidad Asistencial de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, aboga por adaptar los objetivos a la cultura real de cada organización y propone no centrarse en el paciente, que no deja de ser una forma de referirse a la propia enfermedad, sino a la propia persona y sus necesidades. La parte científico-técnica “pasa por medir, pero sobre todo por aplicar mejoras tras analizar los resultados, y por dejar de hacer lo que no lo los aporta”. Así, insistía en que no solo se trata de proponer lo que hay que hacer, sino pensar por qué hay que hacerlo, cómo hay que hacerlo, y qué herramientas se van a dar al equipo para hacerlo. A modo de clausura, Juan Abarca, como presiente de la Fundación IDIS, apuntaba que “el indicador QH es actualmente el único indicador transversal aplicado tanto a hospitales públicos, como hospitales privados, como a centros grandes y pequeños, solo tabula a los certificado que existen actualmente y los evalúa”. Por su parte, Alfonso Jiménez, director del Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesad), enfocaba sus palabras en el propio trabajo de la Fundación IDIS, insistiendo en que “la Sanidad española necesita un sector privado de calidad, y que haga especial hincapié en su medición y su mejora”.