Junta y Gobierno difieren en las listas de espera quirúrgicas
● El registro estatal contempla 14.116 personas menos que el regional a fecha de 30 de junio
Las listas de espera quirúrgicas fueron casi el primer ariete del Gobierno del cambio. Pocos días después de la toma de posesión de los consejeros de PP y Ciudadanos, el titular de Salud, Jesús Aguirre, y el portavoz, Elías Bendodo, anunciaron que el Ejecutivo socialista de Susana Díaz tenía a medio millón de andaluces aguardando para pasar por el quirófano o por la consulta del especialista sin figurar en los registros oficiales. Desde entonces, se ha aumentado la transparencia en estos datos, al menos los referentes a las operaciones, pero se mantiene la disparidad entre los números oficiales que ofrece la Junta y los que distribuye el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
El departamento que dirige María Luisa Carcedo hizo ayer pública la información sobre listas de espera quirúrgicas a fecha de 30 de junio de 2019. Andalucía es la segunda región con un mayor número de personas esperando para acudir al quirófano, sólo por detrás de Cataluña, con 137.721. Son 14.116 andaluces menos que los que aparecen en la web de la Consejería de Salud y Familias en esa fecha. En el departamento que dirige Jesús Aguirre apuntan que la brecha se debe a que el Ministerio de Sanidad contabiliza sólo a los pacientes que aguardan para operarse en 11 procedimientos seleccionados, es decir, que figuran en los decretos de garantías que fijan un máximo de 120 días para pasar por los quirófanos.
Con el objetivo de equiparar los datos entre las distintas regiones, la Administración central acotó las operaciones que tiene en cuenta en sus estadísticas. Y gran parte de los pacientes aflorados a principios de año por Aguirre y Bendodo proceden de esas listas de espera que no tienen un periodo garantizado.
Más allá de esta brecha, resulta llamativo que la reducción del número de personas que figuran en los registros ha sido casi idéntica en la estadística estatal, que se hizo ayer pública, y en la regional. De los 143.887 pacientes que el Ministerio contemplaba en diciembre de 2018 se pasó a 137.721 en junio de 2019, es decir, 6.166 personas menos. En la web andaluza se pasó de 158.015 a los 151.837 de junio de 2019. Son 6.178 andaluces menos.
Casi la mitad de los más de 6.000 pacientes que han salido de las listas de espera lo hicieron gracias al plan de choque puesto en marcha por la Consejería de Salud y Familias para aliviar este problema. El dato lo ofreció la semana pasada Jesús Aguirre, que cifró en 2.777 el número de personas que se han beneficiado de este aumento de la actividad en los quirófanos, que echó andar el 1 de abril y supuso una inversión de alrededor de 25 millones de euros. Según defendió el titular de Salud en el Parlamento, el plan de choque ha permitido reducir en 42 días la espera media de los pacientes que aguardan para operarse, fijado en 159 días a fecha de 31 de octubre.
Trabajadora, madre, ama de casa y cuidadora. Miles de mujeres en Andalucía luchan a diario para conciliar la vida personal con la laboral.
La conciliación no debería ser una cuestión de género pero lo es, como tampoco es sólo un problema de ayudas públicas, de un aumento de la baja por maternidad o de la reducción de horas en el trabajo –que puede frenar el ascenso profesional–. Hablar de conciliación familiar y laboral es hablar de un cambio de mentalidad en la sociedad, de una corresponsabilidad del hombre en tareas asumidas por la mujer y de un cambio en los horarios de colegios y comercios. Al menos, son algunas de las conclusiones a las que llegaron los participantes en uno de los Desayunos de Redacción organizado por Grupo Joly con el patrocinio de Cepsa. El encuentro, que se celebró el pasado martes en la sede del Diar io de Sevilla, tenía por título La conciliación: el equilibrio entre la vida personal y profesional de los individuos, y en él participaron representantes de la Junta de Andalucía, de Cepsa, de la Universidad de Sevilla, de la Asociación Española de Empleo con Apoyo y también de los empresarios.
“¿Qué significa conciliación de la vida personal y profesional?” con esta pregunta del moderador y redactor jefe de Economía de Grupo Joly, Alberto Grimaldi, comenzó el Desayuno de Redacción. “Como representante de la Consejería de Empleo, la conciliación debería ser un hábito para compaginar la vida familiar y laboral, y también es una herramienta para llegar a la igualdad entre hombres y mujeres”, comenzó el secretario general de Empleo y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, José Agustín González Romo. “Desde las administraciones públicas tenemos la responsabilidad de perseguir la conciliación que también se ha convertido en una herramienta para llegar a la igualdad entre sexos, aunque hay que tener cuidado de que las medidas que se tomen no sean contraproducentes”, afirmó el secretario general de Empleo refiriéndose al hecho de que reducir la jornada laboral provoque en que la mujer “trabaje el doble en casa o que extender el permiso de maternidad no signifique estar más tiempo en casa y entonces no pueda promocionarse en lo laboral”. En este sentido continuó la secretaria general de Políticas Sociales, Voluntariado y Conciliación de la Junta de Andalucía, Lourdes Ballesteros García, quien afirmó que es un concepto transversal que nace de la “necesidad de la sociedad de incorporar a la mujer en el mercado laboral en una situación sociológica en la que también cuida a sus mayores o personas con discapacidad a su cargo, las tareas del hogar, etc. Hay una brecha entre el trabajo desarrollado por el hombre y por la mujer y la Administración Pública tiene que tomar medidas para ayudar a esa igualdad”. Por eso, la Secretaría General de Políticas Sociales, Voluntariado y Conciliación de la Junta está elaborando un documento, “una foto real de Andalucía que muestre los tipos de familia que existen, la vida laboral en las empresas públicas y privadas” que en este momento está en fase de diagnóstico.
Además de la igualdad, la conciliación es fundamental para realizar “un buen trabajo. Hay que hacer un gran esfuerzo en las empresas para apostar por el teletrabajo y para formar a los directivos, ellos se tienen que creer la conciliación es posible”, apuntó el profesor de la
La conciliación es una herramienta más para lograr la igualdad entre hombres y mujeres
El 70% de los convenios colectivos en Andalucía incorpora medidas para la conciliación
El trabajador que ve útil la conciliación está más comprometido con su empresa
Universidad de Sevilla y director del Secretariado de Transferencia del Conocimiento y Emprendimiento de la Universidad de Sevilla, Miguel Torres. El catedrático puso como ejemplo el mundo anglosajón, “donde te preguntan qué hay que hacer para ser un buen jefe, la respuesta es: planificar”.
Una tercera vertiente de la conciliación personal y laboral vino de la mano del presidente de la Asociación Española de Empleo con Apoyo (AESE), una asociación que trabaja con más de cien entidades integradas con personas con discapacidad “y la conciliación está, por una parte, en los trabajadores del sector social y, por otra, para los padres de la asociación que tienen hijos con discapacidad y para los que es difícil conciliar con la vida laboral. Las asociaciones somos un elemento de conciliación porque al ocuparnos de su familiar ellos pueden trabajar”, explicó el presidente de AESE, Alfonso Gutiérrez. Además, Gutiérrez apuntó a que la f lexibilidad laboral y compartir las cargas familiares que hasta ahora hacen más las mujeres porque creen que ellas deben hacerlo, son las claves” de todo el proceso. Totalmente de acuerdo con esta opinión se mostró también el director general de Recursos Humanos de Cepsa, Carlos Morán: “Hablando con la presidenta del Club de las Malas Madres ella pedía que no la sacaran del mundo laboral, sino que le f lexibilizaran el horario. En el pasado no hemos entendido esto bien y hemos remado en contra”. No obstante, Morán recordó que Cepsa “quiere ser un referente en materia de conciliación. Somos el 10% del PIB de Andalucía y, como empresa, tenemos la responsabilidad de actuar como un movimiento tractor de aspectos positivos” que puedan copiar otras empresas.
De hecho, Cepsa ha patrocinado el estudio Observatorio de la Conciliación en el que se han medido 77 índices públicos que han dado como resultado una comparación entre la situación de España en 2008 y la actual: “se ha mejorado la situación de la conciliación en un 5% en Andalucía”, explicó Morán, quien introdujo el aspecto económico como otra “clave” para lograr la verdadera conciliación personal y laboral. “Cuando un empleado ve útil la conciliación porque tiene una vida familiar activa, ese empleado se compromete más con la empresa y eso se traduce en más beneficios económicos”. La visión empresarial no sólo estuvo representada por Cepsa, sino también por el secretario general de la CEA, Luis Fernández-Palacios, quien aseguró que la CEA quiere ayudar a las pequeñas y medianas empresas a conciliar en sus negocios, “llevamos años preocupados por este tema y se ha avanzado mucho en este tema, aunque quede camino por recorrer”. El representante de los empresarios recordó que no es lo mismo conciliar en grandes empresas “que en pymes o autónomos. Alrededor del 70% de los convenios en Andalucía incorpora medidas de conciliación y se sigue trabajando” porque, recordó Fernández-Palacios, “la conciliación en igualdad de condiciones para hombres y mujeres necesita de un cambio cultural que nos afecta a todos como sociedad”.
Como conclusión al Desayuno de Redacción bien sirvieron las palabras de la secretaria general de Políticas Sociales, Voluntariado y Conciliación de la Junta cuando aseveró que la conciliación es “trasversal y es responsabilidad de todos; de políticas públicas desde las administraciones, de ayudas económicas, de las empresas y de las familias que tienen que cambiar la mentalidad del rol asumido por la mujer. La conciliación no es solo para mujeres, es para todos los trabajadores, hombres o mujeres”.